martes, 10 de marzo de 2020

Un reporte para y desde Los Arabos.

Por> Lorena Martínez Faxas.
Los cardenenses nos colamos donde quiera ¡hasta en Los Arabos!, municipio que aunque lejos limita con Villa Clara, nos es cercano porque hasta allí llegaban los trenes de Arechabala buscando azucares y mieles para sus producciones. Pero eso es tema de otro trabajo. Esta vez asaltamos a Los Arabos por cuestiones literarias. Allí hay un concurso literario, desde hace aproximadamente cinco años, en el cual hemos participado varias veces y hemos obtenido premios colaterales de diferentes instituciones arabenses; ahora alcanzaron menciones nacionales en dicho concurso la que escribe y el poeta Guillermo Morales Romero y debemos estar en dicho pueblo el próximo martes 25 de febrero. Ya yo he estado en otras ocasiones en ese evento pero nunca como premiada sino llevando el Premio Ciudad Bandera que concede el departamento de Literatura de la Casa de Cultura de nuestra ciudad. El Benigno Rodríguez es un concurso nacional organizado por un pueblo de unos 762 km cuadrados de extensión donde viven alrededor de 26 000. Los premiados tienen alojamiento en el pueblo a partir del día 24 y hasta la mañana del 26, algo que nosotros hace años no hemos podido realizar. En los Arabos, al decir de Delfina Mosquera, arabense migrada a Camagüey, la paz es parte del pueblo con sus espinas y estrellas, se respira y: “…tiene el color de la libertad que respiro en el parque de mi pueblo, donde se sientan los viejos, los enamorados, los estudiantes, la tabla de dominó de las tardes de domingo, la sencillez de la gente, y la novia bonita… Y tiene mucho de razón, el casi boulevard que une a la Casa de Cultura con el parque, los edificios de microbrigada a la salida del pueblo, en uno de ellos vive mi socio Freddy, poeta y especialista de literatura municipal. La carretera central no lo pica al mismo centro como a otros pueblos, sino que el nodo urbano se encuentra a casi un kilómetro de dicha vía, pero el motelito y el campamento de pioneros exploradores, como muchas casas, se encuentran del lado de allá y no para acá. Tiene su ángel Los Arabos y es su propia tranquilidad, la estación en la que ya casi no entren ni salen trenes, la librería, el Museo en la aristocrática casa, las pizzas baratas de empellas de chicharrones,la buena cantidad de poetas que pululan por allá. Nada que el 25 dos cardenenses nos fuimos a dichas tierras y nos sentimos Colones que fuimos a descubrir nuevos mundos para al día siguiente, como buenos indianos, regresar al hogar.


"De amar las glorias pasadas se sacan fuerzas para adquirir las glorias

nuevas".

José Martí



“… la HISTORIA NOS AYUDARÁ A DESCUBRIR LOS CAMINOS DE HOY Y DE MAÑANA, A MARCHAR POR ELLOS CON PASO FIRME Y CORAZON SERENO Y A MANTENER EN ALTO LA ESPERANZA (...)”.

RAMIRO GUERRA