jueves, 15 de octubre de 2015

DIMENSIÓN JURÍDICA DE OSCAR MARÍA DE ROJAS.

Por: Lic. Danilo Martínez Carmenate y Lic. Olga Lidia Benavides García.
El Museo ``Oscar María de Rojas´´ es una de las más importantes instituciones culturales de la ciudad de Cárdenas y del país, por el legado patrimonial que atesoran sus salas de exhibición y la información documental que componen sus fondos. El nombre que ostenta, es precisamente el de uno de sus principales fundadores y su primer director: Oscar María Galo de Rojas y Cruzat1, quien ha trascendido a la historia por su labor en la búsqueda y adquisición de piezas de valor histórico para ser exhibidas en un lugar adecuado, idea materializada al fundarse, el 19 de marzo de 1900, el Museo y Biblioteca Pública de Cárdenas. 1 Álvarez Blanco, Ernesto, ``Oscar María de Rojas´´ Ediciones Matanzas, 2001, pág.15 Esta personalidad dejó su impronta de manera especial y multifacética. Fue coleccionista; historiador, investigador, patriota y director del Museo. Develar cada una de esas facetas, ha sido deseo de historiadores e investigadores. Sin embargo, hay un aspecto no definido, al menos que sepamos, como objeto de estudio en investigación alguna. Nos referimos a la dimensión jurídica que imprimió a toda su actividad museológica. Aun cuando los estudiosos se han referido a su magnífico sistema registral, se han limitado a la ponderación del mismo, por lo que es motivo esencial de este trabajo, profundizar en el análisis del contenido y sentido jurídico del que dotó a su proceder como Director del Museo y Biblioteca Pública de Cárdenas. En su elaboración utilizamos como metodología el análisis de documentos, con el empleo de los métodos lógico-histórico, descriptivo y de análisis y síntesis, lo que permite un seguimiento secuencial de acontecimientos, la valoración del contexto histórico nacional y local, el análisis razonado de las ideas y datos que proponemos y la síntesis de estos. La ponencia está organizada en introducción, desarrollo, conclusiones y fuentes consultadas. Las fuentes primarias, la constituyen el archivo histórico de la institución y la legislación civil actual y de la época y las secundarias, consultas a personas, libros y textos jurídicos que abordan temas relacionados especializados que definen claramente los conceptos legales explicados. DESARROLLO Capítulo 1: Oscar María de Rojas; personalidad multiplicada. 1.1 De coleccionista privado a Director del Museo y Biblioteca Pública. Diversa ha sido la intención de los investigadores de estudiar con profundidad a esta figura de nuestra historia local y nacional, de lo que se ha derivado, la posibilidad de conocer, como resultado, importantes aspectos de su vida y obra. Especialistas como la Dra. Diana Rosa Torriente Govín, el Lic. Urbano Martínez Carmenate o el museólogo Ernesto Álvarez Blanco, reconocen que la personalidad de Oscar María de Rojas la conforman un grupo de aspectos o facetas en las que tuvo un destaque proverbial: coleccionista, historiador, investigador, patriota, Director del museo. Siendo coleccionista privado y antes de trascender como destacado museólogo, llegó a reunir un variado conjunto de objetos, entre ellos, piezas de cerámica, en número de 200, diversidad de caracoles y conchas, 160 monedas, un ejemplar del ave llamada aguaitacaimán, disecada por el sabio alemán Gundlach, variados botones de uniformes pertenecientes a instituciones militares, administrativas o culturales de Cuba y de otras latitudes; dos sables utilizados por soldados españoles, además de una colección de publicaciones, esquelas mortuorias y variadas fotografías locales, entre otras muchas cosas2. 2 Martínez Carmenate, Urbano, ``El coleccionismo en Matanzas. Del gabinete privado al museo público´´ Ediciones Matanzas, 2010, pág 74 3 Álvarez Blanco, Ernesto, ``Oscar María de Rojas´´ Ediciones Matanzas, 2001, pág. 29 Su inclinación por la historia, se manifiesta en 1887, con el inicio de la obra que titula ``Para los anales y necrología de San Juan de Dios de Cárdenas´´, libro inédito de tres volúmenes que recoge inestimables datos sobre la historia, la cultura y el contexto social y económico de la localidad, incluso con anterioridad al hecho fundacional, que se conserva en el propio museo que hoy lleva su nombre. 3 Muestras de su proyección como investigador, son los aportes a la historiografía local que realiza con la redacción de un diccionario al que denomina ``Notas biográficas para la historia de Cárdenas´´4 en el que reúne aspectos biográficos de personas de la cultura, la historia y el medio económico y social cardenense. 4 Álvarez Blanco, Ernesto, Ob. Cit , pág. 33 5 Torriente Govín, Diana Rosa, Ob. Cit. Pág. 6 Ibid. Pág. 7 Álvarez Blanco, Ernesto. Ob. cit., pág. 59 Notables son sus actividades patrióticas, las cuales desarrolla correspondiendo a las mismas ideas pro independentistas de sus hermanos, destacándose entre estos, como se conoce, Carlos María de Rojas, que en la guerra iniciada en 1895, obtuvo el grado de General de Brigada del Ejército Libertador, fue el jefe de la Brigada Cárdenas durante la contienda y al finalizar esta, fue ascendido a General de División. Este ideario lo compulsará en el futuro a concederle primordial importancia al rescate de piezas para ``… crear y acrecentar la sección denominada Historia Nacional y en particular el período relativo a las Guerras de Independencia que recién habían finalizado, haciendo énfasis en aquellos recuerdos que pertenecían a los principales jefes del Ejército Libertador.´´5Hoy en el museo se muestran evocaciones de más de veinte generales de las Guerras de Independencia, con destaque, por su alto valor histórico y número de muestras, las de José Martí y de Máximo Gómez6. Finalmente, como director, desarrolla una de las etapas más activas de su vida. Desde que el 19 de marzo de 1900 abrió el museo sus puertas por primera vez al público, exhibiendo colecciones donadas por Francisco Blanes de conchas, caracoles, camafeos y monedas antiguas, en dos salas de la Casa Consistorial, Oscar María de Rojas, apoyado por el propio Blanes, se entrega a la tarea de acrecentar, conservar, catalogar y organizar las colecciones, aunque sin remuneración, pues no es hasta el 28 de diciembre de 1904, que por un acuerdo del Ayuntamiento, se le nombra Director y Protector del Museo y Biblioteca Pública de Cárdenas.7 1.2 El uso del amparo jurídico en su sistema de documentación. Aunque no es interés de esta investigación abundar en los tecnicismos legales que asemejen o diferencien la regulación y aplicación de las normas notariales en la época abordada y en la actualidad, si consideramos preciso señalar que el surgimiento y desarrollo del notariado en Cuba, se ubica en la segunda mitad del siglo XIX y en las primeras décadas del siglo XX regían en Cuba, la Ley Orgánica del Notariado español de 1862, y su Reglamento, hechos extensivos a nuestro país y Puerto Rico en 1873 por decreto de la Península, así como sucesivos decretos e instrucciones que fueron estableciendo y organizando el funcionamiento notarial y sus procedimientos, como por ejemplo la manera de redactar los documentos públicos sujetos a Registro, dispuesta en la instrucción del 13 de agosto de 1893. Todo esto justifica, según afirma el Profesor Dr. Leonardo B Pérez Gallardo,8que nuestro Notariado se organizara de forma casi idéntica al español y citando la afirmación de Giménez-Arnau escribe: ´´Puede asegurarse que ha sido el Notariado cubano el que más ha conservado los rasgos característicos del español…´´9 (sic) 8 Dr.Leonardo B Pérez Gallardo, Profesor Principal Titular de Derecho Civil y Derecho Notarial, Facultad de Derecho, Universidad de La Habana. Notario de la Dirección de Registros Civiles y Notariales del Ministerio de Justicia. Académico Honorario de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación Española. 