sábado, 19 de agosto de 2023

Palabras pronunciadas por el museologo Ernesto Aramis Álvarez en la Feria Territorial del Libro de Cárdenas que se le dedicó el 19 de agosto de 2023.

Compañeros de la presidencia: Distinguidos invitados:
78 años después de que se celebrara el Cárdenas por primera vez una Feria del Libro y al cumplirse 175 años de que el humilde maestro de escuela Miguel Guzmán Ramírez pusiera en circulación el primer periódico local, la Hoja Suelta, el cual tenía un carácter eminentemente literario, asistimos hoy a la inauguración de este importante evento cultural. Gracias a él, regresan los libros a la ciudad y el saber vuelve a ocupar los principales espacios culturales de esta plaza, para llenar de cultura y de saber numerosos hogares cardenenses. Esta feria que me honro hoy en inaugurar, tiene desde ya - estoy seguro – el éxito asegurado, no solo por el interés que ha despertado entre los habitantes de la ciudad, del polo turístico de Varadero y de los poblados cercanos, sino también por la larga tradición cultural que nos asiste. Recordemos brevemente, que aquí fue, en 1886, Director Literario del colegio San Luis Gonzaga Rafael María de Mendive, poeta y educador que tuvo el honor de tener entre sus discípulos a nuestro héroe nacional José Martí; que la excelsa poetisa cubana Gertrudis Gómez de Avellaneda vivió en este edificio, hoy Monumento Nacional, y escribió entre nosotros su novela El artista barquero o los cuatro cinco de junio así como varios de sus poemas y que figuras de la talla del erudito y bibliófilo Néstor Ponce de León, amigo y colaborador de José Martí, el novelista Emilio Bobadilla Lunar (Fray Candil), los dramaturgos Virgilio Piñera LLera, José Ramón Brene y Nora Badia, los oradores y tribunos Miguel Figueroa y José Antonio Cortina, el biógrafo Urbano Martínez Carmenate, Premio Nacional de Historia, y varios premios Casa de las Américas, como Alberto Abreu Arcia, Teresa Cárdenas y Luis Lorente, para solo citar algunos ejemplos, nacieron aquí. Así mismo, durante el transcurso de los siglos XIX, XX y lo que va de este nos visitaron, vivieron entre nosotros o crearon aquí parte de su obra el notable hispanista José María Chacón y Calvo, los poetas Federico García Lorca, Nicolás Guillén y Carilda Oliver Labra, el novelista Alejo Carpentier, el dramaturgo español José Jacinto Benevente, premio Nobel de Literatura, el Dr. Medardo Vitier Guanche, la escritora Dora Alonso, los poetas y ensayistas Cintio Vitier y Fina Garcia Marruz, el Dr. Eusebio Leal Splenger y otros muchos escritores e intelectuales cubanos y extranjeros. Todos ellos dieron, junto a una pléyade de escritores locales, cuya relación haría excesivamente extensas estas palabras, brillo y lucidez a la cultura cardenense, la cual se caracteriza hoy por el afán de continuar preservando y enriqueciendo el deseo de los fundadores de esta casi bicentenaria Ciudad y de sus primeros habitantes de colocarla en un lugar cimero en el campo de la creación artística y literaria nacional e internacional. Prueba de ello, es que a partir de unos minutos, nuestro pueblo tendrá la oportunidad de adquirir más de 400 títulos y más de 3.000 ejemplares de libros publicados por las más prestigiosas casas editoriales nacionales y por supuesto de las que prestigian el quehacer de nuestra provincia, entre las que no faltan Ediciones Matanzas, Ciencias Sociales, Gente Nueva, Oriente, la Científico Técnica, Pablo de la Torrientre Brau, Capiro, la Editorial de la Mujer, Arte y Literatura y la José Martí. Prestigian el catálogo de los libros que serán vendidos y/o presentados hoy, autores de la valía de Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí, Enrique Cirules, los Dres. Ibrahim Hidalgo y Antonio Núñez Jiménez, Daniel Chavarría, Enrique Núñez Rodríguez, Alexis Díaz Pimienta y otros muchos, entre los que no faltan nuestros coterráneos, los poetas Luis Lorente, Ihosvany Ferrer y José Miguel Gil, y el narrador Manuel Navea. Cardenenses, demos las gracias esta mañana a la librería La Concha de Venus, a la Dirección municipal y provincial de Cultura, a la Dirección provincial del Libro, a las autoridades locales y a todos los que tuvieron que ver con la organización de este evento, participando en todas y cada una de las actividades culturales y literarias programadas, y, sobre todo, llevando a casa ejemplares de los libros que se pondrán a la venta, los cuales serán de seguro desde ya un tesoro que leerán y conservaran con amor cada una de sus familias que los adquieran. Permítanme también, antes de concluir estas palabras, agradecer a los organizadores de este evento que lo hayan dedicado a mi modesta labor literaria e historiográfica. Recibo este reconocimiento no solo en mi nombre y el de mi familia, sino también en el de la Dra. Brunilda Oves y de su esposo Juan Higinio Ojeda, en el del historiador Lázaro Miranda Chirino, en el de los poetas, periodistas e investigadores Roberto Bueno Castán y Argilio Rodríguez G., en el de mi madre y en el de mis tías y tíos, en el de mi esposa, ángel tutelar de toda mi obra, en el de mis amigos y en el de todos aquellos que cuando era solo un niño que compraba libros en La Concha de Venus, soñaba con ser historiador, asistía a los talleres literarios y a las actividades de este, mi amado museo, creyeron en mí y en mi posible talento futuro como escritor e investigador. Amigos todos, distinguidos invitados, demostremos este día, una vez más, que los cardenenses somos un pueblo culto y sensible, amante de la buena literatura y excelente cantera de escritores, artistas e intelectuales, disfrutemos de esta fiesta del arte y la literatura, conscientes de que, como dijera el notable escritor mexicano Sergio Pitol, Premio Cervantes y amigo entrañable de Cuba, “… el libro es uno de los instrumentos creados por el hombre para hacernos libres. Libres de la ignorancia, libres también de los demonios, del tedio, de la trivialidad, de la pequeñez. El libro afirma la libertad, establece la individualidad, al mismo tiempo que fortalece la sociedad y exalta la imaginación". Muchas gracias

