jueves, 15 de noviembre de 2012

La Bandera Nacional de Cuba En las islas Mujeres y Contoy en 1850 De Nueva Orleáns a Cárdenas, Matanzas.

Colaboración de: Fidel Villanueva Madrid. Cronista Vitalicio de Isla Mujeres.
Hace unos días, al atender una invitación del Consulado de la República de Cuba en Cancún para hablar sobre los lazos que unen a Isla Mujeres con la Antilla Mayor, asistentes al evento me pidieron detallara un poco más lo relacionado con la Bandera Nacional de Cuba, la cual, antes de ser izada en ese país estuvo en Isla Mujeres en mayo de 1850, siendo su portador el General Narciso López de Urriola, quien nació en Caracas, Venezuela en 1797 (otros dicen que en 1798), y falleció en La Habana el 1º de septiembre de 1851.
Respecto al citado General Narciso López, coinciden los que se han interesado en su vida, en que fue utilizado por los Estados Unidos para sus fines expansionistas, costándole la vida el último de sus 4 intentos por liberar a Cuba del dominio español. López fue capturado en agosto de 1851 en las Pozas, Pinar del Río, siendo sentenciado a morir a “garrote vil”, lo cual se cumplió en La Habana en la fecha asentada como de su muerte. Como sea, tiene el mérito de haber creado la Bandera Nacional de Cuba, pues la que dejó en 1850 en Cárdenas, Matanzas, fue enarbolada en los movimientos libertarios que los antillanos realizaron durante la segunda mitad del siglo XIX. La cuestión es que el tema de la estancia de la bandera cubana en Isla Mujeres, días previos a que López de Urriola la trasladara a Matanzas es poco conocido, y por ello, tratando de satisfacer interrogantes, inscribiré información que al respecto he recopilado de fuentes, tanto de Nueva Orleáns, como de La Habana y de la ciudad de Mérida, Yucatán. Debo advertir que algunos sucesos fueron dados a conocer con bastante retraso, por lo que el lector (a) no debe confundirse en el registro de las fechas. Señalar también, que por venir la mayoría de los datos de hemerotecas yucatecas, la ideología o el matiz de las publicaciones es contrario a Narciso López y a sus “filibusteros”. No podía ser de otra manera, dado que Yucatán llevaba más de 300 años de depender económicamente de Cuba. Su comercio era con esa colonia española, por lo que no le convenía tener ninguna confrontación con su gobierno. Anticipo también que quienes redactaron las notas o boletines se basaron en ocasiones en rumores, que bastante cercanos a la realidad estaban. Así, encontramos una publicación del 17 de mayo de 1850 con comentarios sobre que: “Se supone una expedición de Narciso López a Cuba. La Fragata Rocitán mandada por el Comodoro Porkes apoyaría al gobierno de Cuba para destruir las expediciones.” El sábado 25 de mayo inmediato se da a conocer que: “Por un buque que ha venido de Nueva Orleáns se confirma la noticia de que con grandes preparativos se disponen a atacar de nuevo la isla de Cuba algunos aventureros acaudillados por jefes norteamericanos y por el General español Narciso López; que tienen mucho dinero, y se presume que se hallan complicados en la intentona naturales de la isla de Cuba.” (El ataque ya había ocurrido el 19 de mayo anterior.) Dos días más tarde, el lunes 27 de mayo se publican declaraciones de extranjeros, que procedentes de Isla Mujeres llegaron a Campeche en una canoa, así como una proclama que les incautaron: “Tentativas contra Cuba Procedente de Isla Mujeres ha arribado anteayer una canoa, á la cual se le ha sometido al régimen preventivo que se halla dispuesto, conduciendo en su bordo diez extranjeros que se dicen ciudadanos americanos, salidos de aquel punto con destino a éste. Según reza el pasaporte librado por el juez de paz de dicha isla aquellos individuos desembarcaron ahí de un estimbote que á su paso, tocó en ella para hacer aguada, y se ocultaron a la hora del desembarco para continuar el viaje, como lo consiguieron en efecto. Interrogados después del motivo de su conducta, declararon que habiendo