viernes, 8 de noviembre de 2019

Un proyecto muy especial.

Abuelas y abuelos cardenenses demuestran que la cultura popular tradicional, la historia recordada de forma inteligente y aprehender conocimientos y normas de vida adecuadas para la III edad pueden fundirse en un espacio semanal que ayuda a saber cómo continuar. Por: MsC Lorena Martínez Faxas.
Abuelos son y sus achaques tienen, a cada rato una u otra causa los obliga a quedarse en sus hogares, pero, al parecer, a la gran mayoría, les gusta estar durante el día, en este lugar, se sienten seguros, cuidados, atendidos y tienen muchos espacios como la “peña/taller” Abueleando que, una vez en semana les ayuda a pensar, disfrutar aprender y aprehender muchísimas cuestiones. Son los ancianos(as) de la Casa de Abuelos del municipio de Cárdenas, que bien pudiera considerarse como paradigma en el tratamiento a las personas de la tercera edad del territorio. Ante el incremento ascendente de la esperanza de vida en el país, de lo cual el municipio no es excepción, ha habido que buscar diferentes alternativas de apoyo a las os las demandas, cada vez mayores, de las personas de la tercera edad. Las Casas de Abuelos son una de esas alternativas. La nuestra, la cardenense, fue creada el 10 de diciembre de 1982 y actualmente se encuentra situada fente al parque Martii, en Jenez 84 entre Mercedes y Salud. Cuenta con con una capacidad de sesenta plazas, mujeres y hombres, que alli permanecen entre 7.30 am a 5.30 pm de lunes a viernes y los sábados de 7.30 am a 12.00 meridiano. Brindan un buen, muy bueno, servicio a los mayores que alli realizan ejercicios fisicos, ergoterapia, talleres socioculturales. De vez en cuando salen de excursiones o visitan a otras instituciones similares a lo largo de la provincia. Cumpleannos colectivos, festividades, juegos de mesa y otras actividades completan cada jornada en dicho lugar. La comunicación entre los abuelos,trabajadores y familiares puede ser considerada de buena. Se respeta la gran necesidad que tienen los adultos mayores de escucharse y ser escuchados, de participar, lo que es aprovechado para establecer una comunicación afectiva. (Ver anexos) Tanto la trabajadora social de la Casa como su administradora, el Consejo de Familia y, sobre todo, el Consejo de los ancianos(as) juegan un papel muy activo. Son respetados, escuchados y mantienen un rol de liderazgo en la comunidad. Son entusiastas personas de la tercera edad, que, en general muestran, un estado de ánimo favorable, compartidoras, alegres, con ganas de disfrutar sus espacios en la institución. Casi todos los miercoles entre 2 y 3 de la tarde,sin horario estricto para empezar o terminar “la clase”, se reunen ellos y ellas en el espacio Abueeando, encaminado a la promocion de la cultura populr tradicional, la historia y al aprehender normas de vida adecuadas para la III edad. Es parte del programa sociocultural recreativo de la institución y está vinculado a la Casa de Cultura y el Centro Universitario Municipal. El nombre fue seleccionado por los mismos participantes al igual que la hora aproximada para empezar y muchos de los temas a tratar. Desarrollo: Literatura, auspiciadora del proyecto/tertulia/taller Abueleando, que apela a la participación de los abuelos y abuelas en sus actividades no como entes pasivos sino como actores que, en definitiva, son quienes construyen cada tertulia/taller, en los cuales se priorizan temas tan disimiles como la cultura popular tradicional (CPT), fechas históricas, actualidad nacional/internacional, violencia doméstica y de género, medio ambiente y valores entre otros, casi siempre asumidos desde lo literario y sus múltiples vertientes. Lo primero fue aprender cómo tratar con los ancianos y asumir que cada actividad depende de ellos, de sus actitudes y aptitudes y las posibilidades de enfrentar de una manera más activa y saludable esta etapa del ciclo vital. Acordaron además que los miércoles, alrededor de la dos de la tarde serían los encuentros y, teniendo en cuenta la existencia de un grupo de repentistas y amantes de la décima se hizo el primer el primer taller dedicado a este metro, tan cubano. Fueron primando de manera natural las maneras de hacer estrenándose un sistema de principios colaborativos muy semejantes a los que asume la educación popular preocupándose sobre todo por lo participativo, teniendo en cuenta conscientemente el legado de este tipo de