Una Mujer, una Ciudad: Carilda Oliver
en Cárdenas.
Por: Roberto
González y Miguel Ángel Luzbel.
Mito y Leyenda de la cultura matancera y Premio Nacional de Literatura 1997, es
suerte y privilegio para cualquier comunicador social; por todo ello nos
sentimos halagados y satisfechos de que una tarde de junio del 2003, la novia
de Matanzas, con su habitual cordialidad y gracia natural para el diálogo, nos
recibiera en su casona de la Calzada de Tirry No. 81, en donde con la sabiduría
del orfebre o del escultor, arma sueños y fantasmas, entre cuadros, libros y
esculturas, regalos de amigos y admiradores.
Mujer bella, amante de lo cubano, Carilda siente una
atracción especial por la ciudad de Matanzas y por Cuba: A
mí me pueden confundir con una palma o con una ceiba, pero con nada más, yo he
estado en tantos países, la Unión Soviética, Bulgaria, Polonia, Checoslovaquia,
a México he ido dos veces, a Venezuela cuatro, a España tres veces, a los
Estados Unidos seis veces, ¡y me quedo con Cuba!... En cuanto a mi amor por
Matanzas, eso no se puede describir con palabras, eso es sentimiento y los
sentimientos las palabras no pueden plasmarlos... Es que yo no soy amiga de las
grandes ciudades, a mí me interesan más bien las pequeñas ciudades, y ciudades
como Matanzas, tan serena, juiciosa, no es que me quieran mucho, porque tengo
la suerte de que me quieran también en
otras partes...
El más importante vínculo de la poetisa con la
ciudad de Cárdenas, se remonta al año 1950 durante la celebración de los III
Juegos Florales Nacionales, celebrados
aquí, y en los cuales resultó ganadora con su Canto a la Bandera, obra que los críticos señalan como fundamental
en la épica cubana por su significación y trascendencia.
En la composición, la autora, inspirada en el
mundo exterior, nos narra hechos que reflejan la vida colectiva del pueblo
cubano y sus hazañas guerreras; sus personajes son héroes que consumaron
acciones extraordinarias en la lucha por nuestra independencia, y lo hace en
forma versificada, manera en que se expresa, fundamentalmente, la épica.
unos encuentros, adolescente podríamos decir, en el Instituto de Matanzas, que
tenían lugar entre compañeras y compañeros atletas de Cárdenas y de Matanzas,
había una rivalidad entre las dos ciudades que no pasaba de ser el fervor del
atleta... Después yo estuve allí, di conferencias sobre poesía, muy ligeras, en
el colegio La Progresiva de Cárdenas, también en distintos centros escolares de
la Ciudad. Bueno, vamos a llegar al asunto del Premio Nacional de Poesía del
Centenario de la Bandera. Los Juegos Florales se organizaron de forma ejemplar,
de forma maravillosa, con mucho orden, mucho rigor, y mucho lujo... El Cine
– Teatro Cárdenas[1]estaba precioso, el
escenario era una flor gigantesca, la bandera cubana hecha flor... Yo tengo
fotos de ese escenario, yo en el escenario; por entonces, era Presidente de la
República Carlos Prío Socarrás, y vino a aquel evento que fue nacional, porque
era la celebración de la bandera, el izamiento de la bandera, que como todos
sabemos fue por primera vez en suelo cubano en Cárdenas. A la ceremonia asistió
todo el Cuerpo Diplomático acreditado en Cuba. De aquella actividad guardo un
álbum con fotos de lo que ocurrió ese día y, además, la réplica en oro de la
Flor Natural que me otorgaron, la Flor Natural era el símbolo de esos Juegos.
La conmemoración en 1950 del Centenario del izamiento en
Cárdenas, por primera vez en Cuba, de nuestra Enseña Nacional, fue un hecho trascendente y marcó una pauta en la
vida de la joven y prácticamente desconocida poetisa. También se sintió
cautivada por la figura martiana y en 1953, Año del Centenario del Apóstol,
escribe su Canto a Martí, el que
luego fue publicado por la Imprenta Pimentel
con el auspicio del Gobierno Provincial de Matanzas. Esta publicación
fue presentada en Cárdenas el 19 de mayo de 1953.