domingo, 2 de julio de 2023

Ernesto Aramis Alvarez Blanco: un hombre apasionado a la historia y a Cárdenas.

Por: Samantha Fierro Rodriguez, estudiante de periodismo. Tomado de la web de Radio 26. Ernesto Aramís Álvarez Blanco ha formado parte de la Ciudad Bandera desde niño y a pesar de haber vivido durante unos años en España, donde hizo más intrínseco sus lazos con la historia, comenta que nunca ha podido escribir o dar a luz a lo que él considera sus «hijos», en otro lugar que no sea su pequeño terruño. El Hijo Ilustre de Cárdenasdesde dos mil trece e historiador de la misma desde dos mil dos hasta dos mil once tiene en su haber una colección compuesta por dieciséis libros, varios premios y artículos periodísticos, entre otros, y constituye uno de los principales referentes vivos, dentro del territorio nacional, en cuanto a la figura de José Antonio Echeverría se refiere. La devoción de Ernesto por Manzanita y la tierra del cangrejo lo han impulsado a investigar hasta el más mínimo detalle del líder estudiantil. “Desde muy pequeño me vinculé a los museos de la ciudad, llegando al Oscar María de Rojas a muy corta edad y gracias a mi madre, amiga de René Hernández Martell, quien fuera entonces director de la institución a la que he destinado gran parte de mi obra. “Fue en ese espacio, rodeado de piezas de valor incalculable y de amantes de la historia de Cárdenas donde comenzó mi sentir por esta ciudad, el cual perdura en el tiempo y es cada día más intenso, a tal punto que no imagino mi vida en otro lugar”. Urbano Martínez Carmenate, historiador y ensayista yumurino, Premio Nacional de Historia, vio por primera vez a Ernesto cuando este era apenas un niño. “Hace muchos años que conozco a Ernesto Álvarez Blanco, no sé precisar cuántos. Mis recuerdos llegan hasta la década de los años ochenta del pasado siglo XX. Entonces yo escuchaba a Lázaro Miranda y a otros especialistas del museo cardenense hablar sobre la inteligencia de Ernestico. “Desde pequeño se paseaba con confianza por el museo. Más tarde fue mi alumno en el curso provincial de museología y el mejor expediente. “Como investigador es de lo mejor que ha dado Cárdenas en estos tiempos. No creo que nadie lo supere porque, además de su magnífico trabajo, sobresale por algo que no abunda, su capacidad para colaborar con los demás. No le niega ayuda a nadie y en todo momento está dispuesto a compartir la información en su poder, lo sé por experiencia. Todo eso vale, mis respetos”. Arnaldo Batista Alonso, Máster en Conservación del Patrimonio Cultural en la Universidad Complutense de Madrid, y amigo de Ernesto comenta que sus primeros encuentros tuvieron lugar durante el dos mil dos cuando ambos trabajaban en el Museo Oscar María de Rojas. “En aquella época él aun trabajaba en el museo atendiendo la colección de numismática, una de sus pasiones, independientemente de la historia local. Ernestico, como le decimos sus colegas, estuvo durante todo el fuerte proceso de montaje del museo. “La clasificación de las piezas, la organización de la museografía, la distribución de las vitrinas y la inauguración, no hubiesen sido logradas sin él, quien además ejercía como historiador del municipio por entonces. Esos fueron mis inicios, en los que siempre pude contar con Ernesto y sobre todo con su respeto por la labor de la juventud a la par de su total confianza en la misma. “Es un ser humano con una humildad de palabras mayores, una persona cercana a la que le gusta el diálogo y que es propensa a confrontar el criterio. Indagar, buscar el detalle siempre, ¿qué motiva los hechos y cómo hubiesen sido estos en condiciones distintas? son características muy suyas. “No obstante, de lo más impresionante resulta su capacidad de llevar toda información histórica, que quizás pueda resultar tediosa o extensa a medios como la radio y la televisión. “Tiene una forma muy interesante y muy particular de hablar, es un gran comunicador de la historia. Esa es una arista en la que Ernestico está consagrado como uno de los grandes historiadores cardenenses. “De su obra es necesario reconocer su acertada investigación sobre la figura que le da nombre al principal museo de Cárdenas, Oscar María de Rojas, y su contribución a la historia local. Ernesto debe ser una fuente primigenia si de la historia cardenense se trata. El hecho de tener la constancia, la perseverancia para resarcir todos los errores y las lagunas existentes en los textos publicados de la historia de Cárdenas, ese es su mayor valor”. La esposa de Ernesto, Madelayne Fernández Vera, Made, como me permite llamarla, prefiere referirse a él desde un punto de vista más sentimental. «Erne es una de las personas más inteligentes que yo conozco, a pesar de ser un enamorado de la historia, puede conversar sobre cualquier tema porque tiene una cultura general muy amplia. “Posee el don de la palabra. Es alguien sencillo y que aparenta ser común, pero cuando habla, todas las personas quedan hipnotizadas. “Eso lo he vivido a lo largo de los años en muchas conferencias, el público llega con una expectativa y cuando lo ven creen que va a ser algo simple. Sin embargo, cuando dice la última palabra te das cuenta de la motivación y el interés que despertó en la gente. «Una de sus mayores virtudes es que es demasiado puntual. No le gusta llegar tarde y si tiene que viajar para llegar a algún lugar lejano, nunca se confía. Siempre tiene que llegar antes o en el momento. Tiene ese hábito. “Ernesto es muy sincero y muy amigo. Su amistad es eterna y sus amigos son para siempre. Puede que pasen muchos años sin verse pero cuando lo necesitan, él está presente. Aunque es muy rencoroso. No olvida las malas acciones y es incapaz de perdonar. “Hace años él estuvo muy enfermo y nunca estuvimos solos. Ajenos a la familia eran muchos los que se preocupaban por su estado de salud. Desde los funcionarios del Gobierno hasta las diferentes entidades religiosas. Muchos dentro y fuera de Cuba, incluso personas desconocidas, se mantenían al tanto de la salud de Ernesto. “De sus gustos puedo mencionar que adora el chocolate. Cada cumpleaños o aniversario yo le regalo alguno que pueda conseguir y con la única persona que los comparte es con su ahijada Samantha quien además es su orgullo porque se desempeña en lides vinculadas