educación en cuanto a educar para transformar y transformar para educar. A partir de los intereses expresados por los miembros de la comunidad el taller, en sus primeros momentos, se centró en la cultura, sobre todo, la popular tradicional que ofrece a instructores y a los talleristas un riquísimo campo para participar, aprender y aprehender, posibilidad de participar, a través de un proceso colaborativo en el que él mismo escoge el modo en que lo desarrollará. Esto es posible ya que la cultura popular tradicional como conjunto de actividades y valores creados, heredados y/o transmitidos por el pueblo para satisfacer necesidades de su vida cotidiana, permite a los ancianos desde su contexto geográfico y socioeconómico específico; refrescar saberes, vivencias y valores, como creaciones emanadas de una comunidad cultural fundada en la tradición, como expresión de identidad cultural preservándolas para los más jóvenes. Oralidad, literatura, música, danza, juegos, mitología, ritos y costumbres se convirtieron en tema de una tertulia/taller donde los entonces 53 ancianos conversaban, debatían y disfrutaban de entre quince y treinta minutos de compartir con un enfoque de "aprender haciendo", aprovechándose de las capacidades de los participantes, como medio para alcanzar los objetivos de aprendizaje. Fue ese el primer paso ganado para estimular la transformación de los sujetos y sus praxis, que caracterizan la visión y misión a la institución como centro de salud. Empezaron a prepararse para el próximo encuentro, esperar a la instructora/especialista, preguntar porque faltaba a alguna de sus citas, en fin, que el, en sus inicios, taller de apreciación/creación se va rápidamente convirtiendo en un espacio idóneo para educar y recrear al adulto mayor de la comunidad de la Casa de los Abuelos cardenense. Jugar a hacer rimas, hacer cuentos, competir por responder primero a alguna adivinanza, recordar pregones y/o refranes, platos que cocinaban mamás y abuelitas, remedios de esos que asustan a cualquiera fueron tema de divertidas tertulias en la que no faltaba la fundamentación teórica a menudo refutada por los propios participantes lo que traía consigo innumerables polémicas y posteriores estudios e indagaciones de la instructora/especialista. No faltó un tema para los carnavales, la música, el danzón, la danza y la cardenense rumba. Pronto la ya para entonces facilitadora del espacio fue invitada a actividades propias de la institución como fiesta de cumpleaños, visitas de otras casas de abuelos de la provincia… Hasta el momento y en su ámbito de actuación hemos aprovechado las jornadas de cultura nacional, la fundación de la ciudad y su semana de cultura, jornadas políticas y/o históricas siempre partiendo del interés y de los temas que han propuestos abuelos (as) al finalizar cada sesión. Una de las mayores satisfacciones de la instructora/especialista en esta primera etapa fue escucharlos decir, de manera directa o mediata: “usted siempre regresa”, “disfrutamos y compartimos juntos”, “gracias por dedicar su tiempo en venirnos a alegrar”. Con ellos he aprendido de recuerdos y maneras de vivir, poemas, historia local, han sido una efectiva ayuda en una investigación emprendida por nuestra cátedra sobre la oralidad, además que me reconfortan y me siento más preparada para abordar la tercera edad de mis familiares y la mía misma. A finales del primer curso d trabajo realizamos una evaluación compartida cuyos resultados fueron favorables para todos y todas. Para el segundo año, género, patrimonio e identidad cardenense compartieron espacio con valores, símbolos patrios, fechas históricas, derechos humanos y la violencia doméstica vista desde el punto de vista de los ancianos. Buscando una diferencia cualitativa con otros proyectos existentes en la localidad auspiciados por el CUM/CUAM, MINED y la APC, los que buscan vincular (educativamente) a la tercera edad y las más nuevas generaciones, decidimos junto con la Casa de Cultura local, comenzar el proceso de convertir en nuestra tertulia/taller en un proyecto comunitario que reforzara lo logrado en bien de los miembros de dicha comunidad. Conclusiones El espacio/proyecto taller Abueleando de la casa de Abuelos contribuye a mejorar la comunicación entre los abuelos(as) de dicho lugar, sus especialistas y con las familias de quienes pasan el día en dicho lugar Ayuda a motivar a los ancianos(as) y a resolver