9 Pérez Gallardo, Dr. Leonardo B, ``El acceso al ejercicio de la función notarial en Cuba: pautas y retos´´, trabajo incluido en el libro ``Derecho Notarial´´, de un Colectivo de Autores del que es coordinador junto a Isidoro Lora-Tamayo, La Habana, Ed. Félix Varela, 2006, tomo I. Ed. Félix Varela, La Habana, 2006, tomo I, pág. 306. 10 Ibídem, pág. 306 La intervención norteamericana en 1898, decidió mantener intacto el status quo de las instituciones coloniales y sus regulaciones jurídicas, promulgando algunas disposiciones mediante órdenes militares (algunas con incidencia directa en el tópico notarial), pero dirigidas mas bien a adecuar el orden legal del país a la nueva situación administrativa y política creada.10 En 1902 se establece el Colegio Notarial de La Habana, en tanto no es hasta 1929 que se promulga el Código Notarial cubano, primera legislación nacional sobre el tema. Hoy la ley rectora de la actividad notarial en Cuba es la Ley 50 De las Notarías Estatales del 28 de diciembre de 1984, la cual, como afirma Pérez Gallardo es…´´la fuente principal que informa nuestro Derecho Notarial, al regular la organización del Notariado y el ejercicio de sus funciones, respetando los rasgos más importantes de nuestra tradición legal, a la par que consolidó al Notariado cubano como una institución al servicio de nuestra sociedad.´´(sic)11 11 Ibídem, pág. 309 12 En aquella época, este era un título que se obtenía en la Universidad de La Habana. Actualmente el programa de estudio del Derecho Notarial forma parte integrante de la carrera de Derecho. 13 Ídem, pág 26 14 Torriente Govín, Diana Rosa, Inicios de la Museología Moderna en Cuba. El Museo y Biblioteca Pública de Cárdenas 1900-1921. Tesis doctoral. Universidad de La Habana. Inédita, 2012. Con ello queremos hacer notar que la figura del notario en general siempre se ha tenido como la de un funcionario competente para autorizar determinados documentos públicos que garanticen protección legal a quienes requieren sus servicios. En cuanto a Oscar María de Rojas, es conocido que durante un tiempo realizó estudios de Derecho, al matricular en 1882 la Carrera de Notariado12en la Facultad de Derecho Civil y Canónico de la Universidad de La Habana y después en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Madrid, en España,13 a donde arriba con ese objetivo a finales de 1884. Abandona la carrera poco después junio de 1886, para irse con varios amigos a recorrer la península Ibérica, Francia y Alemania, pero aquellos estudios iniciales, unido a que su vida se ha desarrollado rodeada de abogados, entre familiares y amigos, contribuyeron a forjar esa impronta jurídica presente en su conducta personal. Nos ha resultado claro que quienes han tratado el tema de su dedicación al proceso de gestión, adquisición y entrada al museo de cada pieza, no han hecho una valoración en su dimensión jurídica, sino que el análisis (totalmente correcto), se ha enfocado a que siempre ``… fue muy cuidadoso de anotar cada una de las gestiones que se hacían para que las piezas llegaran al Museo y una vez allí también consignaba su ubicación, catalogación, y hasta la habitación o áreas de exposición para ellas…´´14. En estos casos; como director del museo, estaba certificando sobre las circunstancias y los hechos ocurridos en torno a determinada pieza adquirida. La Certificación15 es un instrumento legal en el que se da fe, por la autoridad facultada, que lo firma, de la veracidad, autenticidad y legalidad del hecho o circunstancia que en ella se narra. Se trata de ´´hacer constar por escrito una realidad de hecho por quien tenga fe pública o atribución para ello´´.16En otras ocasiones, recurría al instrumento notarial, haciendo llamar a un notario para que diese fe, mediante Escritura o Acta notarial, de las piezas adquiridas y las circunstancias en que lo fueron. 15 El Pequeño Larousse Ilustrado, edición de 1964, de Miguel de Toro y Gisbert, cuya primera edición fue en 1912, dice en la segunda entrada de esa palabra: ´´Instrumento que certifica la verdad de un hecho´´. 16 Definición del diccionario Encarta en su 3ra acepción, del verbo certificar, sobre su uso en Derecho. Además, el Pequeño Larousse Ilustrado, edición de 1964, de Miguel de 17 Protocolo notarial: Constituye la agrupación ordenada y numerada de forma correlativa de la totalidad de los instrumentos públicos originales, autorizados por notario en el transcurso de un año natural. 18 En época de Oscar M de Rojas, el Código Civil utilizado era el español del 11 de mayo de 1888, hecho extensivo a Cuba por Real Decreto del 31 de julio de 1889, que comenzó a regir desde el 5 de noviembre del propio año y estuvo vigente en Cuba hasta 1987, el cual recogía en su artículo 1216: Son documentos públicos los autorizados por un Notario o empleado público competente, con las solemnidades requeridas por la ley. La mencionada y vigente Ley de Notarias Estatales, lo expresa claramente como ya se ha dicho, en su artículo 1. 19 Artículo 49.1 de la Ley 59 del 16 de julio de 1987, Código Civil cubano, vigente. 