jueves, 25 de abril de 2013

Se conserva en el Museo Provincial Palacio de Junco de Matanzas un Ambrotipo del pionero de la fotografía cardenense

Por: Ernesto Alvarez Blanco. En fecha muy reciente, la destacada investigadora matancera Deykis García Mesa, especialista del Museo Provincial Palacio de Junco, hizo llegar a El Cardenense, en un gesto altruista que mucho agradecemos, las imágenes de un ambrotipo, firmado por el fotógrafo D.P.G. Cotarelo, el cual se conserva en los fondos de la mencionada institución. Según los libros de inventario del Palacio de Junco esta pieza, que se halla conservada en perfectas condiciones y ha soportado muy bien el paso del tiempo, mide 6.2 x 5 cm y en su confección se utilizaron el cobre, la pasta y el vidrio. Aunque desconocemos la identidad de la retratada (¡ojalá alguno de nuestros lectores nos ayude en el empeño!), este ambrotipo es de singular importancia para la historia local, pues su autor, está considerado por los historiadores locales como el primer fotógrafo que trabajó en el poblado de San Juan de Dios de Cárdenas. El ambrotipo es uno de los primeros procesos fotográficos que existieron en el mundo. Apareció en una época en la que todavía se estaba experimentando con diferentes formas fe obtener y fijar la imagen. Se basa en el mismo principio del colodión húmedo, en el que una placa de vidrio se emulsionaba con colodión y sales de plata y mientras aún estaba húmeda, se fotografiaba y se revelaba inmediatamente. La idea era crear un negativo subexpuesto o una imagen muy débil a la que luego se le oscurecía el fondo, ya fuera pintando el vidrio de negro o colocándoles tela o cartón, lo que permitía ver la imagen en positivo de una forma similar a los daguerrotipos. Tenía la ventaja sobre el proceso regular del colodión, de que las exposiciones eran más cortas, lo cual era una gran prerrogativa a la hora de hacer retratos. Sin embargo, su gran desventaja frente a este proceso, era que las imágenes eran únicas y no se podían reproducir. D.P.G. Cotarelo, según los datos que pudimos acopiar hace algunos años para el aún inédito Diccionario Artístico y Literario de Cárdenas, obra en 3 tomos de la autoría de Argilio Rodríguez G., de Roberto Bueno Castán y de quien estas líneas escribe, se estableció en Cárdenas en 1852. Al parecer provenía de los Estados Unidos de América o quizás, de la capital del país. En la Ciudad Bandera, Cotarelo abrió un estudio fotográfico en la calle de Industria No. 71 (antiguo) entre las avenidas de Real de Isabel II (hoy Avenida de Céspedes) y la de Laborde, el cual mantenía abierto aún en 1864. En este establecimiento comercial el fotógrafo, quien hacía también retratos al óleo, realizó numerosos ambrotipos, daguerrotipos y fotografías. El rastro de D.P.G. Cotarelo se pierde en Cárdenas a finales de la década del 60 del siglo XIX, cuando, al parecer, se trasladó a la ciudad de Matanzas, pues según comunicó Miriam Menéndez, investigadora jubilada del Equipo de Monumentos de la Atenas de Cuba, a la también investigadora Deykis García Mesa, en la prensa colonial de Matanzas aparece información sobre este pionero de la fotografía cardenense. Se impone entonces realizar nuevas búsquedas en la prensa matancera con el objetivo de conocer más detalles acerca de la vida y la obra de este artista del lente, quien fue el primero en tomar para la posteridad los retratos de los primeros vecinos de la ciudad de Cárdenas, población fundada el 8 de marzo de 1828.


"De amar las glorias pasadas se sacan fuerzas para adquirir las glorias

nuevas".

José Martí



“… la HISTORIA NOS AYUDARÁ A DESCUBRIR LOS CAMINOS DE HOY Y DE MAÑANA, A MARCHAR POR ELLOS CON PASO FIRME Y CORAZON SERENO Y A MANTENER EN ALTO LA ESPERANZA (...)”.

RAMIRO GUERRA