problemas propios de su edad como la necesidad de escucharse y ser escuchados, de su participación comunitaria, a elevar su autoestimo y con ello contribuir a mejorar su nivel de vida. Lecciones aprendidas • La necesidad de técnicas participativas propias de la Educación Popular para motivar a los participantes y abordar los temas de cultura popular tradicional, literatura para llegar a otros muchos más álgidos como género, violencia, derechos humanos, política nacional/internacional. • Receptividad de los actores talleristas: quienes van floreciendo en las actividades que se realizan. • Afinidad de las familias con el trabajo de los talleres cuando participan en los mismos. • Saber, querer, hacer y poder tienen pasos cortos en este proyecto donde, a pesar de las circunstancias individuales, familia, tradiciones y sociedad mantienen su rol fundamental. • Para mantener la participación del adulto mayor hay que motivarlo desde temas que produzcan él solaz alegría, le den ganas de vivir y mostrar sus saberes y utilidad. • Trabajar con los integrantes de esta comunidad ese ha convertido en motivo de orgullo, obliga al facilitador a crear constantemente para evitar dispersión, no entendimiento y mantener el interés y la socialización en cada tertulia/taller A partir de lo sucedido, las autoras nos preguntamos sobre las maneras de buscar otros abordajes sobre este tema y otros considerados por ellos mismos como “espinosos”, teniendo en cuenta, con mayor rigurosidad que otras veces como al trabajar con este segmento educacional debemos: • Tener en cuenta sus experiencias, saberes, lugares de procedencia y maneras de asumir el mundo de relaciones que les rodea. • En cuanto al tema de la homosexualidad, en la vejez se produce un agravamiento social de la estigmatización del mismo. en cuanto a la violencia solo asumen la asumida contra ellos como personas ancianas y casi nunca asumen la referida en cuanto a sexo. La discriminación racial si fue criticada y no es asumida en un lugar donde conviven durante el día blancos(as), negros(as), chinos(as), mulatas(os), “todos mezclaos”, como parte de ese ajiaco que somos los cubanos. • En su manera de actuar, de manera general, se mantiene una actitud tradicionalista con respecto al tema. • No olvidar que cada acción emprendida en el tema debe adaptarse al ritmo de los adultos mayores, que se proporcione suficiente tiempo para que puedan flexibilizar sus opiniones al margen del tan “cacareado” enlentecimiento cognitivo d estos alumnos. • Estructurar los contenidos de forma clara, evitando la sobrecarga de información, tratando de incidir desde la unidiversidad propia del adulto mayor. • Explicitar en talleres y con ejemplos los diferentes tipos de violencias y como el no respeto a la diversidad sexual y equidad es uno de ellos. • Sensibilizar a los abuelos para que puedan interpretar la realidad desde una mirada más contemporánea y que este conocimiento lo apliquen también para con ellos mismos. • Ayudarles a asumir nuevos roles en las condiciones actuales muy diferentes de aquellas en la que forjaron sus convicciones las actuales generaciones de adultos mayores cubanos, protagonistas entonces de otro proceso social que los dignifica, y necesitan ahora prepararse para demandar condiciones que les posibiliten como ciudadanos legar sus saberes, continuar aprendiendo y superar metas, de acuerdo a sus contextos relacionales (Albertina Mitjánz 1995). • Organizar interrelaciones personales para que contribuyan a cambios psicológicos y sociales y en su reinserción comprometida con el contexto sociocultural. • Incorporar permanentemente estos temas en las acciones formativas de la Cátedra Universitaria, y en las instituciones sociales, siempre teniendo en cuenta la connotación emocional y significado personal de los mismos para cada adulto mayor. • Favorecer el sentido personal en función de resolver contradicciones, en la conjugación de los procesos de individualización-socialización. • Organizar toda actividad pedagógica de la Cátedra como un sistema interactivo, que contribuya a la transformación del adulto mayor en una persona capaz de encontrar nuevos sentidos a su experiencia y continuidad existencial. Entonces, ¿qué y cómo hacer los profes para motivar y sortear barreras en este tipo de reflexión? • Garantizar la información, coordinación, regulación y control de acciones socio–psicopedagógicas, integradas