20 Resolución 70 del 9 de junio de 1992, Reglamento de la ley de las notarias estatales. La Escritura Pública y el Acta, son los principales documentos que utiliza y redacta el notario (cuyas matrices originales incorpora a su Protocolo17), como funcionario fedante que es por ley18, para dar, mediante la fe pública notarial, fuerza legal a determinados hechos o actos jurídicos. La vigente Ley de Notarias Estatales, precisa este particular, al regular en su artículo 13: Los documentos públicos que redacta y autoriza el Notario son los siguientes: a) las escrituras, cuyo contenido es un acto jurídico; b) las actas, en las que se hacen constar hechos, actos o circunstancias que, por su naturaleza, no constituyen acto jurídico; Es un acto jurídico toda manifestación lícita, expresa o tácita de voluntad, que produce un efecto dispuesto por la ley, consistente en la constitución, modificación o extinción de una relación jurídica.19 La Escritura, como contiene manifestación de la voluntad y los mencionados efectos jurídicos, lleva implícito un otorgamiento, que según el artículo 67 del reglamento de la ley20, es la parte de la escritura que contiene el consentimiento y aprobación de los comparecientes y las advertencias legales procedentes. Ejemplo clásico, el Título de Propiedad de un bien inmueble. Las Actas no contienen manifestación de voluntad que produzca los efectos arriba referidos, en ellas el notario se limita a dar fe de hechos, actos o circunstancias que ocurren en su presencia, impuestos a sus sentidos por un acto de evidencia o por referencias del requirente, siempre que este sea lícito. Las Actas nunca contienen un acto jurídico. Esto queda claro en el mencionado Reglamento, cuando dispone en su artículo 82, que el notario: ´´En la parte expositiva consignará la narración del hecho, acto, circunstancia o manifestación de voluntad, así como las advertencias legales procedentes´´(sic), instituyendo a continuación en el siguiente artículo, ´´La parte dispositiva del acta contiene el objeto o finalidad del documento´´(sic). A diferencia de la Escritura y por los motivos explicados, el Acta no tiene otorgamiento. Analizando algunos de estos instrumentos públicos de los que se valió Oscar María de Rojas, percibimos un detalle que denota la claridad de su actuación y el valor que le confería a la necesidad o no de autenticar objetos y piezas. Se trata de que al recibir una donación importante, como por ejemplo, las piezas del cuarto donde murió el Generalísimo Máximo Gómez, solicita los servicios de un notario para dejar constancia expresa, pero no requiere legitimar cada una de las mismas, ya que, en este caso, fueron cedidas por la viuda e hijo del prócer. Es decir; cuando el donativo es efectuado por el propio dueño, por un familiar o amigo connotado, él considera innecesario argumentar la autenticidad de lo donado, ya que esta se infiere del propio acto personal de la entrega, pero cuando era hecho por otra persona (podríamos llamarla ``ajena´´ al bien patrimonial o distante del propietario, usufructuario o protagonista del vínculo), entonces él comprende la necesidad de reforzar el criterio de autenticidad legal de la pieza con otro proceder de esencia jurídica, o sea, el donante debe demostrar que lo donado realmente perteneció a quien dice o que fue usado en la circunstancia histórica que refiere. Capítulo 2: Visión jurídica de Oscar María de Rojas en la concepción organizativa de su sistema de registro y control. 2.1 Los libros de Actas y Correspondencias. En los primeros renglones de la página marcada con el número 1 del primer libro nombrado ``Memorias del Museo y Biblioteca Pública de Cárdenas, 1895 a 1899´´, escrito con los rasgos caligráficos de Oscar María de Rojas, se puede leer lo siguiente: ``En la ciudad de Cárdenas, á 30 de Abril de 1895 se reunieron en la casa Calle Real no. 24 los que suscriben, con el objeto de unir sus esfuerzos para la realización del establecimiento de un Museo y Biblioteca Pública en esta ciudad, contando con…21(sic) 21 Rojas, Oscar María de. Libros de Actas y Correspondencia del Museo y Biblioteca Pública de Cárdenas.. Inédito, 1895-1909, tomo 1, folios 1 y 2. No se precisa tener una especial cultura para que no pensemos que lo leído y por leer, está contenido en un Acta; conclusión que nos impregna del sentido solemne que tal documento le confiere a los hechos que en él se plasman. Damos por entendido, por estar recogido en acta, que lo tratado tiene determinada importancia y se presume implícito el compromiso que asumen quienes la signan, con lo acordado en ella. Estos elementos psicológicos, están presentes en la actuación de Oscar María de Rojas, que al utilizar constantemente instrumentos jurídicos para dar garantía, veracidad y solemnidad, logra siempre crear en las personas la predisposición a contar, de hecho, con la seriedad, importancia, legitimidad, legalidad y certeza, de las circunstancias de que se trate. En los Libros de Actas y Correspondencia del Museo y Biblioteca Pública de Cárdenas, muchas páginas son ejemplos de esto. Se hallan situaciones como la que reflejadas al principio del capítulo, en ese caso la reunión de más de 105 vecinos cardenenses, en el escritorio de los Rojas o la que escrita un año después, seguidamente aparece, ``Suspensión Temporal,´´ en la que se expresa: ``Habiendo tomado serio incremento la guerra, por cuyo motivo, se han ausentado del país muchos vecinos, de acuerdo, los que suscriben, esperan que los sucesos políticos y económicos permitan continuar la obra de dotar á Cárdenas del museo y biblioteca que se refiere el acta anterior. (sic) Cárdenas 30 de Abril de 1896´´. Característica curiosa es que en estos libros se recogen por igual situaciones que culminan con la adquisición de alguna pieza importante para el museo, otras donde no se ha logrado el objetivo y aquellas en las que le han hecho ofrecimientos, están en trámites y él ha antepuesto condiciones para aceptarlos; anotando, en cualquier espacio en blanco del propio documento, las diligencias realizadas y lo ocurrido finalmente con ellas, el éxito o el fracaso. Evidencia de ello, la encontramos en la carta que le envía el señor Alejandro Neyra22, en la que le cuenta de la promesa de sus compañeros de la Cámara de Representantes por Pinar del Rio, de conseguir el bote de Maceo y el cañón percumático con que se atacó a Artemisa. En la propia hoja (con el sello de la Cámara de Representantes), debajo de la firma del remitente, Oscar María escribe: ``Cuantas gestiones se han hecho fueron inútiles. Solo se ha adquirido un pedazo de madera de la quilla del histórico bote, gracias al Sr Emilio Heredia.´´ Y seguidamente estampa su firma. 22 Carta de Alejandro Neyra a Oscar María de Rojas, fechada en La Habana el 16 de mayo de 1905, en Libros de Actas y Correspondencias del Museo y Biblioteca Pública de Cárdenas. Inédito, 1895-1909, tomo 1, folio 191. En similar situación se encuentra la carta foliada con el número 270 del propio Libro 1ro, que transcribimos a continuación: Sñr Oscar M. Rojas Secretario de la Comºn del Museo de Cárdenas. Sñr Por el presente documento dono al Museo de Cárdenas el Cañón Beby´´ que se exhibió en la exposición de París (1900) y que según el S.r Gonzalo de quesada se encuentra en el Arsenal de la Habana á mi disposición, dicho Cañón es el mismo que fue usado en la guerra de independencia de Cuba. (sic) Cardenas Agosto 12 de 1904 (sic). F. Gradial Al igual que en la anterior, en el espacio en blanco que sigue a la firma de quien remite, anota lo siguiente: ``Habiendo hecho las diligencias para su adquisición en dicho Arsenal, no ha aparecido dicho Cañón.