jueves, 18 de diciembre de 2014

Museo Oscar María de Rojas: joya del pueblo cardenense

Por: Jeidi Suárez García. Fotos de Juan Rey Hernández Cabrera. Tomado de la web del periódico Girón.
Tal parece que en Cárdenas el afán de recopilar la historia y contarla a las generaciones futuras, surgió incentivado por las ansias de libertad. El ascenso al poder en la década del noventa del siglo XIX de prominentes representantes de la burguesía criolla independentista en este territorio tuvo gran influencia en la creación del museo Oscar María de Rojas. Aquel 16 de diciembre de 1898, cambiaría para siempre el destino de este local al tomar posesión de sus cargos las autoridades cubanas y designar como Alcalde Municipal a Joaquín de Rojas Cachurro, padre de Oscar, una de las personas que más hizo por su creación y desarrollo. Dos años después, se escogería el 19 de marzo de 1900 para exhibir públicamente en los locales cedidos por el Ayuntamiento, la colección de conchas y caracoles terrestres, marinos y fluviales donada por Francisco Blanes. Así quedaría oficialmente establecido el Museo y Biblioteca Pública Municipal de Cárdenas, obra que desde entonces se convertiría en un motivo de orgullo para la comunidad cardenense. Las memorias contenidas en sus salas, resistieron el olvido a pesar de la segunda intervención norteamericana, la muerte más tarde de su principal protector Oscar María de Rojas, el paso de los años de mayor fervor patriótico, la crisis económica, la implantación de gobiernos dictatoriales, los azotes del ciclón de 1933 y un incendio en los años ´60. De esta forma, a pesar de las dificultades, se yergue el segundo museo más antiguo de Cuba con un fondo patrimonial de alrededor de 100 mil piezas, distribuidas en 11 colecciones básicas, en las áreas de Historia, Culturas Precolombinas de América, Cultura Precolombina de Cuba, minerales, conchas y caracoles, lepidópteros, coleópteros, armas, etnología religiosa, numismática, y arte. Por tal motivo no puede faltar hoy un homenaje para quienes preservan sus salas y valoran esta joya de indiscutible valor que se eleva majestuoso en la ciudad de Cárdenas para el evocar el tiempo.

Chang Pon Piang. Un médico chino

Por: MCs. Yovanny Ferrer Lozano y Dra. Yanett Morejón Trofimov Hospital Territorial Docente Julio Arístegui Villamil. Matanzas, Cuba. RESUMEN La medicina tradicional china se expandió por Europa en los siglos XVI y XVII a través de las crónicas de los misioneros. Entra a la isla de Cuba amparada por la Orden Real del 7 de julio de 1847, que legalizaba el uso de braceros asiáticos en Cuba. En 1854 llega Chang Pon Piang a La Habana a bordo de un bergantín de emigrantes chinos culíes. Incluía en su terapéutica medicamentos preparados a partir de plantas medicinales cubanas o productos extranjeros importados que compraba en cualquiera de los establecimientos de la Capital. Acusado de ejercicio ilegal de la medicina se traslada en el año 1871 a Cárdenas, donde ejerce su profesión hasta su enigmática muerte. Palabras clave: medicina tradicional, europa, chang pon piang, cuba. ABSTRACT Chinese traditional medicine spread out over Europe in the XVI and XVII centuries through the missionaries chronicles. It entered the Island of Cuba protected by the Royal Order of July 7th, 1847, legalizing the use of Asiatic laborers in Cuba. Chang Pon Piang arrives to Havana in 1854 on-board of a brig of Chinese emigrant-laborers. He included in his therapy medicines prepared using Cuban medicinal plants or foreign imported products he used to buy in stores of the Capital. Accused of illegally practicing medicine, he moved to Cardenas where he practiced his profession up to his enigmatic death.
INTRODUCCIÓN El origen de la Medicina Tradicional China se remonta, más allá de los albores de la historia. Fx Li (XL-XXX a.C.) y uno de sus precursores, reflexionando sobre el proceso salud-enfermedad, había escrito. Debe considerarse como la alternancia de la luz y la oscuridad, una será benefactor de la humanidad, la otra, su enemigo. Ese vaivén regular, origen de toda la vida, que es lo que hace trabajar al ser humano, reposar, crecer las hojas de la primavera y caer en el otoño, es el fenómeno fundamental. El mismo movimiento, la misma oposición fueron descubiertos en toda la naturaleza (...) Nada está terminado, todas las cosas están en evolución, dependientes y ligadas; el nacimiento es ya el germen de la muerte.(1) Shen Nong (XXX a.C.), nombrado el agricultor divino, identificó alrededor de 70 sustancias venenosas y 350 con utilidad terapéutica, entre las que incluía plantas y productos de origen animal o mineral. Huan Di (2695-2589 a. C.), emperador amarillo, escribió el libro Huang Di Nei Jing obra médica más importante de la tradición china. A este autor se le atribuye el descubrimiento de la acupuntura. El I Ching (libro de las mutaciones), compilado antes del siglo XI a.C., el Daodejing (libro de la vía y de la virtud), atribuido a Lao-tsé (VI a. C.), y las obras de Zuang-Z, presentaron una visión del universo como una tríada formada por el cielo, la tierra y la humanidad, que sirvieron de base a la Ley del Tao. Yi He (VI a.c.) describió factores externos que podían causar las más diversas enfermedades y los nombró: Yin (frío), Yang (calor), Feng (viento), Yu (lluvia, humedad), Hui (flema, denso), Ming (fuego). El Yang representado por el cielo, lo masculino, el movimiento, la luz, el calor, la sequedad y la dureza; el Yin expresado en la tierra, lo femenino, el reposo, lo profundo, la oscuridad, el frío, la humedad y la debilidad. El equilibrio de ambos es el orden cosmológico, su desequilibrio el desorden. Zhou Yan (350-240 a.C.) introdujo, además, el concepto del Wu-hing, un principio de energía material del que proceden cinco elementos que forman tanto el cosmos como el hombre: fuego, agua, tierra, madera y metal. El creciente poder de las dinastías en la China imperial hace que se persigan a los filósofos budistas, taoístas y neoconfucionistas, también, por las crónicas de los misioneros, se expande la medicina china por Europa en los siglos XVI y XVII, basados en las doctrinas del estadista Yang-Ming Wang quien aseveraba que el conocimiento bueno y verdadero ha de tener una consecuencia práctica y que este unido a la acción forman una entidad inseparable.(2) DESARROLLO A partir de 1845 ocurre, por diversas razones, un descenso del comercio clandestino de africanos, por lo que la crisis del sistema en la isla de Cuba se agigantaba a grandes pasos. El impacto producido por la Conspiración de la Escalera, en los hacendados cubanos, había agudizado el temor al negro, al mismo tiempo que la escasez de fuerza de trabajo golpeaba en las plantaciones. Ante la demanda de mano de obra, la Junta de Fomento de la Habana retoma la idea de la introducción en la isla, de colonos blancos, aspecto que tiene gran acogida en este momento porque, además, de coadyuvar a blanquear el país, resolvía las necesidades apremiantes de fuerza de trabajo de la producción agrícola.(3) El uso de braceros asiáticos en Cuba se legaliza por Orden Real el 7 de julio de 1847. Ese mismo año dos barcos con un cargamento de 612 hombres traídos desde dicho continente llegan a las costas de la provincia de Matanzas. Logran desembarcar 571 personas y mueren 41 por las pésimas condiciones del viaje. Alrededor de la quinta parte se avecindan en la Jurisdicción de Cárdenas.(4) En el Acta de la Sesión celebrada por la Junta Municipal de Cárdenas el 25 de septiembre de 1858, refleja la llegada, según previa solicitud, de 46 asiáticos procedentes del vapor Mauricio, a un costo de 1 800 pesos y por un término de 8 años. El vasco Julián de Zulueta y Amondo es el primer hacendado en emplear esta fuerza de trabajo, supuestamente contratada.(5) Chang Pon Piang perteneció a alguna de las etnias del sur de China y como tantos de sus compatriotas, aprovechando la situación histórica de la isla, llegó buscando mejorar sus condiciones de vida, Por el expediente promovido, para adquirir la ciudadanía hispana en 1860, se conoce que tuvo residencia constante en la Isla desde 1854, fecha en que se le concedió carta de domicilio en La Habana, después de su llegada, a bordo de un bergantín de emigrantes chinos culíes.(6) Asoció el patronímico cristiano Juan a su nombre Real, que en lo adelante fungiría como apellido, según la usanza de la época. Chang Pon Piang (que traducido al español significaba Sol Amarillo) era su verdadero nombre, el que usaba al llegar a Cuba. Esta situación el gracejo popular cubano la solventó transformándolo en Juan Cham-Bom-Bián.(7) En sus prácticas médicas, incluía medicamentos preparados por él mismo, a partir de plantas medicinales cubanas o productos extranjeros importados, que compraba en cualquiera de los establecimientos de la Capital. Se debe recordar que el azufre, el arsénico, y el opio, eran importantes fármacos descubiertos por la medicina china. El uso herbolario del ruibarbo, el acónito, entre otras especies de plantas, suponía un conocimiento preciso y no estaba basado, como suponían los galenos de la medicina prehispánica, en función de las propiedades mágicas sino en la actividad farmacológica.(8) Es acusado de ejercicio ilegal de la medicina, hecho que le obliga abandonar La Habana y hacer un periplo por varias ciudades de la isla, incluyendo Matanzas, hasta el año 1871 en que se traslada a Cárdenas, asiento en la época, de un gran núcleo de población china, y fija su residencia en la calle Vives entre Calzada y Coronel Verdugo.(9) A pesar de que no se hacía un uso regular de la medicina china en la isla, existía en Cárdenas, la costumbre de utilizar productos de ascendencia asiática. Funcionaba una farmacia china que radicaba en la Tercera Avenida número 211 y otra con adelantados procederes en la elaboración de fármacos, nombrada El León de Oro, bajo la tutela de los Licenciados R. Figueroa y C. Quian. Incluso, era práctica usual el uso de las teorías de Hahnemann en la Homeopatía.(10) La observación estricta, la comunicación con el paciente, el dominio de las tradicionales teorías energéticas orientales acrecentaron su prestigio como sanador. "A ese no lo cura ni el médico chino", un refrán que persiste en el tiempo hasta nuestros días, y que demuestra su grandeza, es la clave para entender mejor los misterios que rondan a este hombre. Vivía completamente solo, sin familia conocida, así fue encontrado muerto. Muchas conjeturas se entretejieron alrededor del suceso, para unos fue envenenado por la envidia de los galenos de la ciudad, para otros, fue mero accidente, durante la degustación de uno de esos preparados que intentaba validar. Incluso, no han faltado historias de amor fallidas.(11) CONCLUSIONES Mucho debían, a finales del siglo XIX, las Ciencias Médicas de la Isla a las universidades europeas, sobre todo francesas, y norteamericanas en las que se graduaron un número significativo de destacados galenos. El encontronazo ante una filosofía asiática que solventaba los problemas de salud de los pacientes, ajena a los descubrimientos de inglés William Harvey, en 1616, sobre la circulación de la sangre, o del biofísico italiano Giovanni Alfonso Borelli sobre la importancia de las fibras nerviosas como base de la contracción muscular, fue un punto de cuestionamiento para las ciencias criollas de la época. Chang Pon Piang, fue uno de los precursores de la medicina tradicional en Cuba. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1- Carballo F. Medicina Tradicional China. Folleto editado por el Colegio Médico de Cuba. La Habana: Colegio Médico de Cuba; 1962. 2- Racionero L. Oriente y Occidente: Filosofía oriental y dilemas occidentales. 3ª ed. Barcelona: Editorial Anagrama; 1994. 3- Castellanos G. Panorama histórico. Ensayo de cronología cubana. La Habana: Imprenta Ucar, García y Cía; 1934 4- Abad A. Historia de las parroquias de Cárdenas y Varadero. La Habana: Editorial Guerrero; 1954 5- Portell Vilá H. La decadencia de Cárdenas. La Habana: Imprenta el Siglo XX; 1939. 6- Roig de Leuchsenring E. El médico chino, la Virgen del Jiquiabo, el Hombre Dios, Ñica la Milagrera y otros "salvadores" de la humanidad. Carteles. 2 Abr 1939. 7- Portell Vilá H. Cham-Bom-Biá, el médico chino. El País Gráfico. 15 Nov de 1938. 8- Portell Vilá H. Historia de Cárdenas (Edición del Centenario). La Habana: Talleres gráficos Cuba Intelectual; 1928. p. 207. 9- Bueno Castán R. Viejas estampas cardenenses. Matanzas: Ediciones Matanzas; 2003. 10- Rousset R. Historial de Cuba. El Municipio de Cárdenas. Tomo segundo. La Habana: Librería Cervantes; 1918. 11- Sáez Argüelles E. Reseña Histórica de la medicina en Cárdenas. Archivos de la Clínica Cárdenas, Órgano de Divulgación Científica. Cárdenas. 1952; 1(1):4. Datos de contacto: Yovanny Ferrer Lozano. Hospital Territorial Docente Julio Arístegui Villamil. Carretera a Varadero km 2. Cárdenas. Matanzas, Cuba. Correo electrónico:yflozano.mtz@infomed.sld.cu © 2014 1997, Centro Provincial de Información de Ciencias Médicas de Matanzas--FCMM

