viernes, 7 de febrero de 2020
Eneros.
Por: Lorena Martínez Faxas.
Este artículo no se parece a ninguno de los que suelo entregar a Ernesto Alvarez Blanco para El cardenense. Lo componen algunas de mis notas como espectadora de Teatro de Enero 2020, segunda versión del Festival de Teatro Aficionado Universitario cardenense; a nadie las pedí prestadas, como diría el Apóstol en el prólogo a sus Versos Libres, y son como son; opinan a favor de la iniciativa de Roylim Selma y su grupo Visados y como considero que el evento viene con fuerza a rescatar una tradición teatral casi olvidada (otra más) en la ciudad, quise empezar el año con él.
El teatro aficionado universitario, al parecer, ha encontrado espacio en Cárdenas, ciudad teatral por experiencia, de acuerdo a lo investigado, en su historia del teatro en la localidad, por el amigo Roberto González.
Como bien dice Robertico, Cárdenas siempre fue una importante plaza teatral, desde los lejanos tiempos de El Corral (primer teatro conocido, en la década del treinta del siglo XIX) hasta teatros como el Otero, el Arechabala o el recientemente ¡al fin! restaurado Cine Teatro Cárdenas.
En aquellos tiempos y hasta fines del siglo pasado, visitaban la ciudad múltiple artistas y agrupaciones de primerísimo nivel, además de que en sus salas se presentaban aficionados locales y sus grupos de una buena calidad. Esta ciudad es cuna de importantes dramaturgos, artistas (aficionados o profesionales), grupos que han logrado que el amor al teatro sea una de los elementos culturales que identifican a los cardenenses.
Con esta reapertura y una correcta programación cinematográfica y de espectáculos se están volviendo a despertar los deseos de ir al teatro a una buena parte de la ciudad. En este renacer del interés escénico, Teatro de Enero puede jugar un rol fundamental.
El pasado año fue su primera vez, reto y descubrimiento. Ahora repite con fuerza mayor y acompañado del viento fresco que los jóvenes arrastran a su paso en cualquier escenario en que estén. Lo mejor es que ha primado la calidad en cinco días de teatro, a tiempo casi completo, en la Casa de Cultura Gonzalo Roig, Universidad de Matanzas y la Casa Comunitaria 4 de abril (Santa Marta).
En la mayoría de los grupos presentados se unen juventud con experiencia, mientras otros se ahogan en los avatares propios de ser aficionados de escasa edad.
La casi totalidad de las puestas tuvieron en común la utilización del tema de discriminación y/o violencia en todos sus aspectos, principalmente en cuanto a género. Tal parece que esta es la única línea de trabajo asumida por la mayoría de los grupos de teatro universitario para poner su dedo caustico, acusador, postmoderno y de advertencia en asuntos sociales a pesar de la riqueza de temas que la realidad cubana, latinoamericana o universal pudiera brindarles.
Lo anterior tuvo por resultado, desde el contenido, una única línea de puestas con un abanico de formas y propuestas casi infinitas, diferentes. Violencia en todas sus formas, matices, colores, tristezas hacia mujeres, hombres, niños y niñas, ancianos, gay, transvertidos, lesbianas, gordas, feas, prostitutas…
Participaron colectivos de la Universidad de Ciencias Médicas de Pinar del Río, de Ciudad de La Habana y sus diferentes instituciones superiores, de Jagüey Grande, Cienfuegos, de Las Tunas. Del patio se presentaron el grupo Teatro Visados de la Universidad de Matanzas y la comedia musical Alicia en la ciudad de las primicias del proyecto Arte Urbano Infantil dirigido por Aida Phinney. Hubo un panel nombrado Textos, escena y referentes teatrales, al cual quien escribe estas líneas no tuvo ocasión de estar.
La participación de los espectadores fue excelente, el teatro de la Casa de Cultura Gonzalo Roig estuvo lleno todas las tardes y noches de un público mayoritariamente joven en el que se extrañó la presencia de instructores de arte de la manifestación del municipio, de viejos amantes al teatro cardenenses o a esos que siempre están protestando por no tener donde ir o qué ver.
La logística, en estos tiempos de crisis, fue un dolor para el Comité Organizador, la Casa de Cultura cardenense y su Dirección Municipal, a pesar de ello se consiguió alimentación, albergue y un transporte alquilado a particulares para el traslado de los participantes desde las cabañitas del Humberto Álvarez hasta cualquiera de los lugares de actuación.