´´(sic) Oct de 1904 y pone su firma. Sobre el tratamiento que da a los ofrecimientos recibidos por escrito, citaremos como ejemplo, dos cartas incluidas en este primer libro, ambas de Pío Villalba, abogado habanero, dirigidas a D.José Gueiras,23 médico cirujano, en las que le pide noticias ``de las negociaciones para la venta de las Colecciones del Dr. Cardona a unos señores de Cardenas o Matanzas´´24(sic). El folio 219 lo conforma una breve nota firmada por este metódico registrador y que en referencia a las mencionadas cartas, dice textualmente: ``Se ha avisado al Sr Gueiras, que p. hacer una proposición po las Colecciones del Dctor Cardona es preciso que remitan un Catálogo descriptivo con documentación de legitimidad´´ (sic). 23 Rojas, Oscar María de Ob. Cit. Tomo 1, folios 215 y 217 24 Evidentemente se trata de la Comisión Promovedora del Museo y Biblioteca Pública de Cárdenas, de la que Oscar María de Rojas era su secretario. Al parecer, estas cartas le fueron presentadas tal vez como prueba de las mencionadas gestiones del tal Pío Villalba y quizás sea eso lo que justifique su presencia en sus registros. 25Rojas, Oscar María de. Libros de Actas y Correspondencia del Museo y Biblioteca Pública de Cárdenas. Inédito, 1895-1909, tomo 1, folio 348. 26 El resaltado es nuestro, pues intencionadamente destacamos las frases y palabras que reflejan el uso del lenguaje jurídico, ya que se hace una transcripción textual con las peculiaridades de la escritura de la época. También actuará así, cuando recibe una notificación oficial donde se le informa de alguna contribución cuyo empleo deberá posteriormente justificar. Incorporada al libro correspondiente con su folio consecutivo, al llegar a sus manos la constancia requerida, lo anota en el documento original, remitiendo al folio en que se encuentra asentada la misma. Así sucede con una misiva escrita a máquina del Ayuntamiento de Cárdenas,25donde se le informa que el Gobernador Provincial de Matanzas ha remitido una contribución de cien pesos en oro americano para el museo y solicita dé cuenta de su inversión. En el espacio vacío inferior del documento, consigna lo siguiente: ``Comprobantes al f°. 563 del Libro 2 de Actas y Correspondencias- donde consta la inversión que se hizo con los 100 pesos del Consejo´´ (sic). Por último, queremos referirnos al uso de elementos del estilo y lenguaje jurídicos, para lo que nos detendremos en un documento, en este primer libro, con el folio 308, en el que Rojas los utiliza a la perfección al redactar esta breve Certificación: ``En la ciudad de Matanzas á veinte y dos de Marzo 1904 constituidos26 en el Castillo de San Severino con el objeto de recoger algún recuerdo de esa prisión en la época de la Colonia española con destino al Museo de la Ciudad de Cárdenas, los que suscriben certifican que han encontrado en la reja del tercer calabozo del primer patio una llave y dentro del mismo calabozo dos balines metralla, todo antiguo y perteneciente á dicho Castillo y que recogidos dichos objetos para el citado Museo levantan el presente atestado justificativo que remiten con la llave y los dos balines al Sr Presidente del Museo de Cárdenas´´ (sic). Está firmado por él y por otra persona, que suponemos sea la parte representante del Castillo de San Severino. Pero en el reverso escribe: ``Según investigaciones sucesivas que hemos practicado , parece que el calabozo , de cuya puerta hemos tomado su llave- es el mismo en el que guardó prisión Lopez Coloma´´(sic). Y avala con su firma. Se evidencia, además de su dominio del lenguaje jurídico, que también sentía la necesidad de enriquecer mediante indagaciones posteriores, situaciones como las que arriba certifica, relacionándolas en lo que se aviniesen con otras de carácter histórico, que proporcionasen realce a los objetos o al sitio donde fueron hallados. 2.2 Escrituras y Actas Notariales. La colección de Documentos de Autenticidad de las piezas conservadas y exhibidas o que integran los fondos museables de la institución, en gran medida toman cuerpo en Escrituras y Actas notariales. Pero ¿por qué Oscar María de Rojas considera importante la utilización de dichos instrumentos en el proceso de adquisición de determinadas piezas? ¿qué connotación o significado tienen estos para las propias piezas y para la institución? Los actos públicos ostentan su propia garantía de certidumbre y legalidad, o sea, generan publicidad por sí, a diferencia del acto privado concertado en el ámbito particular, por lo que la Fe Pública adquiere mayor trascendencia en este terreno de aplicación, refrendándose la conocida expresión ‘‘la Fe Pública notarial es la Fe pública por excelencia’’. Su fundamento es la necesidad de certidumbre de los actos de los particulares, que al no generar publicidad por sí mismos, necesitan que puedan protegerse los derechos dimanados de ellos, contra cualquier violación. Realiza así la Fe pública una misión preventiva, al instituirse los actos que ampara, en una forma de prueba preconstituida, capaz de resolver o impedir posibles litigios, tal como expresa el Profesor Dr. Leonardo Pérez Gallardo: ´´Al dar fe en la redacción del instrumento público, el Notario autentica lo que a su presencia ha sucedido, preconstituye la prueba porque atribuye certeza al acto o hecho documentado, imprimiéndole seguridad jurídica y veracidad, y todo ello lo verifica con las solemnidades y formalidades exigidas por la ley´´27. 27 Pérez Gallardo, Dr. Leonardo B, ``El acceso al ejercicio de la función notarial en Cuba: pautas y retos´´, trabajo incluido en el libro ``Derecho Notarial´´, de un Colectivo de Autores del que es coordinador, Ed. Félix Varela, La Habana, 2006, tomo I, pág. 309. 28 Recordar que específicamente sus estudios fueron en la carrera de Notariado. Fácil es entonces entender por qué Oscar María de Rojas protegía sus adquisiciones más importantes para el museo, con Escrituras y Actas notariales. Si consideramos natural la actitud de cualquier persona, tanto en aquellos tiempos, como en los actuales, de confiar en el trámite notarial como resguardo seguro de sus intereses, no hay dudas que cabría esperar de Oscar María de Rojas, conocedor por sus estudios de Derecho,28su experiencia personal y entorno social, la preferencia y recurrencia a esta vía de protección legal. Tras el análisis de la documentación de autenticaciones, nos hemos formado la opinión de que su gran virtud fue comprender de forma exacta cuándo recurrir al servicio notarial y qué piezas salvaguardar. La Escritura, esencialmente por contener un acto jurídico, tiene otorgamiento; lo que significa que con el consentimiento de los comparecientes, se puede trasmitir la titularidad del bien o el derecho específico, en tanto el Acta reconoce la evidencia, de la que da fe el Notario, de un derecho preexistente o de circunstancias que ante él se desarrollan. Estimamos, a manera de ejemplo, referirnos al ya citado documento que conforma la Escritura No. 69 del 19 de febrero de 1913, redactada por el Abogado y Notario Público habanero, Lic. Ramón M Ruíz y Rodríguez y en la que a solicitud de Oscar María de Rojas, se recoge la donación por parte del señor Urbano Gómez Toro, de