miércoles, 10 de diciembre de 2014

La exposición Alas de Libertad de Antonio Guerrero, no son lienzos aislados, sino un conjunto de obras pictóricas de las cuales emana esa energía peculiar que grita justicia

Autor: Lissy Rodríguez | lissy@granma.cu
Desde una prisión oscura Tony pinta y es­cribe versos, escribe versos y pinta. Cuba es la pasión y la musa infinita. Sus flores y aves autóctonas le brindan la libertad que a ciegas le arrancaron a él y a sus cuatro hermanos por amar una causa justa. Por eso las alas que dibuja son sus alas, las mismas con las cuales estrecha la distancia que lo separa de su madre Mirta, de sus hijos y toda la familia, del pueblo cubano. De esa voluntad del arte cobró vida Alas de Libertad, un conjunto de obras de las que emana esa energía de joven “que no quiere estar allí, no ha querido nunca y no ha estado nunca, y ha buscado un refugio en su plástica para estar donde estamos todos, libres”, como dijo su madre Mirta a nuestro diario. “Me comunico con Tony desde que estoy en segundo grado. Él es mi amigo, me da consejos, me cuenta lo que hace, yo le expliqué en mi última carta que estoy un poco indecisa con la elección de mi carrera. Tal vez quiera ser abogada, me inspira la justicia”, comentó la pionerita cardenense Rita María Comas, el día de la inauguración de Alas… en el Centro de Servicios Sociales y Educativos (Ceserse), un proyecto social y comunitario conocido también como La Casita del Cariño, en varadero, que enarbola las banderas de la denuncia por los 16 años de condena de los Cinco. En una ocasión escribió el héroe a su hijo Tonito en una carta: “Cuando comenzamos a ver la vida desde el punto de vista de dar a los demás, de ser útil, a alguien, a algo, a una causa valedera, pues de repente nos damos cuenta de que apenas el tiempo nos alcanza para hacer todo lo que queremos hacer…”. Quizá el héroe se refería entonces a su lucha, esa a la cual sus compañeros encarcelados se refieren así, como el motivo de un orgullo inquebrantable y no de un peso doloroso y profundo. Quizá pintó las aves sin pretensión de llegar tan lejos con su vuelo, sin saber, por ejemplo, que un grupo de niños y adultos mayores asistirían al Ceserse, como hacen asiduamente, para apreciar la muestra expositiva que salió de la oscuridad de una celda y ha recorrido kilómetros de verdad y luces. No es un día cualquiera. La Casita del Ca­ri­ño cumple 15 años, después de que en aquel noviembre de 1999 cuando la idea de convertir una vivienda familiar antigua en el mítico sitio a donde llevar los niños enfermos, discapacitados, adultos mayores... —luego de múltiples conversaciones gubernamentales, eclesiales y sociales—, se convirtiera en un sueño posible. Y la casita decidió celebrar su fiesta quinceañera justo cuando la Batalla de Ideas llega también a su aniversario 15. El primer grupo que trajimos fue del hos­pital Oncológico, rememora Nacyra Gó­mez, una de las que soñó en aquel momento con el proyecto humanitario y quien funge hoy co­mo su directora. Ha invitado a la festividad al Hogar de Niños sin Amparo Familiar de Cár­denas y al Hogar de Ancianos de Santa Marta, así como a miembros de la Plataforma Interreligiosa Cubana, del Comité Inter­na­cional por la Liberación de los Cinco, familiares de los héroes, al joven Elián González y su padre, funcionarios del ICAP, representantes de las organizaciones de masas de la comunidad y vecinos. Nacyra, una luchadora incansable por el regreso de los Héroes, lee unas breves palabras que encierran toda la satisfacción por tantos años de trabajo y apunta que en la intención de promover justicia, bienestar, paz y amor, la causa de los Cinco ha sido también su causa. “No solo por la importancia que tiene que la familia esté unida, sino también porque 16 años de forzada e injusta separación, es más que demasiado. Ni un minuto más”, apunta. “No hay mucha diferencia entre lo que hacían nuestros Cinco Héroes y lo que hace este centro hoy, ellos luchaban también por los derechos de los niños. por eso centros como este, que tienen los niños cubanos para desarrollarse, se unen a la lu­cha”, reflexiona el joven Elián desde sus apenas 21 años. SINÓNIMO DE VIDA Camino a su cumpleaños 83 Mirta no llora. Cuenta que una amiga argentina le dijo “no es momento de llorar, es de luchar”. “Y a eso me debo, a esta lucha”, asegura. Solo desea tener las fuerzas para poder estrechar en los brazos a su “Nene”, y seguir defendiendo el regreso del resto de sus hijos encarcelados. Alrededor de ella los niños juegan, y no pue­­de evitar hablar de cuánto han sufrido los pequeños de esta historia. “La más chica es Ivette y tiene 16, los mismos del encarcelamiento, y cuando tú los ves ya con hijos en el caso de Irmita, a Tonito casado, y a todos los demás terminando sus carreras en la universidad, te preguntas cómo estos niños han podido amar a esos padres sin estar presentes, y yo te diría que nuestros hijos han estado siempre para ellos, en primer lugar porque las madres se han encargado de eso y también ellos desde sus prisiones”. Así, se refiere a cómo Tony ayudó a sus hijos a repasar las lecciones de la escuela y cómo les daba consejos desde la distancia. La niña Brisbany Estiú, de ocho años, no es la primera vez que visita La Casita. Para ella la exposición tendrá un matiz particular porque también tiene a la pintura entre sus principales divertimentos. Mientras, Sumi Martínez, otra visitante asidua de la misma edad, prefiere las visitas al parque, a la playa, los juegos y recorridos por los lugares históricos. Maritza González, directora del Hogar de donde provienen, afirma que desde el año 2000 son invitados siempre en el periodo de vacaciones. “Se realizan actividades muy sensibles, sobre todo los días cinco de cada mes y los niños le escriben cartas a los Cinco”. En fraternal convivencia están también Dora Mesa, Margarita Rodríguez y Aidé Díaz, del Hogar de Ancianos, quienes hablan de los “sentimientos acumulados” después de tantos años de encarcelamiento, de la importancia del proyecto, y afirman estar presentes siempre que se les convoque para apoyar el regreso de los Héroes. QUE LEVANTE LA MANO LA JUSTICIA “…Pintar cada ave cubana fue llenar de luces y colores una celda con la que pretenden oscurecer las ideas justas, puras y dignas, y por ello fue defender la justicia, la verdad y la hermandad entre los hombres…” (An­to­nio Guerrero) El diálogo con Mirta se torna triste y profundo. Habla pausado y bajo, como aconsejando: “Yo siempre digo que como madre tienes el deber de apoyar a tu hijo en todas las circunstancias de la vida, si cometió un error o un delito, aunque no lo entiendas lo tienes que asumir y no lo puedes abandonar. Te duele pero estás ahí. Sin embargo, cuando sabes que no ha hecho nada a nadie —dice mientras su voz se entrecorta—, que no ha cometido errores, te duele mucho más y sientes esta impotencia…”. El caso amañado, injusto e intencionalmente politizado de los Cinco es un motivo que estremece a todos en La Casita, desde los niños que la visitan, los ancianos, hasta la pionera que muestra a todos su última misiva a Tony: “Seguí muy de cerca los resultados de los juegos Centroamericanos y del Caribe efectuados en Veracruz. Me llené de orgullo cuando logramos el primer lugar por países en el me­dallero con 123 preseas doradas. Sentí gran sa­tisfacción por la carta que les enviaste a los futbolistas cubanos por su tan merecida victoria. Continúo con mi comité de solidaridad donde los pioneros desde nuestra trinchera luchamos por su libertad…” sigue leyendo Ri­ta­ María Comas, de la secundaria Esteban Hernández, en Cárdenas. Presenta la exposición el joven Dánim Pé­rez Alfonso, licenciado en Derecho, quien no solo siembra en los niños la pasión por la obra literaria y pictórica del artista, sino además conduce sus respuestas a los detalles más indignos de la historia: “Hay grandes violaciones en el caso de los Cinco, desde que son apresados, los tratos crueles y las manipulaciones con que se desa­rrolla todo el proceso, el tratamiento a su familia. Por solo ponerte un ejemplo, en una ocasión Mirta fue a visitar a Tony y le dijeron que su hijo estaba siendo operado. Tuvo que regresar a Cuba sin verle y a Antonio lo operaron treinta días después. “Adriana lleva 16 años sin ver a Gerardo, y sin embargo hay que ver las muestras de amor que existen entre ellos dos. Eso no lo vas a encontrar en Shakespeare, no lo vas a encontrar en Cervantes, no lo vas a encontrar en Campoamor…”, asegura. Todos se van con un cariño entrañable por el proyecto de La Casita y su defensa de la justa causa de los Héroes, sobre todo Mirta, quien cultivó en su hijo esa madurez artística cuando en su niñez coleccionaban juntos sellos de filatelia, y hoy desde su modestia asevera que le parece un “orgullo enorme” el que se haya seleccionado esa exposición. Cuando Tony leyó su alegato de defensa tenía en sus manos un ejemplar de La Historia me absolverá. Era diciembre de 2001. No pensó entonces que el proceso sería el más largo, que la injusticia tomaría finalmente la palabra en aquel estrado, mientras él y sus cuatro compañeros hablaban de la libertad. Estremecedores fueron todos los alegatos escuchados en aquella sala, como aquel que lamentaba no tener más de una vida para en­tregar por su patria. Y a 16 años de la injusta condena la tranquilidad de saberse víctima de la injusticia le brinda al artista la sensibilidad para escribir poemas, para pintar alas, para devolver a los niños cubanos la esperanza de verlos de vuelta en casa.

