lunes, 22 de julio de 2013

Plaqueteando: Los plaquettes y su lugar en la literatura cardenense durante el último bienio.

Por: MSC Lorena Martínez
Actualmente, los plaquettes son definidos como publicaciones de tamaño pequeño que tienen por objetivo difundir obras, fundamentalmente literarias, de corta extensión tales como poemas o cuentos. Su nombre encuentra origen en los poetas simbolistas franceses del siglo XIX, quienes editaban sus textos en papeles (plaquettes), los cuales circulaban entre amigos y rivales y compartían en veladas y tertulias. Desde entonces siguen siendo solución alternativa a las ediciones institucionalizadas, destacándose en el ámbito literario por su persistencia, creatividad, respeto y búsqueda de opciones prácticas, sostenibles, reales y costeables. Son publicaciones semi-profesionales que tradicionalmente gratuitos o con un coste mínimo para pagar los gastos de producción, realizado para circular entre aquellos que tienen los mismos intereses. Su desarrollo actual se vincula al mínimo desarrollo de los medios y la tecnología digital, a las impresiones domésticas, las multicopias, fotocopiadoras, pasquines de acuerdo a las potencialidades locales que permiten pensar en su posible sustentabilidad. Sus dimensiones favorecen estos propósitos, la extensión no supera las treinta páginas, a dos columnas, impresas en papel. De estas posibilidades se apropia la sección de literatura de la Casa de Cultura local ante el reto que significa promover, publicitar a sus escritores obligándolos a ser más críticos, salir de un estrecho círculo de relaciones, “sentirse más escritores”, madurar. Son autores que, a pesar de su innegable labor no encuentran en la editorial provincial receptividad para sus trabajos ya sea por calidad, experiencia, promoción, alejamiento de la capital provincial o quien sabe cuáles razones. A poco más de un año de editar intentos, gracias al apoyo de muchos y a las ventajas de la tecnología digital, se ha logrado la impresión de doce de estas ediciones, con una cantidad promedio de 20/25 números, armadas artesanalmente, cantidad insuficiente quedando en manos de cada autor la posibilidad de aumentar el número de impresiones. Se editan con periodicidad y evitan la saturación de las mismas. Aunque publicaciones similares han existido desde siempre en distintas culturas occidentales, las plaquettes fueron una explosión en Latinoamérica, donde cuentan con un público aficionado más o menos amplio. En Cuba logran relevancia a partir de la crisis editorial de los noventa, aunque en provincias como Matanzas su uso había sido frecuente ante la dificultad de editar el patrimonio local. En Cárdenas donde el periodismo es una presencia viva dentro de la historia local, los plaquettes han existido, de una u otra forma, desde que se autorizara la publicación de un periódico propio. Pionera en estas lides pudiera considerarse las publicaciones realizadas por mujeres cardenenses bajo la égida de Gertrudis Gómez de Avellaneda, en los años en que la poetisa radicara en el lugar (1860). Nunca desaparecieron del todo este tipo de impresión y con posterioridad al triunfo de la Revolución Cubana y el auge de la cultura cardenense que la necesidad de “plaquetear” vuelve a resurgir. El paradigma creado por Editorial Vigía en Matanzas, desde los años noventa y su reflejo en la ciudad es otro antecedente al proyecto que se emprende a partir del 2010/11, luego de la casi ninguna aceptación de originales locales