a las suyas. Es una persona muy dedicada a su familia. Fue un hijo maravilloso, ha sido un padre espectacular y también un abuelo especial. “Como esposo no tengo quejas, a pesar de los años que llevamos juntos todavía me enamora, siempre está pendiente de mí, del detalle, de lo que necesito o de lo que quisiera y de la misma forma es con toda la familia. Es muy del hogar, muy amante a su casa y a sus libros. “Además de ser mi esposo es también mi amigo y es la persona con la que puedo contar incluso aunque estemos en desacuerdo. En cuanto a las discusiones, con él es mejor no tenerlas porque al ser una persona tan instruida y con muchas herramientas, te convence fácilmente. “Bueno, fíjate si es así que…todavía recuerdo esta historia y me da genio, lo que pasa es que al final, él me envolvió, como siempre. “En el noventa, él tenía una colección de numismática que había reunido durante mucho tiempo. Eran más de trescientas piezas de numismática francesa y entre ellas había una cantidad considerable de piezas napoleónicas pertenecientes al gabinete del rey en París, Francia. Esa colección estaba valorada en treinta y dos mil dólares. “¿Y qué crees que hizo Ernesto? Ni siquiera pensó en venderlas, donó todas sus monedas al museo porque pensaba que no era ético tener una de las mejores y más valiosas colecciones de monedas en Cuba, siendo el técnico que atendía la colección de numismática. “¡Sabe dios cuánto costaría hoy todo eso! A pesar de ser una persona con un nivel cultural abismal, es muy afable. Él puede ser amigo o conocido tanto de un guardaparques como de un ingeniero. Reconoce de igual manera a un ministro que a una persona cualquiera y a todos los trata con el mismo respeto. Debido a esto es muy querido. Si nosotros salimos no falta lugar donde no lo saluden y se preocupen por su bienestar. “Una de las historias más graciosas que nos ha sucedido fue cuando la Asamblea del Poder Popular prohibió a los coches circular por la calle de Real. Durante ese encuentro, Ernesto fue el único que no estuvo de acuerdo con la medida y esta fue aprobada por la mayoría. “Luego de eso estuvimos cerca de tres meses montándonos en los coches y los dueños no nos cobraban. Le decían que él era el único historiador que los había defendido y hoy aún muchos continúan llevándolo sin cobrar un centavo, en agradecimiento. “Él siempre está dispuesto para la gente. Lo mismo vienen los niños de primaria que los universitarios en busca de asesorías o de respuestas a sus dudas históricas. Incluso ha llegado a lugares donde se reúnen los cardenenses a hacer tertulia y ha ejercido de juez, sin saberlo, en apuestas populares porque su palabra es muy respetada. Vivir con Ernesto también implica que es una persona extremadamente demandada. Lo llaman todo el tiempo y cuando él está trabajando o escribiendo sus libros, yo me convierto en una especie de barrera. Soy su esposa pero también su secretaria y su telefonista. Sin embargo, para mí nunca ha sido un sacrificio estar con él ni con todo lo que significa su carrera. “Ernesto tiene mucha facilidad para escribir. Una vez que posee los datos o la información que necesita, redacta en cuestión de nada. No obstante, no tiene la misma destreza para apretar tornillos. Ese tipo de tareas manuales son para él lo más difícil, pero con un lápiz o una pluma en su mano te redacta un manifiesto. “El sueño de Ernesto siempre fue hacer un libro de la historia de Cárdenas. Este fue un proyecto que se pospuso durante mucho tiempo debido a otros libros, hasta que en un momento de estabilidad donde él ya estaba recuperado totalmente de su enfermedad, yo le propuse comenzar a materializar ese sueño, sin otros compromisos editoriales. “En un período sabático correspondiente a un año y seis meses Ernesto terminó este libro que aún no ha sido publicado y que tiene la particularidad de ser un libro diferente, un libro de historia con historias”. Delkis García Mesa, licenciada en Historia y trabajadora jubilada del Museo Palacio de Junco, en Matanzas, trabaja desde 1986 en el campo de la museología, de la archivística y de la investigación, y es otra de las colegas que insistió en comentar sus impresiones sobre Álvarez Blanco. “Conozco hace muchos años a Ernesto y su obra tiene un valor trascendental porque contiene uno de los estudios más serios que se han hecho desde el punto de vista histórico de la ciudad de Cárdenas. “Su obra yo la subdivido, primero en el campo de la museología, que fue donde lo conocí. Siendo todavía un museólogo, los aportes que dejó para el Oscar María de Rojas son incuestionables, partiendo de su afición como coleccionista. “Él ha aportado en conocimientos pero también en colecciones importantes de su patrimonio personal al museo y eso es digno de valorarse. No es sencillo desprenderse de un bien creado durante tanto tiempo y saber entregarlo para una función pública. Por otra parte, el campo de la historia local ha llevado a Ernesto a revitalizar, reestudiar y reinterpretar la historiografía de Cárdenas, otorgándole a los hechos locales un valor contemporáneo y actualizado. Bien ahora, es preciso aclarar que la obra de Ernesto se ha extendido más allá de los ámbitos locales como es el caso de sus trabajos sobre José Antonio Echeverría, figura de relevancia nacional, y sus estudios sobre la región del Cobre y la historia y el mito de la Virgen de la Caridad. “Puedo atreverme a decir que, actualmente, es uno de los historiadores más serios que tiene la historiografía contemporánea en Matanzas y en Cuba y debe ser considerado un estudioso de referencia por el alcance y el prestigio de su obra. ¿Ernestico, mi vecino historiador?, me decía Mirena Rodríguez, una de sus colindantes hace muchos años, cuando le preguntaba. “Simple: el orgullo de todos en el barrio, el consejero preciso, el teléfono público, la brújula local, el pacifista, el comediante, el educador, un personaje mágico multipolar donde se funden un orador magistral, un alma noble y el más humilde de los vecinos. “Mi bebé no era más que una sombra en un papel, no tenía sexo ni forma definida, ni siquiera un nombre pero ya estaba decidido, Ernestico será el padrino. “Agradecida siempre con mi compadre por aceptar el reto y permitirme el privilegio de una casa sin puertas, pared con pared».