jueves, 27 de noviembre de 2014

El niño que inspiró la Batalla

Por: Katherine Subiaut Azcanio
Solo, aterrado con las peores pesadillas de un niño de cinco años. El rostro de la muerte en los ojos: su madre, devorada por el mar y a su lado, el cadáver de una anciana; temblando por el frío en el agua y en el corazón. Así encontraron al pequeño cubano Elián González el 25 de noviembre de 1999, cerca de la costa de la Florida. “Pensamos que alguien había atado un monigote a una balsa”, indicó Sam Zianzio, pescador estadounidense que navegaba en su bote, a la emisora de televisión WFOR de Miami. “Me lancé al agua para rescatar al chico, que tiritaba.” El 20 de noviembre lo habían sacado de Cuba, sin permiso del padre. En un bote de aluminio de 5,50 metros de eslora, 14 personas partieron de Matanzas para naufragar sus sueños en un agitado Océano Atlántico. La mamá de Elián quería cantarle Happy Birthday, y no Feliz Cumpleaños, el 6 de diciembre. Él recién estrenaba las ilusiones de primer grado: el uniforme, la pañoleta... Sus frases más urgentes, en la recuperación inicial, eran: “cuídenme mi pupitre, cuídenme mis libros”. Una Batalla de Ideas desató el pueblo cubano por el regreso de su pionero cardenense. Y la razón triunfó. Hoy Elián está en su Cuba, pero 15 años no bastan para borrar las huellas de la tragedia. Solo el amor ha sido medicina. Fuente: Girón

martes, 21 de octubre de 2014

Museo del Béisbol Cubano: Una deuda posible de saldar

Por Joel García Tomado del periódico Trabajadores.
La historia del béisbol cubano pudiera fijarse en 150 años, desde que en 1864 los hermanos Nemesio y Esteban Guilló, y su compañero Enrique Porto —así lo reconocen muchos historiadores— introdujeron en Cuba los primeros implementos para jugar este deporte, luego de haberlo aprendido y practicado en un colegio de Alabama, Estados Unidos. El próximo 27 de diciembre se cumplirán 140 años del polémico partido en el estadio matancero Palmar de Junco, ya demostrado por muchos especialistas como el primero con mayor información documental de lo ocurrido —un conjunto de La Habana ganó 51 corridas a 9 a una formación local—, pero no el primero con carácter oficial, honor que corresponde al celebrado entre La Habana y Almendares el 29 de diciembre de 1878, en el inicio de la Liga General de Béisbol de Cuba. Como si fueran pocos los aniversarios cerrados, este 21 de octubre se cumplen 75 años de la primera exaltación al denominado entonces Hall de la Fama del Base-Ball profesional de Cuba, y que fue señalado con una tarja colocada en el salón principal del estadio Cerveza Tropical. Precisamente sobre esto último, periodistas, historiadores, estadísticos, coleccionistas y artistas han investigado y trabajado en los últimos meses, reunidos espontáneamente en el grupo Entusiastas por la Refundación del Salón de la Fama. El objetivo final es presentar a las autoridades correspondientes, culturales y deportivas, un proyecto más abarcador: la creación del Museo del Béisbol Cubano, que incluya dentro el Salón de la Fama (SF). La historia en orden En muchas publicaciones cubanas e internacionales se ha manejado erróneamente el 26 de julio de 1939 como la fecha de creación en nuestro país del SF. El doctor Oscar Fernández Flores rectificó con su búsqueda acuciosa ese hecho. La realidad es que todo comenzó a partir de la creación del Hall de la Fama el 12 de junio de 1939 en Cooperstown, Estados Unidos. Los norteños nominaron en mayo de 1936 la primera relación de sus cinco jugadores: Ty Cobb, George Herman (Babe Ruth), Honus Wagner, Christy Mathewson y Walter Johnson, aunque tres años más tarde fue que hicieron sus exaltaciones, coincidentes con el centenario del nacimiento de ese deporte en el país norteño. Vedado Tennis Club a inicios del siglo XX. ¿Qué pasó en Cuba? El comandante Jaime Mariné, director general de Deportes, emitió ese 26 de julio una resolución para contar aquí con idéntica galería o sala de inmortales, la cual tendría un reglamento, encargado para su redacción a Pedro Martínez Bauzá, asesor auxiliar de la Liga de Béisbol Profesional. Un comité o tribunal seleccionador, compuesto por grandes personalidades y cronistas deportivos —en total eran 21, aunque algunas fuentes consultadas refieren 28—, serían los responsables de elegir a los exaltados. Las indagaciones hechas por Fernández Flores dan cuenta de que durante la década de 1940-1950 apenas cuatro nombres realizaron la votación, en tanto aún no han aparecido los estatutos ni el reglamento fundacional del SF. En las palabras pronunciadas por el decano de los cronistas deportivos, Rafael Conte, aquel 21 de octubre de 1939 —comenzaba la temporada con el partido Almendares-Habana—, no faltó la importancia para el futuro de un hecho inédito para nuestro béisbol. “Los nombres que aquí figuran y los que serán agregados en años sucesivos, marcarán páginas brillantes en el libro de oro del deporte cubano. Cada uno significará el sumun de la perfección, si algo perfecto hay en el mundo, y cada uno también será un estímulo para los atletas del presente y los que surjan en lo venidero”, dijo. La primera lista, inmortalizada en la tarja de bronce, fue de diez estelares: Luis Bustamante (Anguilla), Antonio María García (El Inglés), el cardenense José de la Caridad Méndez, Gervasio González (Strike), Valentín González (Sirique), Rafael Almeida, Carlos Royer (Bebé), Adolfo Luján, Cristóbal Torriente y Armando Marsans. El presente: ¿una utopía? Desde hace varios años, muchos periodistas e historiadores han abogado por rescatar el SF de nuestro béisbol, interrumpido en 1961 luego de haberse exaltado a 68 figuras todas cubanas. Por más intentos que se han hecho en las últimas cinco décadas, lo cierto es que no existe un lugar para honrar a los llamados inmortales de nuestro principal pasatiempo deportivo y sociocultural. A partir de un abordaje más amplio, inclusivo y detallado en cuanto a reglamento, estatutos, factibilidad económica y sobre todo con un enfoque integrador de ver al béisbol como eslabón imprescindible en nuestra cultura, el grupo Entusiastas por la Refundación del SF entregará este 20 de octubre la propuesta de un proyecto para el Museo del Béisbol Cubano, cuya posible sede, tras varios meses de debate e investigación, puede ser perfectamente el actual centro recreativo José Antonio Echeverría, otrora Vedado Tennis Club (VTC). En dicha instalación se cantaron muchas bolas y strikes, tanto es así que en este 2014 se cumplen 100 años de la inauguración de la Liga Nacional de Béisbol Amateur, cuyo primer campeón fue la selección del VTC. Otro detalle arrojado por la minuciosa investigación da cuenta de que 20 de los 68 exaltados ya en el SF jugaron en esos terrenos o con el equipo del VTC. El lugar, con valores suficientes para ser declarado Monumento Nacional, se muestra con más ventaja que cualquier otro estadio para acoger el Museo del Béisbol Cubano, tanto por la infraestructura constructiva como por su historia y ubicación. El actual círculo José Antonio Echevarría es una instalación idónea para acoger el Museo del Béisbol Cubano. “Desde el inicio concebimos la idea de un museo que tuviera dentro al SF, porque daría una dimensión más cercana de lo que ha sido el béisbol cubano, por el cual han pasado alrededor de 20 mil peloteros y solo unos cientos podían ser considerados como inmortales”, comentó el cineasta Ian Padrón, hijo del destacado historietista cardenense Juan Padrón Blanco y coordinador del grupo, que ha trabajado incluso en los bocetos o maquetas de lo que pudieran ser las nuevas placas de bronce para las futuras ceremonias de exaltación. “Ninguno de los 12 que hemos dedicado horas a este proyecto aspiramos a glorias personales —entre otros aparecen los doctores Oscar Fernández y Félix Julio Alfonso, los periodistas Sigfredo Barros, Antonio Díaz, Raiko Martín, Víctor Joaquín Ortega y Yaser Porto, el estadístico Carlos del Pino y los historiadores Ismael Sené y Rolando Sánchez—, pues el proyecto lo vamos a presentar a quienes corresponda como una de las instituciones que más podría ayudar a salvar nuestro deporte nacional”, afirmó Padrón. La mayoría de los que han conocido el documentado proyecto manifiestan su aprobación y certeza de que sería posible realizarlo, en pos de poner fin a una penosa deuda histórica y cultural. Casi nadie alberga dudas de que podrá ser uno de los museos más populares y visitados de la nación, en el cual cada 29 de diciembre —otrora Día del Béisbol Cubano— podría realizarse la ceremonia de exaltación al SF. En las próximas semanas, muchos cronistas de la prensa deportiva de todo el país, específicamente los ligados a este tema, tendrán la posibilidad de conocer y debatir este proyecto, utopía quizás para algunos, pero cuya divisa mayor sigue siendo la frase martiana: “Con todos y para el bien de todos”.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Mariela Alemán Orozco: Arte y lenguaje en nuestro vestir. Por Jorge Rivas. Tomado del periódico Trabajadores.
Según estudios de arqueología y antropología, los más antiguos vestigios de vestimentas datan de unos 50 o 60 mil años antes de Cristo (a.C.), época en la que estas se usaban para protegerse del frío, en diversidad de materiales tomados del propio entorno natural, tales como pieles, cueros, hojas… Comenzó, entonces, un largo camino en el que las ropas utilizadas por las personas registraron significativas y periódicas transformaciones que, en la mayoría de los casos, resultaron de los descubrimientos de nuevos tejidos y materiales1, así como —a partir del Renacimiento— por las tendencias impuestas por los diseñadores. Pero nuestros atuendos significan mucho más: constituyen uno de los más importantes lenguajes históricamente aplicados para comunicarnos —dime cómo te vistes y te diré quién eres—. Tal peculiaridad ha sido motivo de análisis por diferentes disciplinas, como la psicología, la sociología y las artes visuales. Sobre esta última, es indudable el ascendente interés que desde mediados del pasado siglo han demostrado los creadores de la plástica —sobre todo diseñadores, pintores y dibujantes— por el vestuario, al punto de que en muchos lugares se organizan eventos en los que el arte, la moda y la costura trascienden sus respectivas fronteras para crear una simbiosis entre originalísimas ideas, los materiales empleados en su materialización —a veces poco convencionales, provenientes de la naturaleza o de la industria textil o reciclados— y la calidad impecable de las confecciones. Una de las figuras más sobresalientes de la isla en el diseño y elaboración de vestidos, es la aún joven diseñadora y artesana artista Mariela Caridad Alemán Orozco, recurrente participante en desfiles de moda en importantes instituciones de la capital, Matanzas, Varadero, Cárdenas y otros lugares del archipiélago, así como en eventos concernientes a los diseños y realizaciones de vestuarios, auspiciados por el Fondo Cubano de Bienes Culturales, entre ellos las ferias Internacional de Artesanía y Arte para Mamá. En su acogedor —y atiborrado de proyectos— taller situado casi en medio del campo, en la planta alta de su vivienda, en la barriada de Las Guásimas, entre Cárdenas y Varadero, Mariela pasa buena parte de su tiempo, el cual administra entre el acto creativo y los trajines domésticos —innovadora cocinera—, en un agradable hormigueo familiar: sus dos hijos y su esposo igualmente se desempeñan en diferentes expresiones de las artes visuales. Licenciada en la especialidad de Educación de las artes plásticas, amén de sus varios títulos relacionados con igual disciplina en disímiles centros docentes de Matanzas —cursos que complementó con otros en muñequería, cerámica y promotora cultural—, esta amigable artífice miembro de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas, se destaca por consignar en sus trabajos textiles un acentuado simbolismo nacional. Sus diseños son reflejo de identidad, de cubanía, de representatividad del lenguaje popular —refinado— en el imaginario de sus vestidos, blusas, camisas… en los que se evidencia proximidad hacia el arte, como si tratara de romper las barreras impuestas entre la creación de indumentarias y la plástica contemporánea. Ella estudia asimismo los efectos armónicos y expresivos de los tintes que matizan las telas, el uso de los bordados, encajes y otras aplicaciones que, en conjunto, conforman una admirable y encantadora visualidad concebida tanto para varones como para hembras de todas las edades. Férrea aficionada a coleccionar ranitas artesanales hechas con cualquier tipo de material —con las que ha inundado su casa— Mariela participó en la última edición de Arte y Moda, encuentro —de alta costura— en el que convergen diversidad de diseños de vestuarios que suelen resultar extravagantes, inspirados en obras de reconocidos artistas de la plástica. Se trata de prendas ideadas con gusto y singularidad, como su traje presentado en esa oportunidad, inducido por la pintura titulada Bicicletas, de Luis E. Camejo; mientras que para la próxima convocatoria de este evento, prevista para el mes de noviembre, llevará un vestido recreado sobre una obra de la insigne artífice Lesbia Vent Dumois. Diestra, además, en el uso del croché (tejido a mano) y en la práctica de fotografías artísticas, esta hermosa y cubanísima mujer afirma que muchas veces “utilizamos las ropas con que contamos sin percatarnos de que cada una de ellas, y todas en su conjunto, pueden convertirse en signos que nos definen, que hablan de nuestro carácter, idiosincrasia, creencias religiosas, cultura y de muchas otras cosas relacionadas con nuestras vidas, con nuestros sentimientos… De ahí el gran valor que debemos de adjudicarles al diseño y a los colores de las ropas que usamos…” 1 La aguja de ojo se inventó hace 40 mil años. Después se descubrieron los tintes. El primer telar data del neolítico, 7 mil años a.C.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Orlandito, nos hace reir con chistes gastronómicos.