por la editorial Matanzas. Diseño, logros y avatares La logística y la economía son los elementos que priman en el diseño actual de las plaquettes cardenenses cuyas portadas no sobrepasan un tamaño de portada de 15 x 2 cm. y la tripa, preparada en Word a dos columnas, con una caja poco menor (10 x20 cm.) donde prima la letra arial, doce puntos, en general sin ilustraciones internas. Sus caratulas suelen ser impresas (5), incluyendo la diseñada por Joan Rivero, otras tres (3) han sido ilustradas por la artista plástica local Maribel Morell y las restantes se han resuelto mediante el uso de obras de maestros de la plástica internacional, papel maché, collage y otros intentos. En cuanto a los textos, Lorena Martínez hace una primitiva edición de los mismos, realiza la meca-copia y, en ocasiones, el diseño interior. Milagros Gutiérrez se encarga de la corrección de textos y estilo. La poesía (seis entregas) ha sido el género más editado, dos se han dedicado al público infantil, tres se dedican a la narrativa (ensayo, costumbrismo y cuento). Los textos se mantienen en un promedio de treinta páginas. La estructura de las Plaquettes mantiene un formato similar: una presentación o prólogo donde se explica los porqués de la publicación, que a veces se extiende en un estudio más profundo. Una presentación de gran impacto fue la de la antología poética: Pueblo sin memoria, que rindió homenaje al demolido Hotel Europa, en febrero del 2013. Cada plaquettes responde a determinadas coyunturas de la realidad local, a gustos, resisten problemas logísticos y la dependencia total de las ganas de hacer de los actores (especialistas literarios, autores o colaboradores), quienes afrontan gastos y aprietos. Responden a coyunturas de la realidad local, gustos, intereses, valores, potencialidades y recursos. La calidad artística y su grado de comunicación son imprescindibles. Con similares funciones al promotor del libro y la lectura, el plaquettes se adapta al entorno y a sus políticas culturales, gesta la participación comunitaria, enseña arte/estética (específicamente desde la literatura), ayuda al rescate y conservación de los textos de los escritores locales y divulga coyunturas, públicos e intereses locales. Sistematicidad y medir en otros cuanto hemos logrado, avanzado es uno de sus principales méritos (MG). “Es lo que tenemos”, continúa el más joven de ellos, “mis esperanzas es que mediante la Plaquettes quizás logre que alguien se interese por mis textos, enviándola a los lugares convenientes”. (DB). Difusión, otra posibilidad de desarrollo, defensa de lo local, mayor estilización y síntesis formal, junto a deseos de hacer y salvaguarda de la tradición caracterizan a esta empresa: “es cosa de locos, pero de locos lleno de amor por lo que gustan de hacer” (JB). Para Manuel Navea, escritor y conferencista del Taller de Narrativa local, la plaquettes es una manera de divulgar textos y ver cuánto han aprovechado los conocimientos en su quehacer particular. “¡Qué bien! Me agradó tanto la idea del homenaje a Virgilio que me propuse participar”, expresó uno de los participantes en la última antología, homenaje a Virgilio Piñera en proceso de impresión (VP) Promocionar la obra de sus autores, divulgarla en bibliotecas públicas y escolares del municipio es para sus gestoras un importante logro que hay que continuar, así como fomentar la participación de instituciones que han aportado mucho para la realización de las mismas. Además, el hecho de que primen