miércoles, 14 de junio de 2023

Vivir para amar la Historia

Por: Jose Gabriel Rio, estudiante de primer año de periodismo.
Hijo Ilustre de la Ciudad de Cárdenas, con más de una docena de libros publicados y distinguido con los escudos de las poblaciones catalanas de Calonge y Arenys de Mar; Ernesto Álvarez Blanco (Cárdenas, 1968) ostenta más de un centenar de premios, galardones y reconocimientos en Cárdenas, en Matanzas, en Cuba y el mundo; entre ellos, la distinción Emilio Bacardí que entrega la Unión de Historiadores de Cuba a los museólogos con una extensa obra como la suya. Más de medio siglo de labor es poco tiempo en comparación a tantas distinciones. Ha hecho historia dentro de la historia que defiende, estudia y ama. Es conocido en su ciudad natal por sus cualidades, su sencillez y cordialidad. Todos buscan sus conocimientos, ya sea para dirimir una disputa acerca de algún hecho histórico o para ayudar a un estudiante con sus deberes. Para Ernesto Aramis Álvarez Blanco el mayor de los premios es que su obra sea útil. "Lo más importante para un historiador es que las personas lean y utilicen lo que uno escribe, publica e investiga, que se divulgue el conocimiento histórico acumulado en artículos periodísticos, que lo consulten estudiantes e investigadores; que su contenido sea aprovechado por otros. Me complace mucho cuando abro el Gmail y veo que me llegan notificaciones de que se han empleado mis libros y artículos por instituciones, por investigadores, por museólogos o por estudiantes cubanos y extranjeros en doctorados, tesis, maestrías, exposiciones, investigaciones …” Nació el 11 de enero de 1968 y su primer encuentro cercano con la historia fue, primero con 5 años, cuando de la mano de su madre y de sus tías estuvo en el acto inaugural del museo casa natal de José Antonio Echeverría y recorrió sus salas, y, después, cuando solo con apenas siete años, siendo un niño curioso que empezaba una colección de monedas, las llevó al Museo Oscar María de Rojas. Allí conoció a su director Lázaro Miranda Chirino y a partir de entonces, su vínculo con ese museo creció y se fortaleció. A partir de ese momento, aún sin tener edad suficiente para ello, hacia donaciones y colaboraba de manera sistemática con el referido centro. "La amistad de Lázaro y mía es como de padre a hijo, nos llamamos, nos vemos con frecuencia, nos ayudamos en nuestras investigaciones…. Estuve junto a él desde 1975. Antes del Museo Oscar María de Rojas, primero trabajé oficialmente desde 1986 en el Museo de Tradiciones Campesinas, primero de su tipo en el país, este fue en realidad mi primer trabajo como museólogo. Luego regrese al museo Oscar M. de Rojas en 1988. En el 1994 cuando se crea en Cárdenas la Oficina del Historiador de la Ciudad y Lázaro fue nombrado como tal, me designó su asesor. En esa época trabajé directamente con él, aunque ya lo habíamos hecho por años en el museo. Cuando dejé el cargo de Director del Museo a la Batalla de Ideas, por problemas de enfermedad, él decidió continuar siendo el Director del Museo Oscar María de Rojas pero me dejo a mí como Historiador de la Ciudad, cargo que ocupé durante varios años". Su juventud fue muy activa. La numismática tomó protagonismo en su vida y fundó en 1983 en el propio museo el Club Juvenil Numismático Mártires de Granada. A los 18 años, en 1986, fue designado miembro y secretario de la Delegación Municipal de Monumentos. En el Centro de Superación Profesional y Artística de Matanzas, donde cursó estudios de Museología, se graduó con el primer expediente de su curso en 1988. "Mi primera investigación de historia local fue sobre el Mausoleo a los Mártires de la Independencia de Cárdenas. Pocos saben que fue el primer mausoleo de este tipo erigido en una plaza pública en Cuba. La hice para la asignatura de Investigación histórica, dónde tuve la suerte de tener a un profesor como Raúl Ruiz, Historiador de la Ciudad de Matanzas ya fallecido, que me enseñó la Metodología de la Investigación que aún hoy aplico en mis nvestigaciones”. En 1989 recibió por su tesis de grado, tutoreada por el reconocido investigador y biógrafo matancero Urbano Martínez Carmenate, Premio Nacional de Historia, el Premio de Investigación del V Encuentro Nacional de Investigadores del Patrimonio Cultural Cubano y una primera Mención y Diploma de Honor en el concurso de historia Pedro Antonio Alfonso de Matanzas. Durante esta etapa de su vida, aunque se cataloga siempre como "un trabajador más del museo", colaboró junto a la Dra. Alicia García Santana y Lázaro Miranda