Por: LIna La Rosa, periodista de Radio Ciudad Bandera. Tomado de su blog Ciudad Bandera.
Ser caricaturista en la tierra de Conrado Walter Massaguer es un verdadero reto ante el que Orlando Ramos Rodríguez “Orlandito”, ha salido airoso. Su talento dentro del humor gráfico así lo evidencia en una carrera iniciada en los años 80, junto a artífices del género como Alejandro García (Virulo) que recrearon el humor escénico, literario y gráfico surgiendo así, el movimiento del nuevo humor en Cuba. Premios, menciones, reconocimientos, en salones, eventos y festivales, entre ellos el Aquelarre, Bienal del Humor lo ubican dentro de la vanguardia del humor gráfico en Cuba. Sus colaboraciones con el DDT, la revista Bohemia, Palante, el Melaíto de Santa Clara, el Periódico Girón de Matanzas es avalado por un público que reconoce sus trazos, ironía y por supuesto buen humor. Pero lo más importante es que como cardenense Orlandito siempre ha estado comprometido con su ciudad y habitantes. Dentro del proyecto “La Suerte de los Cangrejos” del cual fue fundador realizó un mural alegórico a la trova, a la que está unido por fuertes lazos y prueba de ello son sus trabajos, donde se incluye una exposición con un concierto de Tony Ávila. Su diseño e ilustraciones complementan el libro "Felipe Tercero y La Dorada", del investigador y museólogo Ernesto Álvarez Blanco, y la radio y televisión de la localidad siempre han contado con él como colaborador. Con la singular firma que lo distingue, Orlandito hoy trabaja en una historieta infantil para el Fondo de Cultura Económica de México, en el álbum ilustrado “A orilla del viento”. Espero continuar hablando de este especial humorista gráfico de la Ciudad Bandera, que tal vez un día me haga también un caricatura, por ahora les presento una muestra de su obra relacionada con la gastronomía que me divirtió mucho y que conste, puede vivirse en cualquier lugar...

martes, 19 de agosto de 2014

El orden que necesita Cárdenas.