las antologías, su carácter colectivo permite conocer en un solo texto mínimo el pulso de la escritura local. Han potenciado entre los escritores un clima de orgullo. A todos complace estar en una de ellos y participar en su presentación. Distingue a su grupo y/o Taller, acompaña actividades de literatura, genera presentaciones, defiende el patrimonio local, asume la interrelación entre manifestaciones artísticas y suma un reto al trabajo cotidiano de la literatura municipal. Las Plaquettes son algo diferente, una forma propia de publicar y de creerme que a alguien más que yo considera mis textos (MA), no creo mucho en ellos pero es tan agradable que alguien se tome tanto trabajo en uno (AM), creo que es un verdadero trabajo de un asesor. Poco a poco se está haciendo un camino en la locura esta de tratar de trabajar mejor, no sé que pasara cuando se nos agote totalmente el papel o se cansen de imprimirnos en los lugares, pero, algo pasará. (MG). Es importante lo que hacen porque motiva a seguir escribiendo a quienes acaban de empezar, también incluyen trabajos de los más consagrados, los unen y son tan atrevidas que han incluido en sus Plaquettes hasta la obra de poetas nacionales de la localidad y, por supuesto la de los de acá, buena iniciativa y promoción, es una lástima que no tengan mayores posibilidades, con materiales y eso quien sabe a dónde podría esto llegar. (JB). Existen diferentes líneas de trabajo, o sea, incipientes colecciones es importantes, como cuentos para y/o de los niños, décimas, poesía, cuentos adultos y ensayos entre otras. Han desarrollado una personalidad propia y rasgos que definen su identidad, permitiendo que la obra de los locales, a veces pequeña y de escasa calidad no se pierda. Además, identifica el quehacer de los especialistas de literatura de la localidad. Bibliografía • Besnard Pierre (2002): La animación sociocultural. Editorial Paidos, España. • Colectivo de autores (2006): Taller de capacitación Promoción de Lectura Universidad Nacional de Colombia. Documento digital sin más identificación perteneciente a los entregados por la carrera re estudios Socioculturales, Cárdenas. • Deriche, Yamile Si de promoción cultural se trata Centro de Superación para la Cultura. Documento digital sin identificación del compendio de la carrera de estudios socioculturales. Centro de Superación para la Cultura. Ministerio de Cultura. República de Cuba. • Díaz Andrés (2005): Manual de Estrategias para Fomentar la Creación Literaria en Los Niños. Editorial Sendero Puerto Rico. • Eco, Humberto (1972) Apocalípticos e integrados (pp. 235 a 280) En Referencias Volumen 3 Número 1 Universidad de La Habana • Gámez N. (2005): El giro cultural en los estudios de comunicación. En revista Espacio No. 10. • Internet: (7/4/2012): Libros Invisibles como una nueva opción dentro del mercado editorial local. Escrito por: Edición Impresa. España. • Lara, Antonio (1976): El mundo de los "fanzines" El País, España. • Martell, Ivo (2009): Parámetros para el rediseño de INSANEDRAC, un fanzine de rock. Trabajo de Diploma (inédito) Matanzas, 2010. • Mattelart, A. La cultura como Bien Público. Entrevista El País, Uruguay. (2004) • Trelles, Irene: El diálogo fructífero de la comunicación y la cultura. Entrevista a Lecsy Tejeda Documento digital sin identificación del compendio de la carrera de Comunicación Social y estudios socioculturales. • Zambrano, Alicia (1995): La promoción de lectura, en: Leer para leer, Colcultura CERLALC

