ERNESTO ALVAREZ BLANCO.
15 DE AGOSTO DE 2011
Felipe III y la Dorada.(fragmentos)
Por: Ernesto Álvarez Blanco.
Juan Maldonado y Barnuevo, Gobernador de la Isla de Cuba informó al Monarca en una misiva, fechada en La Habana el 30 de marzo de 1599, que a principios de ese mismo año había enviado a Baracoa al sargento Juan Gutiérrez con 8 soldados, con objeto de que averiguase en esa población todo lo relacionado con los rescates, prendiese a los culpables y los trajese a La Habana. Baracoa, según afirmó el Gobernador Maldonado al Rey era por entonces, un poblado:
“… pequeño y de poca gente y ninguna hay en el que no rrescate [sic] y los alcaldes y el cura los primeros teniendo presos cinco u [sic] seis y hechas sus diligencias para venirse los que andaban huidos en el monte se concertaron con unos flamencos y franceses que estaban en un puerto tres leguas de allí y una noche los metieron en el lugar y prendieron al Juan Gutiérrez soltaron los que él tenía presos según me escriben los que andaban en el monte hay dos de los franceses estaban ya para irse que me parece tenían ya cargados sus navíos y se volverían luego a Guanaibes , que es un puerto junto a la Yeguana donde estaban siete u ocho navíos y han estado todo este invierno tan de asiento como en la Rochela enviando desde allí sus lanchas a cargar los cueros que les dan por todos aquellos hatos y puerto lo que sucedió entenderá V. [Vuestra] Mag. por la Rcn. [Relación] de Gonzalo Franco piloto que va con esta de lo que después hubiere sucedido enviaré en el primer aviso que lo quedo aguardando por horas […].
Aquel lugarejo es muy pequeño y mal poblado porque no ha quedado allí sino el deshecho de esta Isla que son hasta treinta hombres de diferentes naciones y algunos mestizos y acuden allí ingleses y franceses por el palo de ébano y de Brasil que hay y alguna comida es un paso de mucha consideración porque todos los navíos que vienen a las Indias de las Islas de Canarias y los que vienen de esos reinos de aviso como es su camino por la Canal Vieja le vienen a reconocer y habiendo allí ladrones los han de tomar como haya sucedido dos vesses [sic] en poco tiempo y creo cierto sería muy acertado despoblarlo por que [sic] V. Mag. no tiene de él ningún provecho ni dios se sirve que como esta tan otras mano y es tan pobre la gente por maravilla hay sacerdote que quiera estar allí sino algún fraile que anda medio huido de su orden como ahora había uno que es el mayor Rescatador de todos aunque sirviéndose V. Mag. de mandar limpiar aquellos puertos de la Española que hará con muy pocos navíos y costo cesará todo esto y esos cosarios no serán tan dueños como ahora lo son de toda aquella costa […]” .
Como se desprende de sus misivas al Rey, el Gobernador de la Isla Juan de Maldonado trató de arrestar durante el transcurso de 1599, sin éxito, a los más connotados rescatadores de la Isla. Concibió entonces la idea, recomendándola a la Corona, de despoblar Baracoa, la antigua capital de Cuba, en donde el comercio de rescate estaba muy arraigado. Sin embargo, esta drástica medida no se llevó a efecto.