en un sistema actividad-comunicación potenciadoras de la equidad y hacia la asunción de la equidad en estas personas. • Planificarse y realizarse a nivel social, a nivel grupal y/o de forma individual acciones pedagógicas, acorde a los participantes, sobre el tema. • Trabajar, desde otras miradas, el tema de respeto y tolerancia para tangencialmente, inclinar hacia una mirada crítica las anteriores posiciones autoritarias/fundamentalistas. • Continuar profundizando estos temas “peliagudos” en la formación de los adultos mayores desde las Cátedras Universitarias del Adulto Mayor. • Defender la existencia de un apoyo al adulto mayor desde su unidiversidad, complementariedad, significación multifactorial y compleja. Debe tener en cuenta además factores como la factibilidad del tratamiento del tema, en las condiciones normales del taller. Utilizar los recursos básicos necesarios para que sean escuchadas y compartidas la mayor parte de las opiniones logrando un determinado nivel de generalización con su correspondiente valor social y una respuesta a las inquietudes que despierta. ¿Alcanzaremos modificar o, al menos, hacer pensar desde otra óptica a los abuelos de nuestra Casa municipal sobre los temas de equidad, diversidad y violencia? Pregunta cuya respuesta solo sabremos cuando los profes estemos lo suficientemente preparados para abordar el tema de manera integral y con todas las posibles aristas a tener en cuenta; cuando el uso de dinámicas grupales, diálogos, la contextualización de situaciones nos permitan abordarlo con mayor refuerzo metodológico y, entonces, poder además de actualizar, transformar y/o renovar los resultados iniciales que, desde la praxis, diagnostico esta reflexión compartida. El incremento ascendente de la esperanza de vida ha tenido entre otras consecuencias la necesidad cada vez mayor de buscar alternativas para atender las demandas de las personas de la tercera edad. Desde finales de la pasada centuria el hecho ha sido tratado con gran interés, fundamentalmente alrededor de los nuevos saberes y cómo llevar los mismos a los adultos mayores. Con lo cual se demuestra que el hecho no afecta únicamente a la sociedad cubana, sino que ocurre a nivel internacional. La realización de acciones concretas para los adultos mayores tiene su inicio en Cuba a partir de 1984, aunque no es hasta el 2000, que se funda la primera Cátedra Universitaria del Adulto Mayor (CUAM) en la Universidad de la Habana (UH), con el auspicio de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y la Asociación de Pedagogos de Cuba (APC), los que contribuyen a la evolución de los territorios a partir del propio trabajo extensionista que abarca todos los niveles de la sociedad. En la provincia de Matanzas se crea esta institución a partir del 2002, adscripta a la universidad de Matanzas. La CUAM matancera se encuentra constituida por un equipo multidisciplinario de profesionales, especialistas, promotores y activistas interesados en el estudio de la educación y el desarrollo del adulto mayor. Ese mismo curso (2002-2003) se crea esta institución en el municipio de Cárdenas rectorado por la Filial Universitaria Municipal “Aida Pelayo”. Desde entonces los profesores de esta cátedra imparten diferentes cursos, desde sus saberes, a los públicos locales de esta edad. A pesar de que estos profesionales, en su mayoría, no tienen experiencia en el trabajo con el adulto mayor, han utilizado fundamentalmente, la comunicación afectiva con estas personas para facilitar el intercambio entre ellos. De ahí la necesidad de crear un sistema de actividades específicos para la preparación de estos profesores tal y como fuera diseñado en su tesis de maestría por la especialista principal de dicha cátedra y una de las autoras del presente trabajo. El mismo tiene en cuenta las características del adulto mayor tanto en lo personal como a nivel social, sus características psicológicas, lo esencial que “el otro”, “la otra” y los demás son para los ancianos y sobre todo su necesidad de auto trascender, de quedar en los demás por su legado, sobre todo en las generaciones más jóvenes. Asume como el adulto mayor es un ser humano con necesidades especiales de una edad en la que disminuyen las capacidades físicas pero se mantiene la evolución y transformación de la personalidad. Cada actividad depende del anciano, sus actitudes y aptitudes y las posibilidades de enfrentar de una manera