objetos pertenecientes a su fallecido padre. En este documento se describe detalladamente lo donado, dejando constancia de la anuencia de las partes tras la lectura final por el Notario, concluyendo con el Otorgamiento y Autorización y finalmente, la firma del Notario y los testigos. En razón de lo que hemos explicado, queda claro que los objetos incluidos en este documento han sufrido un acto traslativo de dominio o propiedad. La copia 29de esta Escritura tiene el aval del Colegio de notarios de La Habana, suscrito en el propio documento, comenzando debajo de la firma del Notario y concluyendo en el reverso de la hoja como se transcribe a continuación: 29 Las matrices originales de Escrituras y Actas, permanecen siempre integrando el Protocolo del Notario actuante y solo a instancia de parte es que salen del archivo notarial, mediante copias autorizadas, integrándose al tráfico jurídico. Esta copia autorizada, a su vez, es la transcripción literal de ese instrumento público protocolizado, autorizado por el notario con las formalidades exigidas por la ley. 30 La aclaración es nuestra. “LEGALIZACION: Los que suscribimos Notarios del Colegio de la Habana con residencia en la misma, damos Fé: que el Sr Ramón M. Ruiz Rodriguez, por quien aparece suscripta la copia que antecede de la escritura número sesenta y nueve, otorgada en diez y nueve de Febrero del corriente año, es como se titula Notario con residencia en esta Capital y suya al parecer la firma y rúbrica que autoriza dicha copia, como también que ejercia el cargo en la fecha de la expedición. Habana, Octubre diez y siete de mil novecientos trece. (sic) Firman Julián Zanety y Miguel Suarez y concluye con los siguientes datos: “Libro Indicador, Tomo Primero, acta número 19, Habana 17 de octubre de 1913” (sic) Finalmente al llegar al museo de Cárdenas embaladas en cajas dichas piezas, Rojas requiere la presencia del Abogado y Notario Público cardenense, el Licenciado Domingo Pérez Manso, para que, como se expresa en el apartado segundo del Acta Notarial No. 23 hecha en Cárdenas, el 16 de febrero de 1914: “Que con el indicado carácter (Director del museo30), me requiere a mi, el Notario para que constituyéndome con su asistencia en el edificio que ocupa dicho museo presencie y consigne en acta Notarial… va a proceder a la apertura de tres cajas de madera que se encuentran depositadas en dicho museo y extraer de ellas varios objetos de valor históricos… que pertenecieron al Mayor General del Ejercito Libertador de Cuba Maximo Gomez y Baez… fueron entregadas espontáneamente al que dice por el donante Urbano Gomez Toro, hijo del referido Mayor General…’’(sic) 31. 31 Se trata de lo que en nuestras normas legales vigentes del derecho notarial se conoce como Acta de Presencia. El artículo 85 del Reglamento de la Ley 50/1984, De las Notarías Estatales expresa: Las actas se clasifican en: … b) de Presencia: que acreditan la realidad o veracidad del hecho, acto o circunstancia cuya certeza le consta al notario por su comprobación personal. Esta acta incluye toda clase de requerimientos efectuados por una persona a otra, ofrecimientos de pago, entrega de dinero, documentos y objetos y de existencia de personas o cosas. No cabe dudas que en adquisiciones como estas, a las que daba la mayor importancia, toda precautoria era para él utilizable y necesaria. 2.3 Las Certificaciones. Tanto en los Libros de Actas y Correspondencia, como en la colección de documentos de autenticidad generados por Oscar María de Rojas, es la certificación, como cabría esperarse, la más utilizada, considerando su condición de director del museo. Son realmente incontables las que realizó, pero hemos querido transcribir una más, que a nuestro juicio reafirma su especial sentido jurídico-práctico. Se trata de una conversación sostenida con Bernarda Toro, la esposa del Generalísimo Máximo Gómez, ya acaecida la muerte de este: ``Certifico que no habiendose recibido los muebles del Generalísimo , a pesar de las gestiones practicadas por los Sres. Benito Laguerruela y V . Fonts , siendo el 25 de mayo de 1911 me persono acompañado de D Luis Andux , en la morada de la Sra Vda . de Gómez , Avenida de Estrada Palma en Jesus del Monte , Habana , y habiendo tenido la suerte de hallar ahí a la citada Sra Bernarda Toro de Gómez , la enteré de la solicitud que a nombre del Museo de Cárdenas se ha venido haciendo para colocar en la habitación los muebles que pertenecieron al Libertador y bien emocionada , ofrecio formalmente que entregaría los citados objetos y a solicitud nueva , que acompañaría un recuerdo de su difunto hijo el Capitán Franco Gomez Toro y un traje completo del inmortal José Martí y Pérez , que el Gral Gómez conservaba como reliquia de aquel apóstol de ntras libertades __ y bien determinado , queda este asunto arreglado por todo lo cual expido el presente documento para su constancia y cumplimiento . Oscar M . Rojas´´ (sic) Era esta, una intencionada entrevista que como hecho concreto no reportaba un beneficio, protección o constancia inmediata sobre algo, pero significaba quizás, a nuestro juicio, en un asunto al que Oscar María de Rojas daba particular importancia, una mirada en profundidad hacia un futuro que tal vez se le tornara incierto. CONCLUSIONES El eficiente sistema registral o sistema de documentación, para el control de fondos, implementado por Oscar María de Rojas en la institución que fundó y dirigió, marcó pautas para el trabajo de otros museos de la época, siendo uno de sus más importantes aportes a la museología nacional. La adquisición, identificación y certificación de la autenticidad de objetos y piezas, mediante instrumentos jurídicos, les aumentaba su valor, lo que a la vez proveía a su trabajo de un enfoque de responsabilidad y legalidad. Teniendo en cuenta que solo había vencido el nivel de bachiller, pues no culmina la carrera de Notariado que había iniciado en 1883, puede constatarse, además del enorme esfuerzo que tuvo que hacer para adquirir los vastos conocimientos que le distinguieron, la preeminencia de esa formación jurídica en su pensamiento y proceder. Esa vocación se manifiesta con prodigalidad en las escrituras y actas notariales que solicitó para garantizar la legalidad de determinadas piezas adquiridas para el museo, así como el incalculable número de certificaciones que exigió o emitió personalmente con el mismo fin. Afirmamos que su gran virtud fue comprender de forma acertada cuándo y a qué tipo de resguardo jurídico debía recurrir, para la autentificación y protección de objetos, piezas o circunstancias, que según su preclara percepción, debían quedar amparadas ante posibles eventualidades adversas en el futuro. Asimismo, consideramos que en la actualidad se ha perdido o descuidado el uso de esa previsión de Oscar María de Rojas y quizás no resulte nada ocioso que se le tuviese más en cuenta, adecuándose en lo pertinente a las realidades y procederes actuales.