Chirino en la creación y consolidación del equipo que propuso en 1989 la primera delimitación del Centro Histórico Urbano de Cárdenas. Fue también fundador de Ediciones Cárdenas. Ernesto tuvo un papel importante en la restauración del antiguo Cuartel de Bomberos de Cárdenas que, por iniciativa del comandante Fidel Castro Ruz, se convertiría en el Museo a la Batalla de Ideas, primero de su tipo en Cuba y el mundo. "Fidel decidió enviar a Cárdenas la escultura provisional del José Martí Acusador que estaba en la Tribuna antiimperialista de La Habana. Llegó un domingo, en secreto, a la ciudad y la recibimos algunos compañeros del museo, entre ellos yo. Poco después, el día que abanderaron al contingente que restauraríaen el edificio del futuro museo, me enteré de que alguien me había propuesto como director del mismo. Hay quien dice que fue mi amigo Eusebio Leal, otros que la Dra. Marta Arjona, quizás lo hicieron las autoridades del municipio no lo sé bien. Cuando acabó el acto me dijeron de sopetón: «No te vayas, que tu vas a ser el Director del museo, esa es la tarea que tienes a partir de ahora». El día de la inauguración de la institución me estaba muriendo de miedo, porque Fidel me mandó a decir que tenía unas preguntas para mí, y como Lázaro y yo le habíamos mandamos mi biografía de Oscar María de Rojas, yo me lo leí...¡No sé cuantas veces! ¿Qué me querría preguntar Fidel? Al final fue sencillo. Como había leído el libro, comprendió la importancia que tenía el museo Oscar María de Rojas y sus colecciones, y me preguntó si yo consideraba que había que restaurarlo también. Luego sus preguntas se convirtieron en cien". "Cuando Fidel llegó al museo Batalla de Ideas me preguntó por la ropita que llevaba el niño Elián González cuando fue rescatado en el mar. Casi nadie sabía que yo las tenía desde hacía días en mi casa, porque me lo dieron directamente a mí a guardar, con la advertencia de que no se podían mostrar sin autorización. Desde su arribo al museo Fidel me dio mucha confianza. Me sonó dos palmadas por la espalda, me dio la mano, me puso el brazo por encima… ¡Imagínate! El era enorme y yo un enano a su lado. El jefe de su seguridad personal me dijo que él estaba deseoso de hablar conmigo desde el primer momento que llegó a la Ciudad. Siempre estuvo a menos de un metro de mí. Él pidió charlar y caminar solo conmigo, a veces se acercaba alguien y le decía: «¡Oye, déjame hablar con el historiador!»". "Fidel debe haber averiguado de mí, vida y milagro, porque sabía más de mí que yo. Luego del acto me mandó buscar para reencontrarnos en Varadero, en la casa de visita donde él estaba. Eso fue el 14 de julio de 2001, estuvimos toda la noche conversando y hasta las seis de la mañana del día 15. Después volvimos en otras oportunidades a conversar con él, junto a Eusebio y a otros historiadores durante la celebración de distintos actos y eventos” Álvarez Blanco fungió como director del Museo a la Batalla de Ideas hasta el 2002. Fue asesor de Lázaro Miranda Chirino desde 1994 hasta el 2002,en que fue designado para ser su sucesor como Historiador de la Ciudad, cargo que ocupó hasta el 2011. Su obra se ha extendido más allá de las fronteras de Cuba. Ha colaborado con prestigiosas instituciones como la Universidad norteamericana de Tulane, la Universidad Ramón Llul de Barcelona y la Fundación Cataluña-América, con sede en Badalona, de cuyo patronato ha sido miembro. "Yo empecé a investigar sobre las relaciones Cuba-Cataluña a partir de una visita que llegó sin avisar en 1993 al museo Oscar María de Rojas y a la que atendí por petición de Lázaro Miranda. Era un historiador catalán, Zenón de Pol i Alguer, quien buscaba las huellas dejadas en la ciudad por uno de sus fundadores Pablo Espriu. Los cardenenses saben que existe una calle con su nombre, pero no su origen. Como resultado de esta visita apareció la primera publicación mía en Arenys de Mar, que es una ciudad con muchas relaciones con Cárdenas y con Cuba, por muchos motivos, y en la cual he sido distinguido". Ernesto no detiene su quehacer por la historia. Aprovecha las bondades de la tecnología y de las redes sociales para divulgar sus conocimientos entre la mayor cantidad posible de personas. Se supera constantemente, es un polifacético intelectual que ha devenido en más que museólogo, en un respetado historiador, profesor, escritor y periodista... "Hago radio habitualmente, cosa que me gusta mucho. Tengo una sección en vivo de historia local los martes en Radio Ciudad Bandera que se llama «De buena mano» donde hablo de