más activa y saludable esta etapa del ciclo vital. Dicho sistema asume además los principios colaborativos y de propios de la educación popular preocupándose por el desarrollo alcanzado por dichos adultos, desde lo participativo y asume conscientemente el legado de este tipo de educación en cuanto a educar para transformar y transformar para educar. La cultura, sobre todo, la popular tradicional ofrece a pedagogos y ancianos un riquísimo campo para aprender y aprender, para conquistar esa necesidad propia referida de trascender, a la vez que les permite participar, desde ella les es más fácil ese aprender haciendo, a través de un proceso colaborativo y participativo con la posibilidad de escoger el modo en que lo desarrollará. Esto es posible ya que la cultura popular tradicional como conjunto de actividades y valores creados, heredados y/o transmitidos por el pueblo para satisfacer necesidades de su vida cotidiana, permite a los ancianos desde su contexto geográfico y socioeconómico específico; preservar para los más jóvenes muchas creaciones emanadas de una comunidad cultural fundada en la tradición, como expresión de identidad cultural. Como entre las formas de esta cultura tradicional popular se encuentran la oralidad, la lengua, la literatura, la música, la danza, los juegos, la mitología, los ritos, costumbres, artesanía y otras artes, (esta última definición es propuesta por la UNESCO a finales de la pasada centuria), poco a poco el taller de apreciación/creación cubano se va convirtiendo en un espacio idóneo para educar y recrear al adulto mayor viendo a este (el taller) como método de capacitación inspirado en el enfoque de "aprender haciendo" y, como tal, se basa en el ejercicio directo de las capacidades de los participantes, como medio para alcanzar los objetivos de aprendizaje. Entre sus modalidades es el taller participativo el que se ajusta de manera más eficiente a las maneras de los adultos mayores, sobre todo en instituciones como las casas de abuelos, ya que entre sus compañeros cotidianos pueden alcanzar una mayor relevancia en cuanto a sus actitudes y durabilidad de la capacitación estimulando la transformación de los sujetos y sus praxis. Al ser esta modalidad de taller centrada en el participante, se toman en cuenta de forma especial las características, intereses y necesidades del anciano a la hora de definir los contenidos y técnicas dándole un papel activo. A partir del sistema diseñado, este septiembre, una de sus beneficiadas y autoras de este trabajo, inició una nueva manera de impartir conocimientos a las y los cincuenta y un personas de la Casa Abuelos cardenense. Lo primero que se hizo fue hablar conversar con los abuelos acerca de los temas que les interesaría tratar, en el espacio, decidieron en plenario el nombre que el mismo había de tener (Abueleando fue el elegido) y los temas a discutir. A pesar que una de las abuelas solicitó un tema referido a calidad de vida, el grupo en general abogó por temas agradables, no relacionados con su estancia en el lugar, en los cuales todos pudieran ser partícipes. Lo anterior sucedió a inicios de septiembre, acordamos que los miércoles, alrededor de la dos de la tarde serían los encuentros y, teniendo en cuenta la existencia de un grupo de repentistas y amantes de la décima entre los ancianos, se hizo el primer el primer taller dedicado a la décima. Utilizando este metro se explicó lo que era calidad de vida de manera sumaria, complaciendo a la persona que quería saber de ello, y luego, a partir de preguntas y manejando sus respuestas conocimos qué relación tenía la décima con los presentes, sus orígenes y hasta sus cultores en la Casa, a pesar de que la mayoría de los miembros del grupo artístico estaban en una actividad comunitaria de cultura local. Primeramente decidimos el nombre para el taller con la participación de los presentes, se hicieron diferentes propuestas, algunas traídas por la facilitadora, otras propuestas por los talleristas. Abueleando fue el nombre escogido para nombrar el taller. Luego se introdujo el tema de la rima y jugamos a rimar con diferentes palabras, de ahí pasamos a compartir alrededor de la palabra décima y del metro poético, sus funciones, historia, como riman sus versos, contamos octosílabos… Mediante rústicas láminas, (recurso posteriormente abandonado porque no se aviene a las particularidades de este público, el espacio donde se