Por Juanita Perdomo Larezada y Claudia Díaz Pérez, estudiante de Periodismo. Tomado de www.trabajadores.cu
Lo primero que se movilizan son los oídos. Un constante pa, pa, pa, lo anuncia, y ese ruido seco y firme resulta interesante hasta que el coche para y, el caballo, sin pudor alguno, cómodo al fin, orina. Esta realidad salpica, ensucia, enrarece el ambiente en la ciudad matancera de Cárdenas, saldo que paga por una tradición que se ha vuelto, al decir popular, un mal necesario. En coches se traslada el 35 % de su población. Hoy, no hay dudas de que en esa relación costo-beneficio se lamentan no pocas consecuencias. Avenidas y calles con roturas, restos fecales, mal olor y ese impertinente polvillo emanado del estiércol forman parte del paisaje, algo tal vez menos perjudicial si conductores trataran de evitar, por ejemplo, el derramamiento de excremento. Calzada, la céntrica avenida que reúne unidades de expendio de alimentos, es quizás de las más afectadas. Tan poco salubre es el ambiente en algunos de sus tramos que resulta cuestionable la prestación de servicios en semejantes condiciones. “Muchos pasan, notan la falta de higiene y se van sin comprar el perro caliente”, lamenta una dependienta. “Para poder estar en mi lugar de trabajo, tengo que echar tres o cuatro cubos de agua, con bastante detergente, porque si no la peste no hay quien la soporte, y eso es constantemente”, dice, mientras trata de espantar las moscas que buscan su rostro. En un establecimiento cercano, otro vendedor, Yurizán Mendizabal, comparte su opinión: “Por aquí no debieran pasar los coches”. La incidencia negativa de estos trabajadores no estatales en la situación higiénico-sanitaria de la urbe constituye una de las principales preocupaciones de las autoridades de este municipio. ¿Cómo solucionarlo? La posibilidad debe ofrecerla un programa de reordenamiento vial que, entre otras trascendentales medidas, incluya el desvío del transporte de tracción animal y humana (bicitaxis) de zonas claves del centro citadino, en especial de los que expenden alimentos. “En otras ciudades del país existen precedentes similares. Se trata de establecer condiciones que garanticen la higiene, la creación de condiciones seguras para la venta de alimentos”, precisa el doctor Lázaro Vicente Suárez Navarro, primer vicepresidente del Consejo de Administración Municipal (Cam). Aunque el reordenamiento vial aprobado por el propio Cam debe propiciar la incuestionable ventaja, el programa intenta, en lo fundamental, descongestionar el embotellamiento común en sus principales accesos. Fíjese si es así, que entre las 7:00 a.m. y las 7:00 p.m., entran y salen de la ciudad 8 mil 271 vehículos, según el último conteo realizado por organismos especializados. Y en ese elevado volumen destacan camiones y ómnibus muy pesados, de poca maniobrabilidad en zonas urbanas, que reducen la capacidad en estos espacios y restan fluidez a la circulación, sobre todo si también confluyen coches, carretones, bicitaxis, bicicletas, detalla Samuel Abad Leyva, al frente de la Unidad Provincial de Ingeniería de Tránsito. “Es algo que provoca constantes tranques, condiciones favorables a la accidentalidad, pérdidas de tiempo y económicas, gasto de combustible, daño medioambiental”, enfatiza. El reordenamiento propiciará, a corto y largo plazos, ir resolviendo esas consecuencias. Acabar con la descongestión. Su éxito también dependerá del comportamiento de los conductores de vehículos de tracción animal y humano, a quienes primero se aplicarían las medidas que implican cambios en la ruta habitual por ellos seguida. Pese a la necesidad de aplicar las regulaciones, no todos los integrantes de este segmento de transportistas aceptan lo que será un hecho. Las bridas que no pueden esperar Con un protagonismo importante en la población de trabajadores no estatales de Cárdenas, la actividad transportista también clasificaba como la más numerosa entre los 13 municipios de la provincia, según datos de la Unidad Estatal de Tráfico, el organismo responsabilizado con la concesión de las licencias operativas. Los inspectores no dan abasto para la elevada población laboral no estatal. Aunque la cifra va y viene, las últimas estadísticas suministradas al semanario fijaban en mil 614 las personas con este tipo de aprobación, más de la mitad de las cuales corresponden a coches para transportar pasaje (677), a ciclos o bicitaxis (351), y 31 a carretones o planchas (se emplea en el trasiego de mercancía). Se estima la existencia de unos 400 que laboran sin documentación, dígitos que algunos califican de conservadores. Esa cantidad de cocheros y bicitaxistas levantan aquí los mil y un comentarios, arrastrando hacia lo negativo lo mismo a justos que a pecadores, al punto de granjearse fama de indisciplinados. A principios de junio, la ciudad se asombró cuando vio a parte de ellos acudir a la sede del Consejo de la Administración Municipal para reclamar la aplicación de la medida que modificó las rutas por donde ya no transitarían. La decisión se pretendió implementar con dos claros inconvenientes. Ni recibieron información previa de los pormenores de la transformación, ni tampoco las nuevas sendas estaban completamente acondicionadas. Los demandantes triunfaron por la justeza de sus planteamientos. El gobierno prometió aplicar el reordenamiento solo cuando estén preparadas las condiciones y las respuestas sean tangibles. A juzgar por la información del semanario local Girón (31 de julio), solo falta asfaltar la calle Vidal, al parecer la última de las cinco principales. Si el gobierno cumple su parte, ¿cuándo otros asumirán la suya? La interrogante se la hacen no pocos residentes en la llamada Ciudad de las Primicias. La verdad es que no todos son bien mirados. “Los hay generosos, esos que no importa si no alcanza el dinero para pagar los 20 pesos (los tradicionales), o los tres pesos (llamadas guagüitas)”, asegura Caridad García, ama de casa. Del lado opuesto están los otros, “los que no se conduelen, esos que te miran como diciendo, si no tienes no montas”, contrasta la maestra Eneida Pérez. “No queda otro remedio que utilizarlos, yo mismo casi siempre tengo que soltar un peso, a veces dos (en CUC), para que me lleven a mi casa cuando a la una de la mañana llego de trabajar y no tengo otra opción”, confiesa un empleado de Varadero que solicitó el anonimato. “Algunos cocheros piensan que son los dueños de Cárdenas, algunos creen que allí mandan ellos y a veces nos tratan con agresividad”, fueron algunos criterios reiterados y hasta lamentablemente comprobados por este equipo, al que un joven conductor intentó quitar la cámara, luego de percatarse de que había sido fotografiado cruzando una calle en contra del tránsito y descalzo. Por actuaciones similares o peores, Mildreyvis Ruedas Aragón, jefa de grupo de los inspectores integrales, califica de arriesgada la labor que realizan con “algunos que llegan a ser insolentes, al extremo de acudir a las agresiones verbales y físicas”. Aclara que aunque como estilo siempre andan en pareja, “a veces operamos de conjunto con miembros del Ministerio del Interior. “Sí, es verdad, ellos se quejan de acoso, de que no los dejamos tranquilos, pero algunos son bastante indisciplinados”, reconoce sin ambages. “Son constantes las circulaciones y estacionamientos en lugares prohibidos”, precisa Ruedas Aragón. “Al infractor con licencia se le multa con 700 pesos, y con mil 500 al que no la posea, al ilegal. Eso genera un estado de alteración en los transgresores, es verdad que la cuantía está fuerte, pero ellos saben cuál es la solución, no violar”. El capitán Yónder Romero Verdecia, segundo jefe de la PNR en el municipio, confirma la aplicación por ese órgano de medidas accesorias como la ocupación de coches (había unos 15 a mediados de junio). “Sus dueños o son reincidentes en infracciones o son ilegales, carentes de documentos. Podemos retener los equipos por varios meses o decomisarlos. Son frecuentes las multas por irregularidades vinculadas con tránsitos o paradas no permitidas. En lo fundamental, tratamos de realizar labor preventiva, para educarlos”. Aunque de intolerantes califican a no pocos de los responsabilizados con el orden vial, Trabajadores presenció cómo un policía anuló la multa de 750 pesos a un joven que perdió su casa debido a un incendio, algo que le comentó una inspectora. Sin embargo, minutos después el infractor destrozaba la promesa de “no lo haré más”. Ha regresado al sitio donde le concedieron el indulto. Es la tercera carrera del bicitaxista… Son las seis de la tarde, quizás un poco más, y en Cristina y Ayón paran cinco, seis, 13 guaguas, no alcanza la vista para contarlas. Transportan empleados del Turismo, “es el mercado más seguro y mejor pagado”, confiesa el muchacho, “la gente viene por eso, no importa si nos agarran”. “¡Agua!”, gritan, y si usted no conoce el código, se rompe los ojos buscando las nubes o el salidero. Eso se piensa hasta ver asomar la patrulla de la PNR, eso significa la alerta. Mientras unos cargan, alguien vigila. Por un tiempo, la codiciada esquina retorna a la calma. “Calma de segundos, deja que los policías se vayan”, sonríe irónicamente Alberto Expósito Ramírez. “Esta no es una piquera legal, un poco más allá hay una, señala, y ellos no la usan. Algunos son demasiado irreverentes y perjudican a los vecinos de esta concurrida zona de Cárdenas. Mi familia y yo hemos padecido mucho, el escándalo, las palabrotas, los problemas de higiene. Escribimos aquí y allá, hasta que un día asistí como invitado a una reunión con varios delegados de circunscripción… Conocí de las medidas que la asamblea aplicará y de las mejoras que ya se aprecia en avenidas y calles. Con mis dos manos apruebo el reordenamiento vial, por fin la solución oficial a un viejo problema”. Lo que a cada cual corresponde Hay dos inspectoras en una céntrica esquina, algunos agitan el caballo para no detenerse. “Casi siempre esos son los ilegales”, comentan. “A mí me pueden parar 60 veces, para eso están ellas (alude a las inspectoras). No cometo ilegalidad”, opina Jorge Luis Barrera. “Hay que cumplir con el orden y punto”, afirma el conductor Jorge Vera. “¿Por qué complicarse tanto?, cumplamos y ya”, convoca Jorge Vera, mientras examinan sus documentos. La inspectora lo distingue entre los bicitaxistas buenos de verdad. “Hago mi parte y espero que los demás también. Sí reconozco que a veces nuestro trabajo se empaña por la inadecuada conducta de los ilegales que vienen de otras provincias, de poblados cercanos. Eso hay que pararlo. Si no están en regla, ¿cómo se lo permiten?” Yoel Rodríguez es un cochero con unos cinco años de ejercicio, y muy consciente del orden que requiere la circulación vial y lo que toca aportar a los que como él resultan imprescindibles en el día a día de la urbe. “Conocemos nuestros deberes, pero también exigiremos derechos. Comunicación, calles arregladas, un taller que funcione bien, con recursos, eso también ayuda a la disciplina”. La posibilidad que tienen los transportistas de ejercer el trabajo por cuenta propia en cualquier lugar del territorio nacional, trae a Cárdenas una elevada población flotante, incluso, sostienen inspectores, indocumentados. De Santo Domingo, Villa Clara, es frecuente encontrarlos aquí, también de municipios como Martí o Perico. Yosvani Moreno González, historiador de la ciudad, considera que no se ha podido precisar con exactitud el surgimiento de este tipo de vehículo y apunta que existen referencias que lo vinculan a la segunda mitad del siglo XIX. “Es difícil prescindir de él porque las otras alternativas resultan insuficientes. Sin embargo, la disciplina no resume solo el acatamiento de la reorganización vial, urge detenerse en la imagen, en chancletas, short corto, andan como si nada. “Hay evidencias de que hasta casi los inicios del período especial, un reglamento normaba el comportamiento de los cocheros, les exigía uniforme o un correcto vestir. Retomamos esas ordenanzas”, sugiere el también delegado del Poder Popular. Francisco Tarifa Fernández, director de la Unidad Estatal de Tráfico en la provincia de Matanzas, da fe de lo exigente que se es con este sector para concederles la licencia operativa. “Se practica exhaustiva revisión técnica del coche y se les exige la recalificación, porque se convierten en choferes profesionales, con mucha responsabilidad en el traslado de los pasajeros. A diferencia de los inspectores integrales, este organismo solo actúa en las piqueras para velar se use el caballo que está registrado, el empleo de culeros para evitar derramamiento de excremento, que conduzca el titular o el trabajador contratado. “Se sabe que quien no cumpla con esto, pierde la licencia y podrá proponerse el decomiso. No se puede jugar con la vida de las personas”. En Cristina y Ayllón, donde está prohibido recoger pasaje, abundan los tradicionales que cobran 20 pesos. Cuentas pendientes Para intentar poner un poco más de orden entre los trabajadores no estatales de Cárdenas, transportistas o no, resulta insuficiente la cantidad de inspectores y con eso concuerdan los responsables de esa función. “No damos abasto”, confirma Mildreyvis Ruedas Aragón. “Somos 10, de una plantilla de 14 para atender la ciudad cabecera y es muy difícil en un lugar como este de elevado nivel adquisitivo, que también atrae a una población flotante para ejercer trabajo no estatal, lo que provoca que reportemos un número grande de imposición de multas, como promedio unas 32 al día”. En Cristina y Ayllón, donde está prohibido recoger pasaje, abundan los tradicionales que cobran 20 pesos. Pese a que Ruedas Aragón fija las expectativas en un próximo curso que podría completar las plazas vacantes, reconoce la urgencia de un estudio que aproxime la cantidad de estos empleados a su real demanda, dada la complejidad económica y social de la urbe. Y aunque este cuerpo por sí solo no eliminará las irregularidades en este sector, deberá ser mejor gestionado en cuanto a condiciones de trabajo, si de verdad se espera la eficacia como saldo de su desempeño. Un salario de 385 pesos y hasta 125 pesos de estimulación (si se la ganan), le restan atractivo al puesto de inspector. La CTC sabe lo que le toca La cifra de cuentapropistas del sector del transporte resulta incoherente con los bajos porcentajes de afiliación, verdad que sin ambages admite Omar Ramírez Ramírez, secretario general del comité municipal de la CTC. “Cualquier asunto vinculado con ellos sería más fácil de gestionar si la mayoría estuviera sindicalizada. La culpa es nuestra. Ha habido fallos en la labor política, un error que ya estamos enmendando porque en el territorio existen condiciones para organizarlos y que las estructuras funcionen. “Es cierto que la sindicalización es voluntaria, si bien nos ocupamos por los que se deciden y los que no, sería saludable que se agruparan. Ya lo han hecho, de todas las actividades, unos 4 mil 600. “Pese a lo que sabemos falta por perfeccionar, atendemos sus reclamaciones, hemos logrado la anulación de multas mal impuestas o medidas injustas, soluciones posibles también por las magníficas relaciones de trabajo con los inspectores integrales. “Reconocemos que la atención a las quejas precisa agilidad. A veces no actuamos con la rapidez que las situaciones demandan o se espera de nosotros. Por ese camino andamos. Es mucho lo que resta por resolver en la vinculación con un sector que llegó para quedarse”. Los inconvenientes que hoy provoca el desempeño de estos trabajadores por cuenta propia tendrán que ser resueltos con el concurso de todos. Cárdenas merece ser una ciudad mejor y esa urbe posible a la que se aspira también depende, y mucho, de su comportamiento.

lunes, 4 de agosto de 2014

La habitación en que murió el Generalísimo: una reliquia histórica

El 17 de junio de 1905, murió el mayor general Máximo Gómez Báez; pero ¿sabes dónde ocurrió su fallecimiento y qué ha sido del lugar y del mobiliario que lo rodeaba? Pues te cuento una hermosa historia de veneración a la memoria de un héroe. Por: María Luisa García Moreno Tomado de http://www.pionero.cu
Por entonces, la familia Gómez Toro habitaba la casona de 5a y D, junto al teatro Amadeo Roldán, en el Vedado capitalino. Esa edificación iba a ser demolida, razón por la que Benito Lagueruela y Vicente Font, dos cardenenses, realizaron gestiones para rescatar la habitación donde había fallecido el Generalísimo. Como consecuencia de su labor, el Obispado hizo “[…] donación gratuita al Museo Oscar María de Rojas, de Cárdenas, de los techos, pisos, y puertas que constituyen la citada habitación del ángulo derecho del frente de la casa […] en la que falleció […] el ilustre General del Ejército Libertador de Cuba […]”, según consta en acta notarial fechada el 28 de octubre de 1908. En piezas, la habitación fue trasladada a Cárdenas, la Ciudad Bandera, y montada entre el 18 de enero y el 1º de marzo de 1909, en el antiguo local del Museo y Biblioteca Pública, ubicado en la Avenida de Vives, frente al parque Martí. El montaje respetó no solo la estructura, sino incluso la orientación con respecto a los puntos cardinales, así como el color de la pintura de las paredes, ventanas y techos. De hecho, la habitación en que falleció Gómez fue el primer monumento trasladado en Cuba. Años después, en 1913, Margarita, la hija menor de Gómez, visitó aquel cuarto y quedó muy impresionada por su fidelidad a la habitación original; ello propició que Urbano, otro de los hijos del Generalísimo, donara el mobiliario del dormitorio para ubicarlo en la pieza reconstruida. En 1984, a petición de Elvira, hija del general Carlos María de Rojas, la habitación de Máximo Gómez se trasladó para el Centro de Veteranos, en cuyo patio fue ubicado en el primer semestre de 1986. Una vez más, el cuarto fue colocado en posición similar a la que ocupaba en la casa de 5a y D y, en su interior, se situaron no solo los muebles donados por Urbano, sino también otras valiosas piezas museables vinculadas con el gran dominicano. El nuevo emplazamiento fue inaugurado el 30 de julio de 1986, año en que se celebraba el 150 aniversario del natalicio del insuperable jefe mambí, con la presencia del Comandante de la Revolución, Juan Almeida Bosque, presidente de la Comisión organizadora de las actividades conmemorativas; Pedro Máximo Vargas Gómez, nieto del Generalísimo; familiares de veteranos de nuestras guerras de independencia; dirigentes y pueblo en general. A partir de entonces el Centro de Veteranos adoptó el nombre del insigne jefe del Ejército Libertador. Este centro ocupa el edificio del antiguo Cuartel de Caballería del Ejército de Operaciones español; fue reformado en la década del cuarenta del pasado siglo. Construido originalmente en el XIX, parte de este inmueble había sido destinado hasta 1886, año en que fue abolida la esclavitud, a depósito de cimarrones capturados. Posteriormente funcionó como asilo de ancianos, primero y luego, como sede de la Banda de Música. Solo en 1932, fue entregado a la delegación local de la Asociación de Veteranos. Tras realizarle varias mejoras constructivas, el 24 de febrero de 1945, quedó inaugurada en este lugar la Galería de Veteranos y Patriotas. En la década del setenta, los últimos veteranos lo entregaron para su conservación y custodia, a la Comisión Regional de Historia y, en 1974, se convirtió en filial del museo Oscar María de Rojas —perteneciente a la familia del general de división del ejército mambí Carlos María Rojas Cruzat y fundador y primer director del Museo y Biblioteca Pública de Cárdenas. En 1986, como ya te expliqué, la dirección del museo decidió trasladar al patio de la institución la habitación en la que había fallecido el Generalísimo en la capital, el 17 de junio de 1905. De ese modo, la veneración hacia el insigne dominicano, preservó las valiosas reliquias. Si bien, gracias al amor y colaboración de muchos, la habitación en que murió el viejo héroe ha sido preservada como la valiosa reliquia que es, la casona de 5a y D, en el Vedado capitalino, que también debiera ser objeto de protección y respeto, pues en ella vivieron el Generalísimo y su familia, ha corrido un triste destino. Ciertamente, una tarja recuerda el paso de Gómez por la edificación; pero el inmueble se encuentra en pésimas condiciones de conservación. Sería bueno que las autoridades y vecinos del lugar se dieran al rescate de este sitio histórico. * Se agradece la información a Ernesto Álvarez Blanco, historiador y museólogo de Cárdenas.