Era el año del Centenario de Martí,
había que escribir de todos modos de Martí, yo escribí dos poemas, uno que
salió a la luz y otro que estaba escrito en décimos y que fue a un concurso de
la Universidad de La Habana y que al parecer ganó el Premio según me dijeron...
era lo que pudiéramos decir un llamamiento al combate, estábamos en una época
terrible como todos sabemos en 1953, ganó el Premio, pero no me lo dieron y
este, claro, yo no lo publiqué, porque hubiera parado en la cárcel, pero el
otro tiene también su parte en que se nota la rebeldía, pero era más acertado
porque fue un poema hecho independientemente del acto de uno manifestar su
verdad política, entonces, era rebelde y se nota, porque eso es algo que uno no
se puede quitar como un vestido.
Durante la vida de Carilda Oliver
Labra, hay otros momentos que la vinculan a la ciudad de Cárdenas y a
figuras
prominentes de la misma; como los Dres. Ada Carballo y Gerardo Fernández y, por
supuesto, a los que algún momento en la década del 60 del pasado siglo fueron
sus compañeros de trabajo o sus alumnos de pintura en la Escuela Pública Llaca,
hoy sede de la Clínica de Neurodesarrollo Rosa Luxemburgo, primera institución
de este tipo inaugurada en la Isla.
... fue una época un poco convulsa; yo había tomado parte en
la lucha por el triunfo de la Revolución... Fue una época en la que había que
priorizar algunas tareas, entre ellas el problema del magisterio, yo nunca soñé
con ser maestra, que creo que es algo como un apostolado, yo tenía el título de
Maestra de Artes Plásticas (Profesora de Dibujo, Pintura Escultura), además,
era Abogada; entonces fui a concurso
y, me gané la plaza de Cárdenas, y empecé a
ejercer el magisterio en la escuela
Llaca; iba por el día, luego hubo una plaza en Matanzas y me
trasladé, porque, claro, tenía que dar
los viajes; y a mí la escuela me encantaba; yo lloré cuando me fui de la Llaca,
yo era muy sentimental y los niños lloraron conmigo (...) de la época (...)
recuerdo a Ada Carballo, a la que he seguido viendo, a la Directora de la
Escuela que era una persona maravillosa, Amalia González Toledo; ella era una
persona con quien tuve mucha relación y a quien le agradezco muchísimas
atenciones... A Gerardo Fernández y a Gonzalo Alvarez; me estaba acordando de
ellos, pero no fue en la Llaca donde los conocí, porque ellos eran profesores
del Instituto de Segunda Enseñanza de Cárdenas, de Español, y tuve buena
amistad con ellos.
Otras personalidades de la cultura local
vinculan a Carilda con Cárdenas, destacándose la pintora, escultora, grabadora
y ceramista Olga Ojeda Díaz y el poeta, periodista e historiador Roberto Bueno
Castán, este último fallecido en el 2002.
