Leopoldo Horrego Estuch, un cardenense indispensable.

Por la Licenciada Valia Soto Espinosa. Tomado del blog Ciudad Bandera.

Desempolvar la historia de nuestra ciudad, sin detenernos ante la personalidad de Leopoldo Horrego Estuch, sería inexcusable. Hombre de fineza incalculable, quien dedicó toda su vida a la investigación histórica. Abogado de profesión, periodista, profesor, fundador de la revista Mecenas, laboró en el periódico Prensa Libre. Muchos lo consideraron como uno de los mejores biógrafos de la familia Maceo Grajales. Entre sus obras se encuentran, Juan Gualberto Gómez un gran inconforme, Maceo Héroe y Carácter, Plácido Poeta Infortunado, Gertrudis Gómez de Avellaneda, (obra inédita), libro sobre Martín Morúa Delgado, Emilia Casanova. Vehemencia del Separatismo, El Sentido Revolucionario del 68, este último lo hizo acreedor del premio Bacardí Moreau, otorgado en la ciudad de Nueva York, en 1945. De valioso se puede adjetivar el contenido de sus documentos, como la entrevista hecha por él al Coronel Juan Delgado, quien rescató de manos españolas, los cadáveres de Antonio Maceo y Panchito Gómez Toro, para sepultarlos en un lugar secreto y seguro, silencio que mantuvo hasta finalizar la guerra. Propiamente el 17 de setiembre de 1898, se exhumaron los restos de estos próceres ante la presencia de Máximo Gómez y esposa, Salvador Cisneros Betancourt, Juan Gualberto Gómez, Carlos Roloff, entre otros. Fue además miembro de la Academia Nacional de Historia e incansable estudioso del pensamiento de Juan Gualberto Gómez. Su cultura y sencillez desbordantes, la sensibilidad que le permitió escribir hasta sus últimos días, nos convoca a consultar su obra, e impedir con ello sea colocada en el ostracismo histórico.