salido de Nueva Orleáns con el pretexto ostensible de dirigirse a Chagres (Panamá), y de allí a California, ya en el mar se les había notificado que el objeto era ser enlistados entre los expedicionarios que bajo las ordenes del general Narciso López, se disponían a verificar un desembarco en la isla de Cuba; y que creyéndose ellos engañados y burlados, habían aprovechado la primera ocasión que se les presentó de sustraerse de aquella intriga. Aunque habíamos leído en los periódicos extranjeros del anuncio de aquella descabellada empresa, nos resistíamos un tanto a darle crédito, porque al fin no parece creíble que los individuos que han pretendido organizarla desconozcan los inmensos obstáculos que se presentan, no sólo de parte de España (…) sino aún de otras potencias que deben tener un marcado interés en la conservación de la isla de Cuba en las manos en que se encuentra. (…) Tenemos delante un ejemplar de la proclama que se ha distribuido á los expedicionarios con el timbre del nuevo estado independiente, y cuya versión del inglés damos á continuación para conocimiento de nuestros lectores: ¡Soldados de la Expedición Libertadora de Cuba! La noble misión que hoy reunidos emprendemos, es de tal naturaleza, que bastaría por sí sola á fortalecer hasta el heroísmo el brazo de cuantos se hallan en nuestras filas, aún que vosotros no fueseis los vencedores de Palo Alto y Churubusco, o hermanos y camaradas de los que ganaron esas inmortales victorias. ¡Ciudadanos de la gran república! Váis a dar á Cuba aquella libertad, por la cual vuestro ejemplo la ha enseñado á suspirar: Váis á arrancar de los hermosos miembros de la reina de las Antillas las cadenas que por tanto tiempo la han degradado, sometiéndola á una tiranía extranjera, que es hoy un ultraje contra el siglo; Váis a hacer por vuestros hermanos de Cuba lo que Lafayete, Steuben, Kosciusko y Pulasky hicieron por vosotros, granjeándose por ello un nombre inmortal en la historia; y Váis tal vez, á añadir otra nueva y gloriosa estrella al pabellón que ondea, con asombro del mundo entero, sobre la tierra de los libres y la patria de los valientes. El pueblo de Cuba no tendría necesidad de que la primera guardia de honor que se formare en torno del estandarte de su naciente independencia, se compusiese principalmente de sus futuros ciudadanos de los Estados Unidos, sino fuera por ciertas circunstancias particulares que hasta aquí han dado á sus tiranos el poder de sembrar su destructora guerra en el cuello de sus víctimas humilladas. Inermes, imposibilitados (…), vuestros hermanos de Cuba se han visto obligados á esperar la hora, en que prestase á su resolución un punto de apoyo, una reunión intrépida de amigos simpáticos, como los que hoy guío a esta brillante empresa, considerando eso como lo mas honorífico de toda mi vida. Cuando el estandarte en que veis los tres colores de la libertad, el triángulo de la fuerza y el orden, la estrella del futuro estado y las zonas de los tres departamentos de Cuba, llegue a flamear en sus plazas, (…), entonces se presentará alegre y regocijado el pueblo de Cuba para sostenerlo (…) ¡Soldados de la Expedición Libertadora de Cuba! Lo primero que haremos al llegar, será establecer una constitución provisional fundada en los principios americanos y adaptable á las necesidades del momento. Vosotros os uniréis á vuestros hermanos de Cuba, jurando sostener esa constitución en sus principios y en el campo de batalla (…) Espero confiadamente presentarnos á Cuba y al mundo entero, como un señalado ejemplo de todas las virtudes y del valor del soldado ciudadano americano, y confío no engañarme en la esperanza de que por vuestra disciplina, buen orden, moderación en la victoria y el respeto más inviolable a todos los derechos privados, cubriréis de vergüenza á todas las calumnias de vuestros enemigos. Y cuando llegue la hora de descansar sobre los laureles que váis a recoger, todos vosotros, así lo espero, estableceréis vuestras felices y pacíficas mansiones en el suelo bellísimo de la isla que váis a libertar, para gozar allí de la gratitud que Cuba mostrará generosamente á aquellos a quienes debiere el inestimable bien de su libertad.!.