temas interesantes y ofrezco anécdotas y datos curiosos de la historia local y regional. Me gusta mucho ese medio. Tengo desde 2008 un blog en INTERNET, se llama «El Cardenense» (www.elcardenense.blogspot.com), el cual cuenta ya con más de 250 mil visitas y tiene una versión en Facebook con el mismo nombre. Además, por el amor que siento hacia a Cataluña tengo también en Facebook una página llamada «Cataluña al Detalle». Cientos de personas se acercan a ella y me preguntan sobre sus ancestros catalanes y las relaciones Cuba-Cataluña. Esa interacción la disfruto mucho, siempre estoy en contacto con personas que quieren saber sobre algún tema, con investigadores, historiadores, periodistas, museólogos cubanos y extranjeros… lo cual me sirve también de actualización y retroalimentación". Mucho de la vasta trayectoria de este historiador ha quedado fuera de esta entrevista que amablemente nos brindó. Un verdadero desafío ha sido para mí resumir en pocas palabras tanto saber acumulado. Ernesto recuerda fechas exactas y también datos históricos precisos a la hora de responder mis preguntas. Siempre recordaré la amabilidad con que me invitó a sentarme en un banco en el portal de su casa y respondió el cuestionario con que culminó la entrevista: - ¿Para usted qué se necesita para ser museólogo? - El museólogo, como el investigador, el historiador o el coleccionista, tiene que ser muy curioso. Lo segundo que debe tener es olfato para saber donde encontrar la información. Hay que tener un sexto sentido, que no todos lo tienen, para no perderse en un archivo, un centro de información, una biblioteca o un sitio web. Debe ser como el bibliotecario que conoce los libros donde hay que buscar. Hoy en día es increíble la cantidad de fuentes de la información que han aparecido, pues se ha facilitado a los historiadores y museólogos numerosas versiones digitales de libros que antes había que salir a buscar a una biblioteca, así como miles de periódicos, revistas y documentos. - ¿Cuáles son sus obras más recientes o las que están actualmente en proceso? - En las últimas semanas hemos estado colaborando en la reedición de un libro que será muy importante para la historia de Cárdenas y para Cuba, y que estará muy pronto a la venta en Amazon. También, hace poco colaboramos en la investigación que concluyó con la publicación de un libro, por cierto, presentado con mucho éxito hace pocos días en la Feria del Libro de Madrid, sobre un General español de la Guerra de Marruecos, que en su juventud peleó en la llamada Guerra de Cuba. También, con otro sobre la trayectoria de un significativa industria local y terminamos un libro de nuestra autoría, que ahora mismo está en proceso de evaluación en varias editoriales, que se llama "Cárdenas: Historias de una Ciudad". Este volumen recoge los detalles de la historia local que normalmente las personas quieren saber sobre Cárdenas y que yo también quise conocer cuando era un niño y comencé a interesarme por la historia local. - ¿De todas sus obras cuál es su favorita? - La biografía de Oscar María de Rojas, no la versión que está publicada sino la que permanece aún inédita, y que es más voluminosa. Es un libro al que dedicamos casi veinte años de trabajo. No recoge solamente la vida y obra de esta personalidad, sino también la historia del Museo Biblioteca Pública de Cárdenas fundado por él y que llevó desde 1921 su nombre. Esta no solamente fue mi primera biografía escrita sino que su redacción me acompañó durante los años en que trabajé en el Museo". - ¿Cuál es la importancia de la historia para una localidad como Cárdenas? - Te respondo parafraseando a Martí cuando dijo que solo de amar las glorias pasadas se sacaban fuerzas para amar las glorias nuevas. Si no se conoce el pasado, como ha sucedido en Cárdenas y otras ciudades, se demuelen o cambian de función edificios, se pierde el patrimonio mueble e inmueble, se destruye la memoria histórica…. La gente lo critica y muchas veces dice que ello ocurre por problemas políticos, económicos, etc., pero yo pienso que es fundamentalmente por desconocimiento. Nadie respeta lo que no conoce lo suficiente. Hay mucho por hacer al respecto todavía y todo lo que se haga es poco. Todo el mundo no oye radio, ni ve televisión, ni lee el periódico. Además, tampoco existe un libro reciente sobre la Historia de Cárdenas, piensa que desde 1930 no se publica una historia local ni regional. Solo sí se consigue aprender a amar el lugar donde se nace, se vive o trabaja, se podrá preservar y defender su patrimonio y su historia.