Vimos teatro del bueno, lo que incluye las propuestas de Atrios teatro (Pinar del Río) primero con una puesta de Yunior García (Un, dos, tres…) y luego con Otra fábula, teatro arena donde escenografía, montaje y trabajo escénico acerca a la posible conversación de una mujer que ha asesinado a su marido con Dios exigiendo, rogando una nueva oportunidad.
Nómadas teatro de la Universidad de La Habana, presentó obras que dan muestra de su calidad técnica, aunque sus Infieles, me dejaron con el gusto de una propuesta plana, que merecía un desenvolvimiento diferente.
El grupo de la CUJAE (Imagen), defendió varios monólogos, dos de ellos basados en la etapa republicana, sondeando momentos de la vida de dos prostitutas del célebre proxeneta habanero, de principios del siglo XX, Alberto Yarini.
Otra discriminación/violencia ahora en nuestra cotidianidad es la que presentaron los universitarios cienfuegueros (Sueños de cristal) desde la violencia ejercida por los hijos en sus adultos mayores residentes de una Casa de Abuelos. Los padres son Baúles reciclados, y ello traerá, lógicamente, determinadas consecuencias…
Talanquera, grupo invitado especial de Jagüey Grande, todavía debe trabajar mucho para estar a la altura del resto de los colectivos que se presentaron y la bastedad del escenario del Cine teatro Cárdenas conspiro contra El séptimo día de teatro La cornisa de las Tunas. En un escenario más íntimo o recogido hubieran quedado mejor sus cuatro busconas discutiendo quien se apropia del día libre.
Carildas de Alarcos teatro (UCI) si supo apropiarse de la escena del referido teatro para homenajear a la poetisa matancera desde sus propios textos y acudiendo al performance, la danza y la expresión corporal. Excelente por ellos, pero la obra más impactante de estos teatrales días de enero fue Muñecas rotas del mismo grupo, espectáculo itinerante al cual los amplios espacios de la Casa de Cultura Gonzalo Roig se avinieron perfectamente.
La violencia hacia el ser humano en sus múltiples dimensiones estalla inconmensurable en esta pieza reescritura nacional de la pieza colombiana original. Se apoya en luces, sonidos, olores y actuación. Su moraleja no dicha denuncia como todos y todas podemos ser víctimas y victimarios, agredidos y agresores, que somos vulnerables. Quizás, ante tanta denuncia, falten caminos de respuesta, posibles proyectos de soluciones, pero ¿acaso existen en el mundo real?
La presencia del metodólogo nacional de teatro del Centro Nacional de Cultura Comunitaria y ejecutivos de otras asociaciones vinculadas al teatro y del Centro provincial de Casas de Cultura le dieron peso y prestigio al evento el cual sirvió para la selección de obras a participar en el Festival de Teatro Olga Alonso a celebrarse en el venidero febrero.
Hay que destacar como se trabajó en equipo por parte de los organizadores lo cual ayudó no solo a la atención adecuada a los participantes, sino que coadyuvo al buen desempeño de Teatro de Enero, solo señalar que la promoción debe ser más fuerte, aunque se hizo y debe dirigirse a los medios tradicionales y no pensar solo en redes sociales e INTERNET.
Hubiera sido rico poder disfrutar, cada día, de un resumen de lo ocurrido en la jornada anterior, como se hizo en la gala de clausura, la cual por su carácter íntimo y de reconocimiento me hubiese resultado mejor en la propia Casa de Cultura donde se efectuó la mayoría de las puestas en escena.
Teatro de enero fue un excelente festival, que demostró, (como dicen en su programa), que el teatro es la poesía que se levanta del libro, digno homenaje al 25 Festival Nacional de Artistas Aficionados de la FEU y, sobre todo, al 170 aniversario de la muerte de Francisco Covarrubias, padre del teatro cubano, quien ofreciera su última actuación en esta ciudad.
Demostró con toda su fuerza, la verdad que exhibe su lema de este año: además de lo demás, para hacer teatro aficionado en la Universidad: hay que tener TABLAS.
"De amar las glorias pasadas se sacan fuerzas para adquirir las glorias
nuevas".
José Martí“… la HISTORIA NOS AYUDARÁ A DESCUBRIR LOS CAMINOS DE HOY Y DE MAÑANA, A MARCHAR POR ELLOS CON PASO FIRME Y CORAZON SERENO Y A MANTENER EN ALTO LA ESPERANZA (...)”.
RAMIRO GUERRA