martes, 15 de abril de 2014

UN PROFESIONAL EN EL PLANO DE LOS IMPRESCINDIBLES.

Por: Aylet Rodríguez González. Periodista de Radio Ciudad Bandera.
Investigador, amante de la historia, soñador y enamorado son algunos de los calificativos mediante los cuales se puede conversar de Roberto Bueno Castán. Conozco al periodista mediante una conversación con el buen amigo e historiador cardenese Ernesto Álvarez Blanco y su esposa. Mis andanzas en su hogar, por aquel entonces, giraban en torno a la problemática de mi tesis universitaria y su objetivo general, pero con el tiempo trascendió a una eterna admiración por el quehacer de un profesional que dedicó su vida y obra al estudio perenne de la historia en todas sus dimensiones para con posterioridad transmitirla a sus receptores. Quizás por el sentimiento de amor a la historia y a sus principales protagonistas me considero eterna admiradora de su valioso texto Viejas Estampas Cardenenses y en particular del devenir del médico chino que se incluye en el referido libro. Definir el legado de su labor mediante palabras o escritos sería imposible, pues aunque estudió Licenciatura en Periodismo en la Facultad de Humanidades de la Universidad de La Habana, fue fotógrafo, poeta, historiador, escritor; al periodismo dedicó su fecunda existencia, incluso antes del triunfo de la Revolución, en que se incorporó a la emisora Radio Ciudad Bandera en 1952. Sin embargo su eterna pasión, además de su familia, fue su prolija profesión, a la cual dedicó su existencia. Un periodista que buscó la verdadera noticia, la que pocos persiguen; investigando lo que nadie averiguaba y así la encontró. Sus temas de preferencia dentro del periodismo investigativo son los relacionados con la cultura e historia. Cultivó en lo fundamental géneros como la entrevista, crónica y comentarios, los que muestran su visión de aquella Ciudad Bandera que le tocó vivir, mostrando una parte del pasado de ella y reflejándola en sus trabajos. La repercusión que tuvieron muchos acontecimientos históricos para la cultura cardenense estuvo vinculada con la descripción que realizó Bueno Castán a través de sus diversos trabajos como colaborador de la radio y como historiador. Entre ellos se cuentan: Crónicas de mi pueblo, Viejas Estampas cardenenses, Apuntes para la historia de Cárdenas y Los tres ferrocarriles de Cárdenas; así como innumerables testimonios de personalidades y sucesos culturales e históricos. Roberto Bueno se erige como una de las glorias del periodismo radial cardenense , su trayectoria de más de medio siglo al servicio de la Revolución, la radio y el valor de su empresa periodística, lo convirtieron en acreedor de significativos méritos como el Micrófono de la Radio Cubana en 1997 y el Premio Violeta Casals en 2001. Roberto no se estancó en lo noticioso. Le concernía formar una conciencia en los receptores y para lograrlo llevó su espíritu humano al periodismo que hacía. Tuvo a su cargo importantes secciones como la Sección astrológica y Efemérides cardenenses. Trabajaba mucho los temas históricos, porque además de periodista era un investigador muy consecuente de todos los problemas de esta índole; específicamente de la historia de la localidad, incluidos los personajes más destacados y recurría a ellos por el conocimiento que tenía y por la experiencia de su quehacer como investigador de estos asuntos. Reseñó las costumbres cardenenses para salvarlas del olvido y que en el futuro los más jóvenes conocieran las leyendas, tradiciones orales y los testimonios de la labor muchas veces anónima de los hombres y mujeres humildes (pregoneros, anunciantes y poetas populares) que forman parte inseparable de la historia local y nacional. En lo referente a la temática deportiva la abordó mediante las entrevistas que realizó al pelotero Tomas Soto y al remero olímpico Luis Olivera. Respetuoso del idioma, era pulcro al escribir y emitir sus trabajos periodísticos y no usaba términos populares. Muy riguroso y dominaba la gramática. Nunca fue presuntuoso en ellos, ni los adornaba con muchas metáforas. Con elegancia y profundidad abordó cada temática y género periodístico, en cada espacio donde estaba presente su nombre, dejando huellas de profesionalidad que constituyeron referentes tanto para quienes laboraron con él, como para los receptores. Impuso un lenguaje agudo y sagaz, acorde con el carácter informativo y de ejercicio del criterio. Roberto persiguió el fin de hacer un periodismo con el afán de motivar al receptor en la comprensión de la información que se originaba, de analizar los hechos sin fanatismos, de potenciar el nivel intelectual del pueblo mediante su labor. En la actualidad siento a Roberto Bueno Castán a mi lado, junto a ese periodismo de investigación histórico que ejerzo con cotidianidad y del cual él resulta mi principal inspirador. Su importante archivo se conserva y su imagen e impronta continúan hoy, como expresara Ernesto Álvarez, en ese plano de los imprescindibles.


"De amar las glorias pasadas se sacan fuerzas para adquirir las glorias

nuevas".

José Martí



“… la HISTORIA NOS AYUDARÁ A DESCUBRIR LOS CAMINOS DE HOY Y DE MAÑANA, A MARCHAR POR ELLOS CON PASO FIRME Y CORAZON SERENO Y A MANTENER EN ALTO LA ESPERANZA (...)”.

RAMIRO GUERRA