Rocoteca. Año X.

Por: Lorena Martínez Fotos cortesía de A. Lucas Artiles y I. L. Martell

Desde hace diez años Ivo Luis Martell y la comunidad roquera cardenense celebran en la Casa de Cultura Gonzalo Roig, su Rocoteca, donde roqueros y friquis locales escuchan su música, mueven cabelleras y mejoran su imagen. Detractores y opositores no les faltan pero como cierre del verano, ellos conmemoran el décimo aniversario de su espacio. ¿El domingo se mantiene el Festival? Para Ivo, sin él hubiera sido imposible All You Need Is Love” Lennon-Mac Cartney Luego de rockísticos avatares, propios de un proyecto comunitario y patrocinado por una Casa de Cultura, el domingo 25 de agosto, los roqueros locales cerraron el verano con la celebración del décimo aniversario de su Rocoteca, espacio en el cual oyen sus ritmos, a veces con algún grupo del género. Allí menean sus pelos, socializan, y en algunas épocas compartían para aprenden a valorar esos sonidos que prefieren. Durante toda la semana muchachos difíciles llamaron o se personaron en la institución: ¿el domingo se mantiene?, era la pregunta que solían hacer. Al fin, ese día la música grabada comenzó a atormentarnos sobre las tres de la tarde (¡a la mismísima hora en que murió Lola!), rato después los cuatro tatuadotes invitados comenzaban con su trabajo mientras que en la Galería de la institución, Indira inauguraba la muestra integrada por obras de autores locales vinculadas, de alguna manera, al rock. The last night, de Frank Mendoza es la mayor de las piezas mostradas, acompañada de cuatro caricaturas de Orlando Ramos, da el frente a la exposición; a sus laterales el cartel promocional Fanzineroso, diseñado por el propio editor del fanzine, Claudia Padrón y Lissette Ramos incursionan en el arte digital con tres obras, mientras la periodista Cristina Valdés nos regala su una pequeña postal rock. Peculiar e interesante la Salvación, que ofrece en papel recortado Hany Pérez. Dos esculturas Panal y Al sur de la montaña rusa, de Luis Groso y Osvaldo Pardo respectivamente cerraban la muestra. No son grandes obras, ni de esas que perduran en museos y otros sitios de arte pero su mayor valor descansa en la muestra como tal y la empatía que hallaron en el público receptor. Un perfomance utilizando la técnica de body art vinculó este segmento interno con las afueras del Salón. Poco después comenzaban los conciertos de la tarde entre los que destacaba el debut del grupo: Unchained Souls, y Stuart Made y Putrefactus, bandas venidas desde Jagüey Grande, al sur de la provincia; no faltaron los chicos de Reverse, ni de Space Time. Buenas noches Cárdenas; ¡Esto es Rice and Beans! Casi puntualmente a las 9PM, la voz de Frank, el cantante del más prestigioso grupo de rock local, con reconocimiento nivel nacional, iniciaba con su saludo frase un pequeño recorrido por el mundo de los covers que interpreta la banda en la playa azul. Los “raisanbinos” debían este mini-concierto a sus seguidores desde hacia buen rato, dejándole caliente la pista de la Casa de Cultura a Malas Noticias, encargado de cerrar la fiesta, poco antes de la medianoche. La iniciativa de Ivo Luis, comunicador social, editor de Insanedrac , y representante de una de las bandas presentadas, es excelente. Sólo él, 8quien promociona y defiende la Rocoteca, al género y a sus fan desde los más que difíciles inicios), es capaz de asumir un reto así y lograr un mini-festival con bandas de otros municipios, exhibiendo el trabajo de tatuadores y tatuados, manteniendo la necesaria disciplina con lo que ganaron la anuencia de Mayra, una de las veladoras de la institución. Solo primaron el gasto mínimo de recursos y los deseos de darles un regalo a los amigos amantes del rock and roll. Muchos estuvieron sin moverse de la Casa de Cultura desde horas de la tarde, la más concurrida; a ellos se sumaron quienes regresaban de la playa, que entraban a formar parte del público, algunos de los cuales no abandonaron la institución. Disfrutaron la tarde no solo los actuales roqueros casi adolescentes sino aquellos casi ni jóvenes, casados y con niños quienes no faltaron a la fiesta de los papás; había los que destacaron por su longevidad, como la autora de esta información a quien uno de los muchachos, con atrevimiento adolescente, preguntó, muy sorprendido: “abuela, y usted, ¿qué hace aquí?” .