domingo, 12 de marzo de 2023

Conversación entre dos amigos historiadores para subir otra vez la Escalinata.

Por: Enrique Francisco Álvarez Marqués y Ernesto Aramis Alvarez Blanco. Preludio: Pensando como poder participar en este concurso y aportar al conocimiento de la figura relevante de José Antonio Echeverría y la acción heroica de los jóvenes universitarios, por él convocados a la lucha revolucionaria que cambiaría los destinos de una Cuba Neocolonial, decidí invitar, a un amigo y fraterno colega apasionado de la Historia que por demás escribió un libro biográfico de sumo valor investigativo y apegado a la verdad histórica como es: “Subiendo como un Sol la escalinata” biografía de José Antonio Echeverria.Por Me refiero a Ernesto Aramís Álvarez Blanco para hacer una breve y enriquecedora conversación a la cual él accedió acompañarme gustosamente. Desarrollo: Sentados en el balcón de mi hogar y esperando tomar un café comenzó esta plática que más que una entrevista fría y directa es una exposición de ideas y valoraciones, en la que mi invitado y yo disfrutamos, solo presento un extracto de la misma, porque cuando dos historiadores conversan siempre hay mucha tela por donde cortar. La conversación la empezamos así: Pregunta: Para iniciar esta plática contigo desearía que me hicieras una reflexión sobre las acciones del 13 de marzo de 1957 que lideró José Antonio Echeverría y que tú has estudiado a fondo. Respuesta: En primer lugar te debo decirte que suscribo plenamente la acertada opinión del historiador de La Habana el Doctor Emilio Roig, cuando dijo que fue ” La hazaña más fieramente audaz de nuestras luchas por la Libertad” Así mismo considero que fue la respuesta más valiente y acertada a los acuerdos plasmados en la histórica Carta de Méjico. Fue además, una muestra más que patente del coraje, el arrojo y el valor de José Antonio y quienes lo secundaron aquel día en su empeño por tratar de ajusticiar al tirano en su propia madriguera. Pregunta: Algunos profesores y personas que les gusta el conocimiento de los hechos y personalidades de la Historia de Cuba me han manifestado que aun es insuficiente el conocimiento masivo de la figura de José Antonio. ¿Coincides tú con esta inquietud? Respuesta: Por supuesto que aún es insuficiente y poco masivo el conocimiento que tienen hoy los cubanos de la figura de José Antonio, se conocen algunos detalles de su vida y de su obra más que otros, y sobre todo se habla de ellos casi siempre los 13 de marzo y el 16 de julio, pero el resto del año apenas se les menciona en los medios masivos de comunicación o en nuestras escuelas y centros de trabajo. Además la mayoría de las tesis, artículos y libros en que se le menciona se habla solo y casi siempre de las acciones del 13 marzo y de algunas actividades revolucionarias más importantes, pero queda mucho aun por divulgar de su vida y de su valiente actuación durante los años de 1952 a 1957. Tampoco se divulga mucho su pensamiento, lo mismo ocurre con muchos mártires y compañeros de lucha de José Antonio. Por otra parte deseo expresarte que los libros que se han escrito y publicado sobre José Antonio donde refleja las acciones del 13 de marzo y la lucha estudiantil contra Batista, incluyendo el mío han tenido escasa tiradas y hoy están agotados y por ende, alejados de los estudiantes y profesores universitarios de hoy y de los lectores e investigadores interesados en estos temas. Pregunta: A propósito de tu libro, coméntame ahora sobre él, que a mí en particular me resulto tan interesante y detallado, dedicado a la figura de José Antonio y que lo titulaste: ”Subiendo como un Sol la escalinata” Portada Respuesta: Mi libro que acabas de nombrar, yo siempre digo que ha sido hasta hoy el libro que más me ha costado engendrar y escribir, pues como está basado fundamentalmente, aunque usa con profusión fuentes periodísticas y documentales, en testimonios orales de amigos, familiares y compañeros de José Antonio, tuve que cotejar cada uno de ellos para llegar a la verdad o al menos acercarme a ella. Fue un libro que me alentó a escribir en 1989 mi profesor Jorge Lozano Ros y que me costó diez años de mi vida escribir. Ha sido sin dudas un libro muy bien acogido, a pesar de su escasa tirada y de que se agotó enseguida, por la prensa, los lectores, los investigadores y los estudiantes, pero sobre todo por los compañeros de lucha de José Antonio