domingo, 4 de octubre de 2015

El multitudinario retrato de los constructores del Capitolio.

Por: Jorge Oller Oller. Tomado de www.cubaperiodistas.cu
A principios de 1929 se dieron los toques finales a la majestuosa fachada del Capitolio Nacional. Carlos Miguel de Céspedes, cardenense que fue Secretario de Obras Públicas y máximo impulsor de las obras, quiso reunir en la escalinata a todos los constructores que día a día, con su esfuerzo creador y constructivo, levantaron esa obra faraónica y retratarlos a todos juntos como documento y recuerdo. Rafael Pegudo Gallardo, entonces reportero gráfico de la revista Carteles,recordaba que El Dinámico (así le llamaban a Carlos Miguel) le encomendó al director técnico y artístico de la obra, Eugenio Rayneri, la disposición ordenada de los trabajadores en la escalinata. Este y su equipo levantaron un plano, calcularon las áreas que cubriría cada especialidad o sector constructivo y reservaron en el centro un lugar de honor para Carlos Miguel y el presidente Gerardo Machado quienes presidirían la monumental fotografía. El estudio previo realizado por el equipo de Rayneri indicó que había unos cinco mil obreros cubanos, españoles y de otras nacionalidades trabajando a pie de obra como capataces, carpinteros, canteros, electricistas, albañiles, jardineros, mecánicos, escultores, cerrajeros, cocineros, peones y personal de apoyo. Se incluían a unos cientos de trabajadores que ya habían concluido sus tareas y a los especialistas de una veintena de empresas cubanas y extranjeras contratadas para el acabado. Sin embargo, otros tres mil trabajadores no podían retratarse porque trabajaban en talleres de Italia, Francia e Inglaterra creando las esculturas y cuadros o fabricando herrajes, cortinas y decorados que enviaban a La Habana. Dos de los fotógrafos se preparan para retratar a los obreros son ellos: Octavio de la Torre, a la izquierda, con una cámara de 8 x 10 pulgadas, a la derecha Arturo Martínez Illa con la cámara panorámica. Los dos obtuvieron el primer y segundo premio respectivamente. Rayneri y el jefe de fotografía de la Secretaría de Obras Públicas, Manuel Martínez Illa, estudiaron la posición del sol en los distintos horarios y determinaron que la mejor hora era entre las 10 y las 11 de la mañana. También acordaron la altura y ubicación de una plataforma que situarían frente a la escalinata para que los fotógrafos y camarógrafos tuvieran una mejor visualización. Los directores de la compañía Purdy& Henderson encargada de la construcción del Capitolio no sólo se entusiasmaron con la idea sino que ofrecieron un premio al fotógrafo que captara el mejor retrato del grandioso grupo. El sábado 9 de febrero de 1929 fue el día seleccionado para el retrato. Muy temprano, un enjambre de obreros, técnicos y dirigentes, con sombreros de pajilla y camisas blancas recién planchadas, fueron situándose ordenadamente en el lugar que tenían asignado en la escalinata. Frente a ellos,sobre una plataforma, los reporteros gráficos de la prensa capitalina y algunos fotógrafos profesionales iban colocando las enormes cámaras sobre los trípodes, preparándose para captar el acontecimiento. Rafael Pegudo recuerda que aquel día fue con su compañero de trabajo Fernando Lezcano Miranda al Capitolio y fueron recibidos al pie de la escalerilla de la plataforma por Manuel Martínez Illa, jefe de Fotografía de Obras Publicas que había sido designado por Carlos Miguel de Céspedes para atender y facilitar el trabajo de los fotógrafos. Arriba, en el tablado, estaban Enrique Figarola Gómez ”Kiko” y Generoso Funcasta Boizan del diario El Heraldo de Cuba; Fernando Fernández Prieto, de El Mundo; Federico Buendía Pérez del Diario de la Marina; José López López de La Prensa; José Luis López Gómez y Miguel Angel Díaz Barreto de Excélsior; Amador Vales González de Bohemia y Federico Gibert Valdés, jefe de fotografía deEl País, con todo su equipo de fotógrafos integrado por Juan Manuel Guerrero Campanearía,Francisco Pérez Recio y Emilio Molina Cuervo. También José García Ruiz corresponsal de la United Press y Octavio de la Torre Mora, fotógrafo de la Secretaría de Obras. Pegudo saludo igualmente a Arturo Martínez Illa quien residía en Caibarién y se dedicaba a recorrer la Isla con su cámara panorámica, retratando centrales azucareros, industrias y grandes grupos de personas. Su hermano Manuel lo había invitado para hacer una panorámica de los obreros del Capitolio porque el departamento que dirigía no disponía de ese tipo de cámara. El Capitolio desde el aire tomado unos días después de la inauguración el 20 de mayo de 1929. A las 10 y 30 de la mañana un locutor anunciaba por unos altavoces colocados en los alrededores de la escalinata la llegada del Presidente Machado y Carlos Miguel de Céspedes. Después de los saludos y aclamaciones se situaron todos en sus posiciones. De nuevo se escuchó la voz del locutor indicando que los fotógrafos estaban listos para fotografiarlos y debían permanecer quietos y mirando a las cámaras. De inmediato los obturadores de unas treinta cámaras comenzaron a funcionar. Diez minutos después Machado alzó los brazos para saludar a los fotógrafos y después a los obreros que estaban a los lados y al fondo. En medio de aplausos y aclamaciones se marcharon y en unos veinte minutos la escalinata quedó vacía, en la plataforma algunos fotógrafos rezagados recogían sus cámaras y placas. Según cuenta Pegudo, el fallo del Jurado se dio a conocer el 24 de febrero. El premio correspondió a Octavio de la Torre con 150 pesos y un Diploma y también se otorgó un premio especial o segundo premio con 75 pesos y Diploma a la panorámica que hizo Arturo Martínez Illa. Los días siguientes fueron muy atareados para Manuel Martínez Illa y Octavio de la Torre por la cantidad de fotografías que continuamente pedía Carlos Miguel para regalar. Manuel Martínez Illa, Jefe del Departamento de Fotografía y Cine de la Secretaria de Obras públicas y Octavio de la Torre,quien obtuvo el primer premio del Concurso y fotógrafo también de dicho departamento. La fotografía de los trabajadores del Capitolio ha sido el retrato donde mayor número de personas han posado en Cuba. Cada uno de los retratados recibió una copia de recuerdo por haber dedicado más de tres años de su vida en construirlo, cinco de ellos encontraron la muerte mientras trabajaban. El talento de todos estos hombres se recuerda en una sencilla y honrosa placa situada en una de sus paredes: Una plegaria para los que dieron su vida. Un recuerdo para todos los que pusieron en estas piedras brazos, ciencia y espíritu. Fuentes: Conversación con Rafael Pegudo Gallardo, reportero gráfico de Carteles y El Mundo,profesor de fotografía de la Escuela de Periodismo “Manuel MarquezSterling” y autor de varios libros de la especialidad, el día 14 de agosto de 1980 en su casa. Rotograbado del Diario de la Marina del 17 de febrero de 1929. Agradecimientos: Maité Hernández Alfonso, gestora cultural de la Casa de las Tejas Verdes, Oficina del Historiador de la Ciudad. Patricia Zornoza Suárez, Jefa del departamento de colecciones raras,Biblioteca Central de la Universidad de La Habana. Idania Esther Rodríguez Ortega, historiadora.