- Narciso López. Tal es la bombástica y extravagante proclama que hemos visto impresa en muy buen papel y bellos tipos, y que nos confiamos en la creencia de que los aventureros sean capaces siempre de cualquier cosa. Nos abstenemos de todo comentario.” Dos apuntes breves sobre lo anterior: Uno, para referir que entre los 609 expedicionarios sólo iban 5 cubanos. Y dos, en Cuba estos rumores no llamaron la atención de nadie, pues las notas de prensa de esos días le dieron más importancia al invento del Dr. Frederic Foster Quin, ya que el cólera hacía estragos entre la población. Continuando con el tema, el martes 11 de Junio de 1850 se publicó: “Hace días que circulan por Mérida rumores diversos sobre los primeros pasos de los aventureros que se han dirigido sobre la isla de Cuba, y aunque los que últimamente están en boga se supone traen su origen de las noticias dadas en Isla de Mugeres (sic), por los buques de la Habana dedicados en aquel punto a la pesca. Dícese que se apoderaron de Cárdenas.- Que fusilaron al que mandaba el punto.-Que los han sitiado.” Luego, el día 14 de junio se publicó que: “(…) informes de Veracruz correspondientes al 11 de mayo diciendo que en un barrio de Nueva York se descubrió un depósito de armas y municiones que se cree pertenece a los expedicionarios contra la isla de Cuba. De la expedición unos dicen salió de Nueva Orleáns a Chagres y a Cuba; otros dicen que Santo Domingo es el punto de partida. Hay que advertir que la prensa de EE.UU. miente mucho cuando se trata de esa invasión. España dice que es un plan descabellado y ridículo.” El jueves 20 de junio de 1850 información procedente de La Habana enteró: “Que un puñado de hombres desalmados saltaron a tierra a las 3 de la madrugada del día 19 de mayo en el puerto de Cárdenas. Su Teniente de Gobernador D. Florencio Ceruti a la cabeza de 17 soldados de línea, única fuerza militar que había, opuso heroica resistencia haciéndose fuertes en 4 casas de la población las cuales incendiaron los piratas. Los vecinos huyeron al campo o a los buques amigos. D. León Fortún comandante de Guanamacaro se lanzó contra los invasores con 20 lanceros y 30 vecinos de Cárdenas. 50 vecinos pusieron en fuga a los 400 bandoleros de las tropas de Narciso López. En los enfrentamientos murió el Coronel Izuaga y resultó herido otro Coronel apellidado White. Los restantes se embarcaron otra vez en el Creole y en Cayo Piedras pusieron en libertad al Sr. Ceruti, al Capitán del Regimiento de León D. N. Seguera y a un Subteniente del propio cuerpo. Cuando llegó ayuda de Matanzas ya se habían marchado.” Tras la persecución, las tropas de Narciso López enfilaron en su mayoría a Cayo Hueso, donde aprovecharon los recovecos del litoral para desembarcar. “El Creole fue perseguido por el vapor Pizarro. El Creole le llevaba 20 horas de delantera. En los Cayos Zambos fue alcanzado, pero navegando entre dichos cayos, en aguas bajas logró llegar a Cayo Hueso donde saltaron a tierra espantados invadiendo la población. Habían arrojado al agua unos seis muertos y desembarcado de 30 a 40 heridos.” Al cesar la persecución el Comandante del Pizarro estableció por medio del Cónsul español en Cayo Hueso las reclamaciones de rigor. “El Creole lo decomisó el Colector de la Aduana y según el honorable Juez de Cayo Hueso, William Marvin, el buque era norteamericano. Los pasajeros fueron desarmados y se estaba haciendo una averiguación sumaria contra ellos por haber violado las leyes americanas y haber cometido actos de piratería en un lugar amigo y que se habían entregado al Cónsul español un lancero y siete negros que llevaba de Cárdenas el Creole como únicos prisioneros.” Francisco Armero y Peñaranda era jefe de apostadero y se ufanó diciendo que eran 