y por sus familiares. Creo que el mayor logro para mi, fue que mientras Julio García Olivares hacia la presentación del libro en el Aula Magna de las Universidad de La Habana y elogiaba sus aportes y virtudes, decenas de compañeros de José Antonio que se encontraban presentes y que habían recibido el libro como obsequio de la UJC, asentían aprobando sus palabras, incluyendo al Comandante Faure Chomon Mediavilla, ese fue mi mayor premio. Por eso digo que aunque no sea cierto, con “Subiendo como un Sol la escalinata”, obtuve un doctorado en Ciencias Históricas. Momentos de la presentación del libro a cargo de julio García Olivera Pregunta: Dime que más se puede hacer en tu consideración por elevar el conocimiento masivo de José Antonio de su vida y de su obra.’ Respuesta: Creo que mucho se puede y se debe hacer aún desde su ciudad natal y desde las instituciones culturales, los medios de comunicación y el sistema nacional de enseñanza para divulgar aún más y con efectividad la vida y la obra de José Antonio y de sus compañeros de lucha. Acciones se pueden hacer muchas, eventos, concursos, artículos, investigaciones, conferencias, tesis de grado o maestrías, programas radiales y televisivos, etc. Todo lo que se haga es poco. Por otra parte, quedan muchas aristas de su vida y de su obra por investigar, muchos temas novedosos por estudiar, mucho por destacar. Como por ejemplo su amor por la filatelia, los poemas y canciones, dedicados a él o al 13 de marzo, la recopilación de los lugares que llevan su nombre o el de sus compañeros o de los sucesos que los consagraron como héroes a lo largo y ancho de la Isla, los pintores que se han inspirado en ellos y muchos otros temas. Hay que seguir buscando en periódicos y revistas de la época detalles de su vida y de su pensamiento, imágenes que son hoy desconocidas, entrevistas con el líder estudiantil o noticias sobre él, etc. De hecho he encontrado muchas informaciones novedosas y hasta inéditas desde que mi libro se publicó y sueno con poder hacer una nueva edición del mismo, corregida y aumentada. En el 2027 se cumplen aniversarios cerrados del natalicio y de la muerte de José Antonio, quizás sea ese un buen momento para que el Museo Casa Natal que lleva su nombre, la Universidad de La Habana, la FEU nacional, el Museo de la Revolución y otras entidades, incluyendo la sede universitaria municipal, se pongan de acuerdo y elaboren desde ya y de conjunto un plan nacional para divulgar aún más y con mayor efectividad la vida y la obra de José Antonio y de sus compañeros de lucha. Pregunta. Y por último, Ernesto, como cierre de nuestra cordial conversación, hazme una valoración muy tuya sobre José Antonio Echeverría y su labor como revolucionario cubano. Respuesta: José Antonio fue ante todo un joven de su tiempo, que le gustaba hacer deportes, coleccionar sellos, pintar, tener novias, estudiar, bailar, ir a las fiestas; pero se convirtió en héroe por amor a su Patria. Un revolucionario consecuente, un ser humano extraordinario que supo aglutinar a su alrededor a muchos jóvenes que como él soñaban con una Cuba libre y mejor de la que les tocó vivir. Fue, sobre todas las cosas un valiente que supo vencer todas las adversidades, incluyendo sus padecimientos médicos, para ponerse al servicio de sus ideales y llevarlos a efecto, aunque tuviera que pagar con el precio de su joven vida por derrocar a la tiranía que oprimía al pueblo y vendía nuestra patria. Bien, Ernesto creo que hemos terminado y cumplido nuestro propósito de hacer ver la necesidad que tenemos de que la historia Patria y local se conecten para que los ciudadanos conozcan sus raíces y los empeños que a otros les costó sus valiosas vidas y el legado de sus ejemplos a las nuevas generaciones. A José Antonio los cardenenses patriotas lo sentimos muy de cerca y deseamos de corazón que su ejemplo perdure en el conocimiento de su vida, obra y pensamiento, esa es nuestra finalidad. Gracias por haber compartido conmigo tu sapiencia y como es lógico el día que me necesites para ayudar a completar tu obra sobre nuestro querido “”Manzanita””, cuenta desde ya conmigo.


"De amar las glorias pasadas se sacan fuerzas para adquirir las glorias

nuevas".

José Martí



“… la HISTORIA NOS AYUDARÁ A DESCUBRIR LOS CAMINOS DE HOY Y DE MAÑANA, A MARCHAR POR ELLOS CON PASO FIRME Y CORAZON SERENO Y A MANTENER EN ALTO LA ESPERANZA (...)”.

RAMIRO GUERRA