martes, 16 de julio de 2013

Presencia y posición unitaria de José Antonio Echeverría

Entre los jóvenes que se destacaron por su audacia y combatividad frente al cuartelazo del 10 de marzo de 1952, estuvo desde el primer momento el «Gordo», de cuyo natalicio se cumplen este martes 81 años Por: Juan Nuiry digital@juventudrebelde.cu 16 de Julio del 2013
Cuando evoco la figura de José Antonio Echeverría, se multiplican recuerdos sobre distintas facetas que imprimió a su breve vida. Surgió en una época llena de contradicciones. Al graduarse de bachiller en Ciencias en el Instituto de Cárdenas, su ciudad natal, en agosto de 1950, matricula poco después la carrera de Arquitectura en la Universidad de La Habana, en el curso 1950/1951. En esa época practica natación, remo y baloncesto, actividades que lo ayudan a paliar su padecimiento de asma. Le gusta dibujar y las matemáticas. Su gran sueño era llegar a la Colina universitaria, y por su carácter cooperativo y jovial desde que comenzó en el primer año fue elegido delegado de ese curso —posición importante para la elección de Presidente de la Asociación de Estudiantes, de acuerdo al método aplicado en la época—, cargo que le permitió ocupar la vicepresidencia. Con esa responsabilidad lo sorprende el golpe militar del 10 de marzo de 1952, y es por ello que su nombre aparece entre los firmantes de un histórico documento de la FEU del 14 de marzo de ese año, conocido como Declaración de Principios de la Federación Estudiantil Universitaria. La Universidad de La Habana es baluarte y bastión frente al cuartelazo traidor y, por su combativa posición, la FEU se convierte en vanguardia de la lucha y ocupa un primer plano en la actualidad nacional. Entre los estudiantes que desde el primer momento se destacan por su audacia y combatividad está José Antonio. Sin más aval que su firme posición y pureza de ideales, es electo Presidente de la Asociación de Estudiantes de Arquitectura y Secretario General de la FEU en 1954. En mayo de ese año había impulsado el Primer Festival de Arte Universitario y el Tercer Congreso de Estudiantes Secundarios —que tuvo lugar en el Salón de los Mártires el día 8 de ese mes—, en ocasión del aniversario 19 de la caída en combate de Antonio Guiteras. Los debates sirvieron para unir en una misma posición al estudiantado de todo el país en su lucha frente a la tiranía. En el acto inaugural se develó un cuadro del estudiante Raúl Gómez García, caído el 26 de julio de 1953, en las acciones del Moncada. La FEU radicaliza la lucha En un momento en que la organización estudiantil atraviesa por una crisis interna, en su condición de secretario general José Antonio asume la presidencia de la FEU por sustitución reglamentaria, el 30 de septiembre de 1954. Desde ese momento tiene lugar un vuelco favorable en las actividades de la organización. Bajo su conducción agrupa lo más puro de las fuerzas combativas e imprime una dirección dinámica. En los enfrentamientos de los estudiantes con la fuerza pública durante las manifestaciones, la tiranía demuestra que tiene tan solo una respuesta: la represión. En una palabra, la FEU radicaliza la lucha con una concepción integral, promueve la cultura y el arte, mientras hace presente el legado y la tradición de lucha del estudiantado. Como estandartes de combate están presentes Mella y Guiteras, bajo el ideario de José Martí. Cobra vigencia la conducta antiimperialista y José Antonio asume personalmente una posición internacionalista. Prioriza la publicación del periódico clandestino Alma Máter, ante las continuas censuras de prensa decretadas por la dictadura. El 19 de abril de 1955 fue electo Presidente de la FEU y después, el 13 de julio de 1956, reelegido en las últimas elecciones de la FEU de aquella época. En cada una, tuvimos el honor de formar parte de su equipo de dirección, junto a Fructuoso Rodríguez y René Anillo Capote. Un rasgo significativo de José Antonio es que nunca dejó de ser estudiante, ni pensar como tal, así fue como Presidente de la FEU, hasta su caída en combate, en las audaces e históricas acciones del 13 de marzo de 1957, para convertirse en el eterno Presidente de la FEU. Sentido de la unidad y amistad con Fidel Al recordar a José Antonio este día, en el aniversario 81 de su natalicio, no podemos hacerlo sin destacar una de las facetas más sobresalientes de su personalidad, su sentido unitario en general y en particular con Fidel Castro. Llama la atención que en 1954, con solo 21 años, en ocasión del