lunes, 28 de julio de 2014

Una incansable contadora de historias

Por: Aline Marie Rodríguez. Boletín Cubaliteraria.
Casi desconocida, en nuestros días, resulta la obra narrativa de Renée Méndez-Capote, autora recordada entre los adultos y jóvenes por sus Memorias de una cubanita que nació con el siglo. Sin embargo, la publicación del volumen Locura de amor, que cuenta con selección, introducción y edición de Esteban Llorach Ramos, viene a saldar esa deuda con los lectores. Aparecen así en este libro, que forma parte de la Colección Homenaje de la Editorial Gente Nueva, fragmentos de quince obras que fueron publicadas, por vez primera, entre 1963 y 1984, fruto de la extensa producción literaria de su autora. Sucesos y protagonistas de la historia patria, así como prácticas culturales, ritos, costumbres y hábitos de los cubanos son los temas esenciales sobre los cuales versan los textos antologados en este volumen, que llega, además, pródigamente ilustrado por José Antonio Medina. Capítulos de los libros Relatos heroicos, Dos niños en la Cuba colonial, Episodios de la Epopeya y 4 conspiraciones, proponen un acercamiento novedoso, desde la narrativa, a pasajes de la historia de la Isla durante las luchas contra el dominio de la colonia española. También aparecen en el volumen obras como Por el ojo de la cerradura, Amables figuras del pasado, Costumbres de antaño y El remolino y otros relatos, las que, a través de una mirada sui generis, refieren y evocan los recuerdos de una Isla, su historia y sus habitantes. La autora de estos relatos, Renée Méndez-Capote y Chaple (La Habana, 12 de noviembre de 1901-14 de mayo de 1989), hija del General cardenense del Ejército Libertador Dr. Domingo Méndez Capote, fue también una activa periodista, colaboradora de diversas publicaciones, entre ellas Diario de la Marina, El País, Grafos, Social, Bohemia, Mañana, El Mundo y La Gaceta de Cuba. Además, durante su fértil y fecunda trayectoria profesional laboró en pos de la cultura nacional desde instituciones como la Biblioteca Nacional José Martí y la Editorial Gente Nueva, e impulsó proyectos como la traducción del inglés de documentos inéditos sobre la toma de La Habana por los ingleses. Como cierre de esta obra-homenaje a esa cubanita que nació con el siglo, se incluyen seis trabajos críticos sobre su vida y su trayectoria intelectual y literaria. Textos que llevan la firma de Ivet González, Mercedes Santos Moray, Niurka Alfonso Baños, María Margarita León Ortiz, Enrique Pérez Díaz y el propio Esteban Llorach Ramos, quienes valoran el alcance y trascendencia de esta narradora para las letras del siglo XX cubano. Al apreciar la figura de Renée Méndez-Capote, el escritor Enrique Pérez Díaz asegura que “no cesó ni un instante de contar a las nuevas generaciones —y a sus contemporáneos— las realidades pasadas que con tanta agudeza vieron sus ojos de periodista rebelde, de soñadora. No se cansó de contar historias y en medio de personajes y conflictos la muerte tocó a su puerta”.

miércoles, 23 de julio de 2014

Bocetos sobre tres brujos cubanos (entre ellos uno de Cárdenas).

