martes, 19 de marzo de 2013

113 aniversario de la fundación del Museo y Biblioteca Publica de Cárdenas.

Por: Ernesto Alvarez Blanco. En los primeros días de enero de 1900, Oscar M. de Rojas, padre de la museologia cubana, comenta con frecuencia a familiares y amigos, que con las colecciones ofrecidas por Blanes al Ayuntamiento y con las de conquiología, numismática, cerámica, curiosidades y reliquias históricas que tenía ya en su poder, en cuanto el naturalista llegara a Cuba – pues aún se hallaba en los Estados Unidos de América – el Museo podría perfectamente abrir sus puertas al público. Apenas comenzado este año recibe – el 2 de enero – otra importante donación: el primer ejemplar de Zunzún, que capturó y taxidermió en la Isla, el ornitólogo alemán Juan C. Gundlach. De esta forma Juan de Faz, a quien el sabio le entregó la pequeña ave en 1890, daba continuidad, quizás sin proponérselo, a la tradición museológica cardenense. Acompañaban a la pequeña ave 2 cartas autógrafas del científico. Poco después, se recibía también, de manos de Julio Cazimajou, un Querequeté preparado en 1890 por Gundlach en Varadero. Los tres primeros meses de este año fueron de intensa actividad para él, ya que unas veces sólo y otras, ayudado por familiares y amigos, implora al Ayuntamiento ayuda, aúna voluntades y solicita nuevas donaciones. Al ser aprobada definitivamente por el Consistorio local, el 10 de enero de 1900, la proposición hecha al mismo en 1899 por Francisco Blanes; Joaquín de Rojas, a instancias de su hijo, se lo hace saber de inmediato al joyero; el cual promete embarcar hacia Cárdenas en cuanto concluya los trabajos de platería que tenía pendientes. Oscar, por su parte, está desesperado, y aunque en carta fechada el 15 de febrero en Key West, el naturalista le afirma que se embarcará muy pronto, teme que algún contratiempo lo retenga por más tiempo en los Estados Unidos. Por estos días, la renuncia del Dr. Fernando Méndez Capote, coloca al frente del Ayuntamiento de Cárdenas al General Carlos María de Rojas; el cual remueve cielo y tierra para que se cumpla el sueño de su hermano. Por fin, el 19 de marzo de 1900, llega a la ciudad Francisco Blanes, y ese mismo día, para complacencia de Oscar y de sus colaboradores, comienza a exhibir en la Casa Consistorial sus colecciones de conchas y caracoles fluviales y marinos, camafeos y monedas antiguas, en dos salas adyacentes al Salón de Sesiones, cedidas con este propósito por el Ayuntamiento. Así, sin pompas ni ceremonias, se hace realidad el sueño de Oscar, de Blanes, y de quienes los secundaron en los esfuerzos iniciales. Abierto el Museo, Oscar, de manera gratuita, y Blanes, devengando un modesto y casi simbólico sueldo, se consagran desde el primer momento a la conservación, catalogación, organización y enriquecimiento de sus colecciones. Muy importante, resulta la constitución por Oscar en marzo, de la Comisión Promovedora del Museo y Biblioteca, de la cual será Secretario hasta su muerte. Dicha Comisión, integrada por 109 miembros, acuerda en este mismo año, bajo la Presidencia de Eduardo A. de Zaldo, abrir una suscripción voluntaria entre los amantes de la idea del Museo y recoger para el mismo todo aquello que pudiera resultar de interés.


"De amar las glorias pasadas se sacan fuerzas para adquirir las glorias

nuevas".

José Martí



“… la HISTORIA NOS AYUDARÁ A DESCUBRIR LOS CAMINOS DE HOY Y DE MAÑANA, A MARCHAR POR ELLOS CON PASO FIRME Y CORAZON SERENO Y A MANTENER EN ALTO LA ESPERANZA (...)”.

RAMIRO GUERRA