Olga es una
gran artista, muy valiosa en todos los aspectos. Yo la conocí a ella a través
del pintor Tom Catá. Aquel cuadro me lo hizo él y otro que está en la sala[2];
entonces, Tom vivía en Varadero y quería mucho a Cárdenas; él fue quien me
presentó a Olga Ojeda y después, nos encontramos en las Artes Plásticas, porque
ella es pintora, y, además, escribe... y como ama a Cárdenas ella!. Bueno, es
así, es una relación muy amistosa, muy pura, Olga es una persona que no habla
mal de nadie, que se lleva bien con todo el mundo, que siempre está pensando en hacer el bien, que donde hay arte, allí está Olga; es así, y yo
siempre la recuerdo por eso, la veo como
un ejemplo artístico de pureza, ella
nunca se ha debido a una causa económica, ni a un problema de interés ni
nada, además, es una magnífica artista,
aquí en Matanzas se le
quiere mucho; nosotros la
tenemos como matancera porque aquí cooperó en muchísimas
cosas... De Cárdenas yo conocí a otra persona que también estimé mucho, que era
periodista, Roberto Bueno Castán; sus primeros trabajos y sus primeros poemas me los traía y entonces él,
me hizo entrevistas para periódicos; Roberto Bueno, yo he lamentado mucho su
muerte, hace poco en un Hotel me encontré una hija[3]
de él, que me vino a hablar de su padre; yo no pude ir a verlo, fue el día que
me estaban haciendo un homenaje en el Meliá Varadero, inaugurando la Galería
que lleva mi nombre, ella estaba muy conmovida porque su papá estaba muy
enfermo, pero yo no pude ir a verlo... Roberto Bueno Castán...
Poetisa de pura cepa, Carilda es
una mujer distinta a las otras, una mujer que en cada verso, en cada frase,
desborda alegrías, fantasías, sueños... En su manera de decir, de contar hechos
y sucesos, es una mujer que atrae y que le gusta sentirse atraída, ofrece
poesía con el corazón.
... Siempre la poesía nos salvará,
eso es inexpresable... Yo me siento bien, estamos hablando de poesía, parece de
otros temas, y yo me siento feliz, siempre, siempre, me siento feliz, porque en
la poesía está lo mejor del hombre, y trata uno siempre de expresarse en poesía
con lo que pudiéramos decir los sentimientos más puros, y siempre nos salvará
la poesía, y al que es músico, por ejemplo, lo salva la música, y al que sea
pintor el arte... El arte es una superestructura, es lo de adentro y lo de
afuera, y nos mantiene; es el alimento del espíritu, ¿no es verdad?...La poesía
es nuestro manjar... Qué suerte de haber nacido poeta, digo yo, porque me cura de
muchas cosas, no solamente me salva, me cura de muchas cosas, de muchas traiciones, de muchas cosas desagradables, de muchos momentos, realmente, que
no hubiéramos deseado vivir,
pero siempre, siempre ella nos cura y nos salva; buena sea la vida si hay poesía...
Con la caída de la tarde
sobre el San Juan y con la alegría y el optimismo como premisa, nos despedimos
de Carilda Oliver Labra, la mujer amada por muchos, la escritora de fina y
certera pluma, la que es verso y leyenda viva, la amiga oportuna,... la
saludable voz secreta/ en Calzada de Tirry 81.
De los autores:
Ø Roberto Antonio González González. Nació en Cárdenas el 17 de enero de 1962. Trabaja como
director de programas en Radio Ciudad Bandera. Ha obtenido premios en varios
Festivales Provinciales de la Radio y en los concursos literarios Fray Candil y
Basilio Alfonso de Cárdenas y Varadero, respectivamente. Escribe poesía para
niños y para adultos, teatro y testimonio. Trabajos suyos han aparecido en las revistas La Gota de Rocío y Cangrejo
de Papel así como en el boletín El
Cardenense. Es Asesor de la Oficina del Historiador de la Ciudad de
Cárdenas.
Ø Miguel Ángel Luzbel Pino. Nació en Unión de
Reyes, Matanzas, el 26 de abril de 1969. Es Licenciado en Cultura Física.
Labora en Radio Ciudad Bandera como locutor y periodista. Ha pasado cursos de
locución y realización de sonido y postgrados de técnica subliminal en la
comunicación. Tiene en su haber varios premios en Festivales Provinciales y
Nacionales de la radio. Trabaja también como reportero para las emisoras Radio
Taíno Habana y Radio Habana Cuba.
[1] Actualmente se somete este
edificio a una restauración capital, gracias a los programas de la Revolución
que se aplican en el municipio de Cárdenas.
[2] Olga Ojeda conserva
también en su casa del reparto cardenense José A Echeverría un retrato que le
hizo Tom Catá.