Por: Gerardo E. Chávez Spínola. Boletín Cubaliteraria julio 2014.
Existen en Cuba diversas líneas de pensamiento religiosas afrodescendientes con una larga tradición. Sus fundadores llegaron como esclavos a nuestras costas, sin posesiones, desnudos, maltratados, vejados, separados de sus familias, costumbres y tierras. Lo único que no pudieron quitarles fue la extraordinaria fe en sus creencias. Más que simples practicantes, algunos de ellos eran verdaderos sacerdotes en sus cultos. El babalao era, y sigue siendo, el padre de los secretos. Ni uno solo de ellos trajo libreta de apuntes, pero aun así supieron trasladar sus tradiciones y conocimientos a otros hasta nuestros días. Todas sus sapiencias, instrucciones y preparaciones: ensalmos, oraciones y conjuros; pócimas, ungüentos y polvos para sanaciones y maldiciones; sobre las plantas del bosque y cómo prepararlas; cómo abrir o cerrar “los caminos”; cómo atraer o alejar, perjudicar o beneficiar; incluso, cada pequeño y minucioso detalle del más complicado ceremonial, les fue brindado de bocas a oídos, como también a nivel espiritual por medio de místicas iniciaciones y de esa misma forma supieron trasladar a otros tales enseñanzas, a través de los siglos. Pero lo hicieron de una manera tal, que hoy estas creencias religiosas no solo permanecen, sino que se han extendido a una gran parte de la población creyente en todo el archipiélago cubano. En un principio, se incluía toda una serie de pruebas para elegir al neófito que se iba a iniciar como babalao, además de una extraordinaria preparación, que generalmente comenzaba en la adolescencia, en la cual no estaban excluidos importantes aspectos tradicionales, morales y éticos, que con el tiempo se fueron relajando y hasta perdiendo. Ya para la época en la cual se van a desarrollar estos relatos que a continuación se describen, muchos de aquellos aspectos importantes de esta preparación se habían relajado. También debe tenerse muy en cuenta cómo, los acontecimientos que aquí se presentan y la manera de actuar de algunos de los supuestos protagonistas, distan en mucho de ser históricos y son extraídos de la memoria popular, que no se ha preocupado nunca por ser exacta, sino por reconfigurase una y otra vez, alimentándose más de pasiones, miedos, emociones y ansiedades, que de realidades. Es importante aclarar que los cultos sincréticos afrocubanos no poseen iglesia y por tanto, no existe para ninguno de ellos una liturgia exacta, ni una teología unificada, ni mucho menos la elección de algún sacerdote supremo, que dicte reglas o dirija a los demás. Aunque sí han existido, en realidad, babalaos muy conocidos en sus respectivos círculos, las más de las veces respetados por sus actitudes y conocimientos, otras quizás temidos, como pudieron o no serlo en su época quienes a continuación se citan. El báculo de Andrés Kimbisa Andrés Facundo Cristo de los Dolores Petit, más conocido entre los suyos como Andrés Kimbisa, uno de los individuos más carismáticos, respetados y queridos entre los pobladores, practicantes y religiosos de las barriadas de Guanabacoa; Jesús María (los Barracones); San Felipe; La Lejía (del Cristo); el Cangrejo (del Ángel); y Las Llagas (San Francisco), de la Antigua Habana. Abakuá, iniciado en la Regla Palo Monte; terciario de la cristiana Orden Santo Domingo de Guzmán; vidente; célibe; místico y zahorí, “Quien debido a los perjuicios de la época, entre los personajes populares del segundo tercio del siglo XIX en La Habana, fuera uno de los menos recordados por la historia”.1 Entre sus seguidores fue conocido como El Fundador, El Maestro, además, El Sayón de Santo Domingo o el Isue del Bakokó Efor. Hijo de esclava, era un mulato alto, delgado, de buen porte, ademanes pulidos, facciones finas, gesto elegante y conversación inteligente. “Cuentan que sabía latín y griego, enseñado por los monjes del convento de San Francisco de Asís, donde creció con formación cristiana y al que siempre estuvo vinculado. Habitualmente se le veía vestido muy limpio, con chaqueta negra y pantalón blanco. Muchos coinciden en afirmar que era un hombre afable de mirada profunda. Usaba bastón y calzaba sandalias, aunque todos sabían que en sus últimos años, hizo promesa de recoger limosna para los pobres, recorriendo las calles totalmente descalzo mientras mendigaba”.2 Muchos rumoraban que su madre esclava era ficticia, solo para esconder lo que en aquella época era el horrendo pecado de una mujer blanca, preñada de negro. La Orden creada por Pettit fue la primera que permitió la entrada de hombres blancos a la cofradía, “aunque nadie piense que fue logrado de un solo golpe y sin sacrificios. Ñáñigos ortodoxos y tradicionalistas se pusieron en su contra, algunos le declararon en traición y no pocos quisieron expulsarle y hasta eliminarlo físicamente por tamaña osadía. Pero desde aquel entonces, hasta nuestros días, decir ñáñigo es decir hombre valeroso, que no conoce el miedo y desprecia el peligro. Así logó su propósito Andrés Petit, con indomable tesón, inteligencia y valentía.3 Andaba con un bastón, como era la costumbre de su época. Unos dicen que era un bastoncillo, “como el que usan los Jefes de las Potencias Abakúa (llamado Itón), con las dos puntas encasquilladas en plata”4; otros, sin embargo, le han descrito como un báculo o cayado, a la manera de los obispos. Muchas leyendas se extendieron en La Habana con relación a este adminículo: “que hacía brincar al más fuerte y pesado de los hombres que tocara con aquel bastón. Otros cuentan que era suficiente con que lo alzase y señalase con este a una persona, para que esta quedare detenida de pronto, como si fuese parada en seco por una fuerza invisible y superior. Otra anécdota cuenta que al regreso de uno de sus viajes, le esperaba en el puerto de La Habana un grupo de hombres de mal talante, descontentos por las reformas que Petit estaba creando dentro de los abakuás. Aquellos morenos, llenos de odios y rencores estaban exaltados y dispuestos a todo. Mas en respuesta al amenazante grupo, el Caballero de Color alzó su báculo desde la baranda del buque, e inmediatamente, como modificados por una presencia poderosa, los complotados se tranquilizaron y poco después abandonaron el lugar”.5 Al fallecer Pettit, se cuenta que solicitó a quienes le asistían en ese momento, tapasen su rostro con un pañuelo blanco, para que nadie pudiera verle la cara. Como era de suponer, y ya de antemano se sabía, que no pocos paleros tenían pensado profanar su cadáver, cortando la cabeza y otras partes del cuerpo, con idea de integrarlos a sus “prendas” o “ngangas”, para hacerse de los extraordinarios poderes del fallecido y “manipular el muerto”, sometiendo a la esclavitud su espíritu. El cadáver de Andrés fue convenientemente reubicado por sus seguidores, muchos creen que a un panteón del antiguo cementerio de Espada. Otros mantienen la creencia de algún misterioso lugar, que aun permanece en el más absoluto secreto”.6 Tata Mongo y su “trabajo” mayor Hay quienes toman como cierto este relato, sucedido en una de las orillas del río San Juan, en la ciudad de Matanzas, durante el suave verano de 1795. Otros lo cuentan tan solo como una leyenda, de aquellas que narran los abuelos a sus nietos desde inmemorables tiempos. El hecho cierto es que ni los unos, ni los otros, dudan de la implicación del famoso brujo Tata Mongo, en el desenlace final de estos trágicos acontecimientos sucedidos en La Atenas de Cuba. Había ocurrido muchas veces en la historia, no era nada inusual que un blanco se enamorase de una mestiza, pero en este caso la familia del muchacho pertenecía a las capas más encumbradas de la sociedad de aquella época y no se podía permitir tal desliz. “Quiso el destino que el sobrino del rico hacendado Don Sebastián, se enamorara de Julia Rosa, que así se llamaba esta alegre y bien conformada joven de piel canela, cuyos diecinueve años reflejados en su cándido rostro de ojos verdes, traía desesperado de amor al señorito Fernando. Doña Rosario, la madre de Fernando y hermana de don Sebastián, quien tenía grandes planes para su hijo, se enteró mucho antes que el dueño y señor de todas las posesiones del incidente sentimental y temiendo lo peor, encargó a un famoso babalao conocido por Tata Mongo, resolver a su forma el asunto del niño Felipe y Julia Rosa”.7 Era este babalao uno de los más famosos en toda la región, aunque también estaba entre los más temidos por sus maleficios, que eran terribles a decir de muchos. Cuentan que vigiló la vivienda de Julia Rosa y “un día cuando la abuela no estaba en casa, se le apareció el brujero a la muchacha con un sabroso dulce de coco que le brindó y ella comió gustosa, mientras escuchaba los cuentos del recién llegado visitante. El último de ellos fue el más misterioso: decía Tata Mongo que en su tribu, allá en África, los grandes brujos podían pedirles a los dioses convertir a las mujeres en aves, luego de lo cual ya estas no podían morir nunca. Se sabe que después de esta visita a Julia Rosa no se le volvió a ver nunca más”.8 La hermosa mulata había sido embrujada y convertida en gaviota. Desesperado el niño Felipe, acudía de cuando en vez a sentarse a la orilla del río San Juan, cerca de la casita de guano donde vivió Julia Rosa. “Cierta vez, vio venir hacia él una gaviota que se posó sin miedo a su lado, lo miró de una manera extraña, casi humana. A partir de ese momento, visitaba constantemente ese lugar, al que acudía esperando aquella rara ave de tan especial comportamiento. En poco tiempo, la locura de este frenesí invadió su alma sin remedio llevándole a la muerte. Decían que se enamoró de aquel misterioso ser alado. Desde entonces cuenta la leyenda, que una gaviota diferente a las demás, al comienzo de la primavera, remonta majestuoso vuelo desde el río San Juan, para sobrevolar la ciudad de Matanzas cuando el sol se retira a descansar. Los que la han visto de cerca afirman, que esta peculiar ave tiene los ojos verdes y cuando le miran a uno en pleno vuelo, se comprende por qué un ser como ese, no podrá morir nunca”.9 Ta Inasio, babalao mayor Se cuenta que en la segunda mitad del siglo XIX vivía en las proximidades del acueducto de la ciudad de Cárdenas, en la provincia cubana de Matanzas, un conocedor de los secretos ocultos de las más poderosas creencias religiosas afrodescendientes. Le llamaban Ta Inasio, o también a veces, Taíta Ignacio. Este asentamiento citadino llegó a tener censados, en el año de 1841, más de las dos terceras partes de su población de la raza negra10, por lo que las prácticas y los practicantes de estas líneas de pensamiento religioso eran abundantes. Transcurría su existir en una choza de mísera apariencia, cercana a la Cueva del Agua. Allí brindaba sus consultas, ayudado por un mestizo escuálido y casi desnudo llamado Hermenegildo, de quien se cuenta no salía nunca de la covacha y servía de asistente para sus prácticas. Este “Actuaba como médium, entrando en trance después de largos períodos bailando una enérgica danza. Cuando extenuado, casi desvanecido, caía al suelo este sujeto, era el momento de Ta Inasio consultar para obtener las fórmulas de sus pócimas, consejos y declaraciones”. “Terminada esta labor, que ambos hacían de buena fe, con un poderoso «Senseribó, epé macoó», se le pasaba el santo a Hermenegildo y volvía a su habitación”.11 Es de suponer que en realidad, la consulta sería formulada al “muerto” que “se montaba” sobre su ayudante. (NA) Según nos cuenta sobre este personaje el señor Herminio Portell Vilá, de quien hemos tomado estas referencias en su artículo de la Revista Archivos del Folklore Cubano12, y quién al parecer, como era muy común en su época, tenía ciertos prejuicios en contra de estos cultos religiosos, Ta Inasio encerraba a Hermenegildo en la covacha que le servía de vivienda y sala de consulta, para llevar sus “productos”, “trabajos” y “encargos” a los clientes quienes ya le habían solicitado de antemano. Y abunda más adelante en el referido texto: “No siempre su yegua quedaba estacionada frente a una humilde casa de gentes del pueblo, a menudo se abrían para él las puertas de lujosa residencia, y allá el viejo congo, liado a la cabeza un pañuelo rojo sujeto por el ala de lo que fue mugriento sombrero, cubriendo apenas su cuerpo con un sucio chaleco y unos pantalones que no pasaban de sus rodillas y usando a modo de primitivas sandalias unas suelas atadas con ariques, recibía misteriosos encargos para curar y hacer el “daño”, de labios de damas perfumadas y alhajadas”.13 Nuestro cronista da la impresión de no poder determinar a cuál de las líneas de pensamiento religioso que se practicaban por aquellas tierras en ese tiempo, se dedicaba Ta Inasio, quien probablemente cruzase varias reglas, cultos y creencias, como aun suelen hacer no pocos practicantes y babalaos en toda la Isla de Cuba. Así nos introduce el señor Portell Vilá, a su manera, en una descripción del ambiente ceremonial y brinda los siguientes detalles rituales: “Los numerosos ídolos, tallados groseramente queriendo representar caras humanas, con bigotes y barbas postizos; piedras sujetas por cadenas; collares; brazaletes; tambores y otros instrumentos exóticos; cacerolas enormes y huesos, se agrupaban ante un tosco altar dedicado a Obatalá, Shangó e Ifá, representados los dos primeros por Cristo y Santa Bárbara, esta última con el característico paño rojo, color preferido por los cabildos brujeros. Allí salmodiaban ambos una letanía bárbara y después Ta Inasio hacía vibrar los panzudos tambores con golpes alternativamente secos y profundos, mientras miraba con fijeza a Hermenegildo, que se levantaba poco a poco y danzaba al ritmo isócrono y monótono de los parches. Aquel hombre semidesnudo, con la mirada extraviada, la respiración anhelante y cubierto de sudor, giraba lentamente con pasos entrecortados y al cabo de un rato, aumentando la frecuencia de los golpes Ta Inasio, se aceleraba el baile y el humo del incienso envolvía al bailarín, el cual se movía vertiginosamente haciendo contorsiones y gestos desordenados, como un poseso, hasta caer, presa de supremas convulsiones, al suelo, echando espuma por la boca, con los ojos desorbitados, revolviéndose como un epiléptico, hasta quedar rígido y casi sin respirar… Ta Inasio practicaba también el vodú o culto de la culebra, no atreviéndose nadie en Cárdenas a penetrar en su tugurio, por el cual se arrastraba libremente una serpiente”.14 [Se supone, un majá. NA]. Afirma nuestro citado cronista que en el año 1886, la fama de Ta Inasio en toda aquella región había llegado a su apogeo. La fe en sus poderes se multiplicó. Recorría la población para efectuar visitas a sus clientes. Lo mismo realizaba estas prácticas religiosas, que ejercía como curandero. Así, de una u otra manera, los demás babalaos que se aconsejaban con él, fueron reconociéndole como su superior. “El celador de policía le vigilaba temiendo tortuosos manejos criminales en este negro enigmático, que pretendía hacer sortilegios y componer filtros amorosos, pero se hacía la vista gorda por las familias que lo protegían y porque miraba con injustificable tolerancia y puede también que con algo de supersticioso temor, la actuación del taita, el que cuando pasaba por las calles hacía huir a los niños medrosos y cuchichear a las comadres, que le señalaban y hablaban de sus milagros, sus curaciones y su poder maléfico”.15 Todo parece indicar, que al comenzar el año 1895, las autoridades españolas comenzaron a sospechar de Ta Inasio, por lo cual dejó de acudir a la ciudad y sus practicantes y seguidores tuvieron que ir a su cabaña en el monte para poder consultarlo u obtener sus pócimas, preparados y consejos. “Poco antes de finalizar la guerra de independencia, regresando de una de sus correrías por las maniguas, de un modo misterioso, fue muerto Ta lnasio. Descubierto su cadáver, lo trajeron a Cárdenas y las averiguaciones practicadas para hallar al matador no dieron resultado alguno, por lo que, a poco, la causa fue sobreseída y Ta Inasio quedó olvidado en una fosa del cementerio, aunque el rumor público aseguraba que el temido «mayombero» se había hecho peligroso a las autoridades por estar en inteligencia con los mambises, sirviendo de intermediario entre estos y los patriotas de Cárdenas y que, en la misma alforja que conducía los trapos, cabellos, etc., para sus hechicerías, llevaba medicinas, pertrechos, víveres y correspondencia para los libertadores”.16 Notas 1 Gerardo E. Chávez Spínola: “Andrés Kimbisa, su báculo y leyenda”. Columna Imaginario Popular Cubano en Cubarte. Fecha de publicación: 2011-08-19. 2 Idem. 3 Idem. 4 Idem. 5 Idem. 6 Idem. 7 Gerardo E. Chávez Spínola: “Leyendas olvidadas del misterio cubano”. Columna Imaginario Popular Cubano en Cubarte. Fecha publicación: 2014-02-21. Bajado en: 2014-06-04. 8 Idem. 9 Idem. 10 Herminio Portell Vilá: “El rey de los brujos”, Revista Archivos del Folklore Cubano, volumen II, número 4, pp. 414-415. 11 Idem. 12 Idem. 13 Idem. 14 Idem. 15 Idem.

lunes, 21 de julio de 2014

LA MUERTE, NO AFLIGE.