2 o tres los barcos, el Creole y otros. Se habló de 100 prisioneros entre ellos 14 cabecillas. En Mérida, al saberse la noticia, los españoles residentes estallaron en júbilo y llevaron hasta el Consulado el retrato de la Reina Isabel II, recorriendo con música toda la ciudad. Unos días más tarde, el martes 2 de Julio de 1850 la prensa desplegó: “¡Viva la Reina! Armero y Peñaranda salió el jueves por la noche de la Habana en el Vapor Pizarro. Al otro día tocó el Cabo San Antonio donde no halló novedad desde el torreón. Halló enseguida al bergantín Habana, al cual remolcó dirigiéndose a Contoy. Antes de avistarlo supo que había una fragata y un bergantín goleta mercantes, con una fuerza resto de una mayor que había salido de aquel punto. Llegando a Contoy salió un bote a tierra al mando del Capitán de Fragata D. José Martínez Viñalet quien hizo reconocimiento de la fragata y del bergantín. Y valiéndose de los medios convenientes en estos casos así de energía y sagacidad no solo se ha apoderado el Excelentísimo Sr. Comandante de la fragata y el bergantín con unos cientos de los bandidos, sino que ha cogido la correspondencia y sorprendido los planes todos de la canalla invasora. Se supo que Narciso López ofrecía a los oficiales 20,000 pesos y una finca rural y a los soldados a los tres meses tierras y 4000 pesos a cada uno (…)” El parte continúa algunos párrafos más, cuestionando si realmente USA deseaba evitar la invasión a Cuba o la promovía veladamente. Terminó así ese intento de Narciso López por liberar a Cuba del yugo español. A pesar de su fracaso y de ser defenestrado en su tiempo, fue reivindicado años más tarde, reconociéndosele el mérito de ser el creador de la Bandera Nacional de Cuba. Isla Mujeres, en el Centenario de la Bandera Cubana En 1950, los gobiernos de Cuba, Estados Unidos y México, celebraron con bombo y platillo el 1er. Centenario de la Bandera Cubana. Integrados en una comisión interamericana, autoridades de los tres países, en embarcaciones oficiales, hicieron el mismo recorrido que Narciso López realizara cien años antes. En Nueva Orleáns, Mérida, Isla Mujeres y Cárdenas, Cuba, se colocaron placas alusivas y monumentos para recordar el acontecimiento. En nuestro caso, en una de las tantas remodelaciones al Parque Principal el monumento fue demolido, y la placa desapareció también al construirse el actual Palacio Municipal a finales de la década de los años setenta del pasado siglo, por supuesto. Lo que guardo en archivo es el encendido discurso que el entonces Delegado de Gobierno, Luis Trinchan Tejero, dirigió a los ilustres visitantes y a la comunidad de Isla Mujeres. Descendiente de fundadores de esta ínsula, Trinchan Tejero hizo un recuento de las veces en que la solidaridad entre pescadores cubanos y mexicanos había salvado la vida de muchos, y de los lazos que siempre han unido a las dos islas caribeñas. “Tuvieron nuestros abuelos el honor de ver ondear la bandera de la estrella solitaria en Isla Mujeres y Contoy –recordó- y hoy, nos invade el legítimo orgullo de que ustedes, amigos cubanos, vengan a nuestra casa a honrarnos con esta placa y con este monumento, que nosotros recibimos con la misma alegría con la que les hemos recibido siempre a Ustedes ¡Que viva Cuba, que viva Isla Mujeres, que viva México!” El episodio histórico de la bandera cubana en Isla Mujeres es uno de los tantos lazos que unen a ambas islas en el tiempo. José Martí, que durante su permanencia aquí escribió un libro costumbrista sobre esta ínsula enarboló también esa bandera, como Céspedes, Figueredo, Maceo, y otros tantos más lo hicieron antes, hasta lograr la Independencia y hacerla ondear sobre todo el suelo cubano.


"De amar las glorias pasadas se sacan fuerzas para adquirir las glorias

nuevas".

José Martí



“… la HISTORIA NOS AYUDARÁ A DESCUBRIR LOS CAMINOS DE HOY Y DE MAÑANA, A MARCHAR POR ELLOS CON PASO FIRME Y CORAZON SERENO Y A MANTENER EN ALTO LA ESPERANZA (...)”.

RAMIRO GUERRA