Una foto monumental.

Por: Ciro Bianchi Ross • digital@juventudrebelde.cu Tomado del periódico Juventud Rebelde.
Con motivo de la serie sobre los terrenos del Capitolio, publicada en este diario los días 13, 20 y 27 de septiembre pasados, no pocas personas me han interceptado en la calle para preguntar cuántos obreros y técnicos laboraron en la construcción de ese edificio. El dato, interesante de por sí, está matizado por la anécdota. Sucede que el cardenense Carlos Miguel de Céspedes, secretario (ministro) de Obras Públicas del presidente Gerardo Machado y máximo impulsor de la edificación, «quiso reunir en la escalinata a todos los constructores que día a día, con su esfuerzo creador, levantaron esa obra faraónica y retratarlos a todos juntos como documento y recuerdo». La escena en cuestión fue captada al mismo tiempo por unos 30 fotorreporteros de la prensa nacional, algún que otro corresponsal extranjero y algunos fotógrafos profesionales. La imagen atrapada por las cámaras se considera la fotografía «donde mayor número de personas ha posado en Cuba», escribe José Oller en El multitudinario retrato de los constructores del Capitolio, que hace ya bastante tiempo dio a conocer en su columna del sitio digital cubaperiodistas.cu. Recuerda Oller que Rafael Pegudo, que había sido reportero gráfico del periódico El Mundo y profesor de Fotografía de la Escuela de Periodismo Manuel Márquez Sterling, le contó en 1980 que cuando la construcción del Capitolio estaba a punto de finalizar, «el Dinámico», que era como apodaban a Carlos Miguel, pidió al arquitecto Eugenio Rayneri, director técnico y artístico de la obra, que tomara las medidas pertinentes para que la fotografía se realizara según sus indicaciones. Quería Carlos Miguel la disposición ordenada en la escalinata de todos los trabajadores. Rayneri y su equipo entonces levantaron un plano, precisaron el número de trabajadores que prestaba servicio en cada área y calcularon a partir de ahí el espacio que ocuparía en la escalinata cada sector o frente de trabajo. En el centro habría un lugar de honor para Carlos Miguel y el presidente Machado. «El estudio previo realizado por el equipo de Rayneri indicó que había unos cinco mil obreros cubanos, españoles y de otras nacionalidades trabajando a pie de obra como capataces, carpinteros, canteros, electricistas, albañiles, jardineros, mecánicos, escultores, cerrajeros, cocineros, peones y personal de apoyo. Se incluía a unos cientos de trabajadores que ya habían concluido sus tareas y a los especialistas de una veintena de empresas cubanas y extranjeras contratadas para el acabado. Sin embargo, otros tres mil trabajadores no podían retratarse porque trabajaban en talleres de Italia, Francia e Inglaterra creando las esculturas y cuadros o fabricando herrajes, cortinas y decorados que enviaban a La Habana», escribe José Oller en El multitudinario retrato de los constructores del Capitolio. Rayneri y Manuel Martínez Illa, jefe de Fotografía de la Secretaría de Obras Públicas, estudiaron la posición del Sol en los distintos horarios y determinaron que la foto debía hacerse entre las 10 y las 11 de la mañana. Acordaron también la altura y ubicación de una plataforma que situarían frente a la escalinata para que los fotógrafos y camarógrafos tuvieran una mejor visualización. Los ejecutivos de la empresa Purdy&Henderson, encargada de la construcción del edificio, ofrecieron un premio al fotógrafo que captara la mejor imagen del grupo. El sábado 9 de febrero de 1929 fue el día escogido para la foto; el Capitolio se inauguraría el 20 de mayo siguiente. Muy temprano en la mañana, obreros, técnicos y dirigentes fueron ocupando las posiciones que tenían asignadas en la escalinata. Arribó también la prensa. Pegudo, que trabajaba entonces para la revista Carteles, rememoraba en su conversación con José Oller la presencia de los reporteros gráficos de El Mundo, Bohemia, Diario de la Marina, Heraldo de Cuba, Excélsior, La Prensa… Federico Gilbert, jefe de Fotografía del periódico El País, llegó con todo el personal de su departamento. Al pie de la plataforma los saludaba el jefe de Fotografía de Obras Públicas a quien Carlos Miguel confiara la atención de los periodistas. Llegó además el fotógrafo de la Secretaría de Obras Públicas y Arturo Martínez Illa, hermano del jefe del departamento, que recorría la Isla con su cámara panorámica y atrapaba imágenes de industrias y centrales azucareros y grandes concentraciones de personas. Manuel lo había invitado a participar de la megafoto porque la Secretaría carecía de una cámara como la suya. Todos los fotógrafos subían a la plataforma e instalaban sobre trípodes sus enormes cámaras, preparados para captar el acontecimiento. Escribe Oller en cubaperiodistas.cu: «A las 10 y 30 de la mañana un locutor anunciaba por unos altavoces colocados en los alrededores de la escalinata la llegada del presidente Machado y Carlos Miguel de Céspedes. Después de los saludos y aclamaciones se situaron todos en sus posiciones. De nuevo se escuchó la voz del locutor indicando que los fotógrafos estaban listos para fotografiarlos y debían permanecer quietos y mirando a las cámaras. De inmediato los obturadores de unas 30 cámaras comenzaron a funcionar. Diez minutos después Machado alzó los brazos para saludar a los fotógrafos y después a los obreros que estaban a los lados y al fondo. En medio de aplausos y aclamaciones se marcharon y en unos 20 minutos la escalinata quedó vacía; en la plataforma algunos fotógrafos rezagados recogían sus cámaras y placas». El premio a la mejor foto (150 pesos y diploma) correspondió a Octavio de la Torre, fotógrafo de Obras Públicas, y el segundo (75 pesos y diploma) fue para la panorámica de Arturo Martínez Illa. Cada uno de los fotografiados recibió una copia de la fotografía, como recuerdo y homenaje por haber dedicado unos tres años a la construcción del Capitolio. Una tarea enorme cayó sobre Manuel Martínez Illa y su ayudante Octavio de la Torre por las numerosas fotocopias que Carlos Miguel pedía para regalar. Precisa José Oller que cinco trabajadores perdieron la vida mientras laboraban en la construcción del Capitolio, y concluye: «El talento de todos estos hombres se recuerda en una sencilla y honrosa placa situada en una de sus paredes: Una plegaria para los que dieron su vida. Un recuerdo para todos los que pusieron en estas piedras brazos, ciencia y espíritu».