realizan las actividades y ser un grupo bastante numeroso) leímos décimas de autores locales como las publicistas de Carrillo (siglo XIX), infantiles de Julio Blanco, de Gerardo Gómez y los invitamos a decir alguna décima que conocieran. Algunos dijeron versos humorísticos, otros callaron y la mayoría asistió un poco extrañada a esta, dijeron, “charla diferente”. Terminando, alrededor de cuarenta minutos después, decidimos el tema a hablar el próximo encuentro: refranes. Todos debíamos prepararnos, coincidimos. Entre el primero y segundo encuentro pasamos por la institución y estuvimos presentes, sin participar, en algunas de las actividades que se ofrecieron en el lugar. El lunes anterior al segundo encuentro (hubo quince días intermedio) la facilitadora recordó a los viejitos de la cita con los refranes pero el miércoles acordado ya estaban esperándonos para hablar de estos. Ese miércoles los abuelos se preparaban para una visita de la Cátedra Universitaria del Adulto Mayor y no estaban muy dispuestos para el taller, compartimos un pequeño rato de los preparativos, escuchamos el ensayo del grupo artístico y al otro día fuimos, un ratito, a la actividad. El viernes a las dos estábamos reunidos. Ellos y ellas habían recogido refranes y luego de saludarnos, pronto conversábamos sobre la sabiduría de los refranes, sus tipos, clasificaciones y sobre todo, nos decíamos refranes los unos a los otros, otros los explicaban o nos divertíamos con juegos intercambiando fragmentos de los mismos o añadiéndole coletillas (por alante, por atrás) aumentando el sentido picaresco de algunos de ellos. El recibimiento fue cálido esta vez y se oyeron comentarios como “regresó”. Al trabajar pregones en la siguiente ocasión, uno de los integrantes del grupo aficionado tarareo el ‘ pican, no pican los tamalitos de Olga” y entre todos(as) cantaron el manisero como ejemplos de pregones en la música popular. Con el taller, ya en octubre y dentro de las actividades de la Jornada por la Cultura nacional, se dedicó el espacio a adivinanzas, frases y/o dicharachos, esta vez la facilitadora, aprovechando la buena voluntad del grupo decidió trabajar los conceptos de cultura, cultura tradicional popular y oralidad. La tarde de adivinanzas fue divertida, alegre para ancianos y ancianas y hasta para los funcionarios del centro que por vez primera transitaron de observadores a participantes. La quedándonos aún con ganar de seguir compartiendo, decidimos que cuentos de fantasmas, aparecidos, horror sería el próximo tema a compartir. Uno de ellos observó al finalizar el debate, “gracias por dedicar su tiempo en venirnos a alegrar” “todos y todas disfrutamos juntos, el gusto es mío sabe”, fue la respuesta única que la facilitadora pudo brindar. Los encuentros realizados y la forma en que sus participantes se han ido integrando al mismo nos han hecho reflexionar a las autoras de esta monografía no solamente en cómo trabajar con estos públicos, sino a la necesidad de instrumentar rápidamente el sistema de actividades diseñado para ayudar a los profesores en las técnicas que les permitan trabajar con estas personas y las ventajas que la variante pedagógica de la educación popular y sus talleres presentan para ellos Lógicamente no estamos descubriendo “el agua fría”, ni creyéndonos dueños y dueñas de estos saberes compartidos auténticamente compartidos. Cocina sana, consejos para la casa, canciones y juegos tradicionales, farmacopea popular, costumbres, recuerdos de otros tiempos, poemas y otros asuntos que los talleristas deseen serán algunos de los temas a compartir en lo que resta del año 2015. Para el siguiente año trabajar género, historia local, patrimonio e identidad cardenense se encuentran entre nuestras posibles propuestas. Entonces es que llegará la hora de una primera evaluación de lo logrado por coordinadores y talleristas, tendremos que releer estas cuartillas, valorar estos postulados, decidir entre avatares, debilidades y fuerzas las maneras de sostener este emprendimiento que, hasta la fecha, ha tenido aceptación entre las cincuenta y una personas que conforman este amplio y diferente taller.


"De amar las glorias pasadas se sacan fuerzas para adquirir las glorias

nuevas".

José Martí



“… la HISTORIA NOS AYUDARÁ A DESCUBRIR LOS CAMINOS DE HOY Y DE MAÑANA, A MARCHAR POR ELLOS CON PASO FIRME Y CORAZON SERENO Y A MANTENER EN ALTO LA ESPERANZA (...)”.

RAMIRO GUERRA