Por: Valia Soto Espinosa Club martiano Néstor Ponce de León - Unión de Historiadores de Cárdenas.
Por concomitancia histórica, el lunes 12 de julio de 2014, ocasión en que se conmemoraba un aniversario más del nacimiento de Juan Gualberto Gómez, hubo de despedirse de la vida, en la ciudad de La Habana, el cardenense Guido Horrego Berrier, a la edad de ochenta y cuatro años, hijo de ese gran historiador, natural también de Cárdenas: Leopoldo Horrego Estuch, quien dedicó parte de su obra a la investigación y divulgación de la vida de este matancero y patriota insigne. Recuerdo una vez escudriñando en el diario cardenense, La Antorcha, de los años 40 del pasado siglo, encontré más de un artículo, donde se ensalzaban las pinturas de Guido, quien en ese entonces, era apenas un niño, páginas que le auguraron despuntaría en un gran artista. El traslado de la familia hacia la capital cubana, permitió a Guido ingresar en la Academia San Alejandro, y allí graduarse de pintor y escultor. A pesar de haberse marchado adolescente de nuestra Ciudad, poseía ese orgullo de buen cardenense, inspiraciones que llevó a la plástica, reflejando el coche, la Parroquia, la estatua de Colón... La escultura a Juan Gualberto Gómez, patriotismo manifiesto, heredado de su padre, el que llevaba enraizado, percibido también en algunos retratos hechos a otros próceres como José Martí y Antonio Maceo. En la década del 50 del siglo XX, sus obras fueron expuestas en galerías de la ciudad de Nueva York, lo cual acreditó su indiscutible talento. Sus limitaciones nunca laceraron su vocación, porque la vida, desde el punto de vista físico, actuó con cierta injusticia sobre él, pero como expresara el apóstol:”… la vida es un templo para los verdaderos hombres”. Murió Guido, parece grotesco, así como lo fue también el cáncer que lo enclaustró en la agonía, además de otros padecimientos neurológicos, que no pudieron cambiar su fe, sus ganas de vivir, porque sé, a este artífice, nunca le preocupó la muerte. Su nobleza está intrínseca en todo cuanto tocaron sus manos, es por ello que hoy me resulta difícil pensar en que se marchó con la furia de un mar bravío, esa que de un tirón intenta en balde desvanecerle, pues él será una estrella, alumbrando a la Ciudad que tuvo el placer de recibirle. Escribió nuestro héroe nacional: “… la muerte no aflige ni asusta a quien ha vivido noblemente: sólo la teme el que tiene motivos de temor: será inmortal el que merezca serlo: morir es volver lo finito a lo infinito”. LA MUERTE, NO AFLIGE. Por: Valia Soto Espinosa Club martiano Néstor Ponce de León - Unión de Historiadores de Cárdenas. Por concomitancia histórica, el lunes 12 de julio de 2014, ocasión en que se conmemoraba un aniversario más del nacimiento de Juan Gualberto Gómez, hubo de despedirse de la vida, en la ciudad de La Habana, el cardenense Guido Horrego Berrier, a la edad de ochenta y cuatro años, hijo de ese gran historiador, natural también de Cárdenas: Leopoldo Horrego Estuch, quien dedicó parte de su obra a la investigación y divulgación de la vida de este matancero y patriota insigne. Recuerdo una vez escudriñando en el diario cardenense, La Antorcha, de los años 40 del pasado siglo, encontré más de un artículo, donde se ensalzaban las pinturas de Guido, quien en ese entonces, era apenas un niño, páginas que le auguraron despuntaría en un gran artista. El traslado de la familia hacia la capital cubana, permitió a Guido ingresar en la Academia San Alejandro, y allí graduarse de pintor y escultor. A pesar de haberse marchado adolescente de nuestra Ciudad, poseía ese orgullo de buen cardenense, inspiraciones que llevó a la plástica, reflejando el coche, la Parroquia, la estatua de Colón... La escultura a Juan Gualberto Gómez, patriotismo manifiesto, heredado de su padre, el que llevaba enraizado, percibido también en algunos retratos hechos a otros próceres como José Martí y Antonio Maceo. En la década del 50 del siglo XX, sus obras fueron expuestas en galerías de la ciudad de Nueva York, lo cual acreditó su indiscutible talento. Sus limitaciones nunca laceraron su vocación, porque la vida, desde el punto de vista físico, actuó con cierta injusticia sobre él, pero como expresara el apóstol:”… la vida es un templo para los verdaderos hombres”. Murió Guido, parece grotesco, así como lo fue también el cáncer que lo enclaustró en la agonía, además de otros padecimientos neurológicos, que no pudieron cambiar su fe, sus ganas de vivir, porque sé, a este artífice, nunca le preocupó la muerte. Su nobleza está intrínseca en todo cuanto tocaron sus manos, es por ello que hoy me resulta difícil pensar en que se marchó con la furia de un mar bravío, esa que de un tirón intenta en balde desvanecerle, pues él será una estrella, alumbrando a la Ciudad que tuvo el placer de recibirle. Escribió nuestro héroe nacional: “… la muerte no aflige ni asusta a quien ha vivido noblemente: sólo la teme el que tiene motivos de temor: será inmortal el que merezca serlo: morir es volver lo finito a lo infinito”.

lunes, 14 de julio de 2014

La historia de Elián sigue estremeciendo.

El 14 de julio de 2001 el web máster de El Cardenense se convirtió en fundador y primer Director del Museo a la Batalla de Ideas. Por Juanita Perdomo Tomado de www.trabajadores.cu
Es imposible verlas sin sobrecogerse, sin que el corazón quiera salir corriendo. Son las ropas de un niño de cinco años, la última combinación con la que la madre lo arropara. Fue también la última vez que Elizabeth Brotons vistió a su hijo. Un pantalón y abrigo de color naranja, el diminuto pulóver. Es el mismo atuendo que llevaba Elián González Brotons cuando aquel 25 de noviembre de 1999 dos pescadores lo rescataran en alta mar. Uno de ellos, Sam Ciancio, tiempo después devolvió a Juan Miguel, el padre, lo que con celo había protegido. Desde su donación al Museo a la Batalla de Ideas, la pieza había estado por más de una década guardada, hasta que en el 2013 la colocaron en el área expositiva, uno de los hechos de mayor relevancia en el devenir de la institución, asegura el director Danim Pérez. “A su incuestionable valía se une lo que representa como símbolo de un pueblo que el 28 de junio del 2000, luego de siete meses de intensa lucha, lo recuperó del secuestro y trajo al pequeño a su tierra. Apreciarla será siempre un momento de profundo dolor, como sucedió durante la presentación oficial”. Justo este 14 de julio, cuando el referido museo cumple 13 años de existencia, la muestra llega a sus primeros 12 meses. Nadie como Teresa Rodríguez Sánchez ha estado más cerca de la ropa de Elián. “Es una sensación que no termina, la sentí el día inicial que la tuve en mis manos. Antes, como parte de la conservación que debo hacer, la sacaba para que cogiera un poco de aire, ahora, todas las semanas, limpio la vitrina y cuando comienzo a acomodarla, cierro los ojos y lo imagino solo, a la deriva. Es impresionante, pero es parte de la historia que él vivió y aquí se cuenta”. Entre las expuestas y las almacenadas, 3 mil 932 son las piezas que atesora el museo, la gran mayoría documentos, por el carácter político-ideológico de un centro guardián, precisa Teresa, de evidencias relacionadas con el secuestro, reclamo y regreso de Elián, y otros valiosísimos materiales, legados al presente y futuro de la nación. No se puede dejar de mencionar, estima el director, el Martí acusador (similar al de la Tribuna Antimperialista), lo primero que se observa al entrar, ni tampoco la cruz de plata y marquesita de la que se despojara la Reverenda Joan Brown Campbell —fundamental en la lucha por el retorno de Elián—, para que Juan Miguel se la diera al niño cuando lo tuviera con él. “Atesoramos gráficas memorables como la de los indios norteamericanos que viajaron a Cuba y le ofrecieron lo que podían, una misa mágico-religiosa para cuando llegara a los Estados Unidos se le abrieran los caminos al hombre que reclamaba con todo derecho. Aquí se hayan las ramas de abedul utilizadas en la ceremonia. “Guardado con mucho celo, un diario del luchador antiterrorista Gerardo Hernández Nordelo que rememora parte de la estancia del combatiente en Angola. Él viajó al hermano país un 14 de julio, en coincidencia con la posterior fecha de creación del museo”. Gracias a uno de los pescadores que lo rescataron, la ropa de Elián forma parte de las muestras. Desde la fundación hasta hoy el líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz, lo inauguró el 14 de julio del 2001. En aquel momento, escribió en el libro de visitantes: “El primero de Cuba y del mundo, habrá otros como este, pero aquí nació la idea y será escuela y ejemplo para los demás. La Batalla de Ideas no puede perderse ni se perderá, la especie humana depende de ella”. Ubicada en Cárdenas, en la propia ciudad matancera donde nació y vive Elián, la institución ha recibido más de 540 mil personas de 60 naciones, entre las que destacan 15 jefes de Estado, otros prominentes dirigentes gubernamentales y relevantes personalidades como el recién fallecido Gabriel García Márquez. Precisa Danim Pérez que si algo no ha dejado de hacer el museo que dirige es cumplir el encargo de exponer, promover y preservar fondos que clasifican entre lo más valioso de la cultura cubana. “Hemos extendido sus salas a los consejos populares, con muestras de cuán importantes son los programas de la Revolución, la lucha por la liberación de los Cinco, un frente donde tanto queda por hacer. Pero también está la labor comunitaria, el apoyo a los procesos electorales, un desempeño integral reconocido con el Premio del barrio, que otorga la dirección nacional de los Comités de Defensa de la Revolución”. Consecuente con esa vocación de habitar más allá de sus paredes, promueve un importante movimiento cultural y ha dado vida a prestigiosos proyectos como Suerte de Cangrejo, espacio dedicado al rescate de la trova, que aunque un poco menguado por estos días, prácticamente vio nacer como cantante al popular Tony Ávila, y prestó sus escenarios a memorables actuaciones como las de Sara González y otros relevantes cantores. Un museo para todas las épocas El edificio donde radica el museo es de los más antiguos de Cárdenas Adscripto al Ministerio de Cultura, se preparan las condiciones para poco a poco ir reparando algunos daños constructivos padecidos por la instalación. Según Carlos Torrens, director provincial de ese organismo, el hecho de que el museo radique en el antiguo cuartel de bomberos, uno de los edificios más longevos de la ciudad de Cárdenas, ha traído varios inconvenientes. “El inmueble, que recibiera reparación capital, posee puertas de un puntal alto y de madera muy pesada, por lo que los marcos se han separado un poco, han cedido, y ahora se necesita de una fuerte intervención de carpintería, al igual que las escaleras y los pisos, urgidos de mantenimiento, entre otros asuntos que serán atendidos con la prioridad que cada uno requiere”. A su juicio, este es un museo que tiene que hablar para todas las épocas. “Contiene cosas muy relevantes, desde el ejemplo de un pueblo guíado por su líder histórico en un combate sin precedentes, hasta las demostraciones de un padre que no descansó un segundo hasta que abrazó a su hijo. “Yo tuve el privilegio de acompañarlo en aquel entonces, de estar cerca de él, como a veces lo estoy ahora, y puedo dar fe del infinito agradecimiento de Juan Miguel y Elián a todas las personas que los ayudaron”. Compartir: Ver más: La historia de Elián sigue estremeciendo http://www.trabajadores.cu/20140713/la-historia-de-elian-sigue-estremeciendo/


"De amar las glorias pasadas se sacan fuerzas para adquirir las glorias

nuevas".

José Martí



“… la HISTORIA NOS AYUDARÁ A DESCUBRIR LOS CAMINOS DE HOY Y DE MAÑANA, A MARCHAR POR ELLOS CON PASO FIRME Y CORAZON SERENO Y A MANTENER EN ALTO LA ESPERANZA (...)”.

RAMIRO GUERRA