sábado, 3 de octubre de 2015

Seleccionada la cueva cardenense Saturno entre las Maravillas naturales de Cuba en fotos.

Luego de un análisis en el que se tuvo en cuenta las imágenes que mostraban sitios con reconocimientos internacionales y con categorías de manejo más estricta, ya que albergan los mayores valores naturales del país, en agosto se publicaron 24 imágenes finalistas Autor: René A. Castaño Salazar | rene@granma.cu
Como parte de las actividades en homenaje al aniversario 50 de la fundación del periódico Granma y después de casi ocho meses de lanzar la convocatoria en estas páginas para la Selección fotográfica de las Maravillas naturales de Cuba, hoy publicamos las diez imágenes de los parajes que nuestros lectores escogieron como los más impresionantes de la naturaleza cubana. Algo más de 500 fotografías, de 130 paisajes nacionales —enviadas a nuestra redacción desde todo el país y de varias regiones del mundo—, fueron procesadas para esta Selección, de las cuales solo 379 cumplieron con las normas requeridas y fueron analizadas por los expertos del Centro Nacional de Áreas Protegidas (CNAP), perteneciente al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. Luego de un análisis en el que se tuvo en cuenta las que mostraban sitios con reconocimientos internacionales y con categorías de manejo más estricta ya que albergan los mayores valores naturales del país, en agosto se publicaron 24 imágenes finalistas. Durante todo septiembre, a través del correo postal, electrónico y el sistema de votaciones de la página web los lectores nos hicieron saber sus opiniones y preferencias. Agradecemos a los especialistas del CNAP por su contribución y a todos los que, acogiendo esta idea como suya, participaron en ella desde sus comunidades, escuelas y centros laborables, entre ellos los trabajadores del Grupo de Gestión Am­biental de la Empresa Constructora de Vías Férreas de Place­tas, Villa Clara y al departamento de Extensión Universitaria de la Facultad de Ciencias Médicas de Matanzas. No todas las provincias estuvieron igual representadas en esta idea, aun cuando sabemos que de oriente a occidente quedan muchos sitios —también sorprendentes— por des­cubrir. FELICITACIONES —así, en mayúsculas— a los autores de las 24 imágenes finalistas y multiplicadas para aquellos diez que desde hoy saben que gracias a su agudeza fotográfica y al vínculo con el medioambiente han contribuido a divulgar, un poco más, los tesoros naturales que guarda el archipiélago cubano. Considérese a la Selección fotográfica como otro recordatorio para la protección y conservación del patrimonio natural nacional. Que la belleza representada en las imágenes perdure para que las próximas generaciones de cubanos también se enorgullezcan al contemplarla. Las diez imágenes seleccionadas fueron: Cueva Saturno, Cárdenas, Matanzas (1 062 votos, 746 en la web, 265 por email y 51 por correo postal). Foto: Ernesto Cruz Hernández. Valle de Viñales, Parque Nacional Viñales, Pinar del Río (1 147 votos, 740 de ellos en la web, 360 por email y 47 por correo postal). Foto: Agustín Rey Borrego Torres. Caverna El Panal, Sierra Guasasa. Parque Nacional Viñales, Pinar del Río (1 068 votos, 693 en la web, 346 por email y 29 por correo postal). Foto: Raudel del Llano Hernández. Caleta Buena, Playa Girón. Reserva de la biosfera península de Zapata (840 votos, 628 en la web, 195 por email y 17 por correo postal). Foto: Giancarlos Barsotti. El Yunque de Baracoa, al fondo. Monumento nacional natural de Guantánamo (764 votos, 539 en la web, 200 por email y 25 por correo postal). Foto: Patrick Tesseron. Gran Parque Nacional Sierra Maestra, Granma (739 votos, 431 en la web, 290 por email y 18 por correo postal) . Foto: Osbel Sabiel Silva Licea. Salto Sendero de Vegas Grande. Paisaje Natural Protegido Topes de Collantes, Sancti Spíritus (703 votos, 492 en la web, 180 por email y 31 por correo postal). Foto: MaylínDíaz Pardillo. Punta de Farallones, Marea del Portillo, Pilón, Granma (684 votos, 493 en la web, 169 por email y 22 por correo postal). Foto: Julio Hernández Rodríguez. Hoyo de Morlotte. Parque Nacional Desembarco del Granma, Cabo Cruz, Niquero, Granma (670 votos, 289 en la web, 324 por email y 57 por correo postal). Foto: Yamilé Luguera González. Salto El Guayabo. Parque Nacional La Mensura, Pinares de Mayarí, Holguín (669 votos, 319 en la web, 300 por email y 50 por correo postal).Foto: Leydis Mariam Martín Martínez.

viernes, 2 de octubre de 2015

Para hacer en Varadero: un museo mágico que te transporta al pasado del balneario.

Por: Ernesto Alvarez Blanco.
En el afamado balneario de Varadero existen aún notables ejemplares de la arquitectura en madera. Uno de ellos alberga, desde el 5 de diciembre de 1981, el Museo Municipal de Varadero. Fue construido entre 1920 y 1921. El 5 de diciembre de 1981 fue inaugurado en este lugar el Museo, en el que se exhiben singulares piezas relacionadas con la historia del balneario. Ver el artículo completo en inglés en el sitio web: https://cubaholidays.co.uk/blogs/posts/114106/pay-a-visit-to-a-magical-museum-thatll-ferry-you-back-to-varaderos-past


"De amar las glorias pasadas se sacan fuerzas para adquirir las glorias

nuevas".

José Martí



“… la HISTORIA NOS AYUDARÁ A DESCUBRIR LOS CAMINOS DE HOY Y DE MAÑANA, A MARCHAR POR ELLOS CON PASO FIRME Y CORAZON SERENO Y A MANTENER EN ALTO LA ESPERANZA (...)”.

RAMIRO GUERRA