Primer Festival de Arte Universitario, expresó: «Hablo escoltado por Mella, en el 23, Guiteras en el 27, Trejo en el 30 y Rubén1, Renato, Raúl Gómez García y Boris Luis, en el 53, la FEU de la Universidad de La Habana, que custodia entre sus muros las cenizas de Varela, quien desde las Ciencias Sociales proclamó que “No hay ciencia, sin conciencia” y los restos de Felipe Poey, quien desde las Ciencias Naturales planteó que “No hay inteligencia sin moral”». Hay que tener presente que entre Fidel y José Antonio siempre existió una firme amistad, un diálogo permanente, con un mismo compromiso: hacer la Revolución. Hay que destacar cómo en vida de José Antonio este no dejó pasar la fecha del 26 de Julio, sin que la misma se convirtiera en una conmemoración de combate y denuncia por los crímenes del Moncada. Hoy, a las puertas del aniversario 60 de esos hechos, constituye una reafirmación unitaria. La Carta de México, firmada por Fidel Castro y José Antonio Echeverría el 29 de agosto de 1956, constituye la más alta expresión de esa unidad, en que ambas organizaciones, el 26 de Julio y la FEU, «los dos grupos que aglutinan en sus filas a la nueva generación» unen «sólidamente sus esfuerzos con el propósito de derribar a la tiranía y llevar a cabo la Revolución Cubana», documento que, como un Baraguá, llega con inusitada fuerza hasta nuestros días, por su connotación histórica y su proyección unitaria. La sólida amistad entre estas dos personalidades de nuestra historia invita a que se le examine con más detenimiento, para lo cual no bastan estas líneas, pero no podemos pasar por alto, como colofón de estos recuerdos, un momento crucial, cuando durante la trayectoria de la Caravana de la Libertad, en enero de 1959, el Comandante en Jefe Fidel Castro desvía la ruta trazada y se traslada a Cárdenas, donde visita la casa natal de José Antonio, para luego ir al cementerio a depositar sobre su tumba las flores blancas de su preferencia. La vida como un desafío Aunque han transcurrido 81 años del nacimiento de José Antonio, recordamos su presencia eternamente joven, transpirando un soplo de frescura. Nunca hemos pretendido trasladar a las nuevas generaciones una imagen idílica de su personalidad. Era un joven estudiante de su época, consciente de las realidades de su tiempo y con una clara visión de las proyecciones futuras; asequible, espontáneo, ocurrente, gustaba de la música y el baile, con una simpatía natural que lo caracterizó siempre. Como dirigente no tomaba ninguna decisión sin escuchar, lo que sabía hacer. Ante lo indebido, ejercía la crítica con fuerza y tenía una lealtad sin límite a la Revolución y a sus compañeros de lucha. Era orientador en la tribuna y un apasionado lector de la Historia de Cuba, de América Latina y sus próceres, características que se fundían en una sola pieza. En La Habana vivió siempre en casas de huéspedes. Ocupaba el día en sus actividades habituales y algunas noches participaba en una peña, radicada en la calle 21 y L, en el Vedado, en momentos en que no tenía que sumergirse en la clandestinidad. La vida del combatiente revolucionario y los riesgos de la lucha en las ciudades han sido poco tratados en nuestras páginas históricas. Si tenía un defecto era su despreocupación por su seguridad personal. Esto no lo pudo superar. Su vida siempre fue un desafío. Vivió como murió: peleando. A veces, cuando camino por mi Universidad —ayer de estudiante, hoy de profesor— y paso por la inolvidable plaza Cadenas —ahora plaza Ignacio Agramonte—, entre el bullicio de jóvenes que se trasladan de un lugar a otro por ese histórico sitio, alegres y confiados, me parece distinguir su figura frente al banco que da a la Facultad de Derecho, con su camisa a cuadros, su eterna sonrisa y un mechón de pelo negro sobre la frente... Me parece ver cómo se detiene a saludar a un estudiante conocido poniéndole la mano sobre el hombro, y con la espontaneidad genuina de un criollo, decirle: —¡Cuídate, mulato, que de los buenos quedamos pocos! *Profesor de Mérito y presidente de la Cátedra José Antonio Echeverría de la Universidad de La Habana. 1 Se refería a Rubén Batista Rubio, herido de muerte en la manifestación estudiantil del 15 de enero de 1953.


"De amar las glorias pasadas se sacan fuerzas para adquirir las glorias

nuevas".

José Martí



“… la HISTORIA NOS AYUDARÁ A DESCUBRIR LOS CAMINOS DE HOY Y DE MAÑANA, A MARCHAR POR ELLOS CON PASO FIRME Y CORAZON SERENO Y A MANTENER EN ALTO LA ESPERANZA (...)”.

RAMIRO GUERRA