miércoles, 24 de septiembre de 2008

Pablo Espriu y Llobet, un areñense que participó en la fundación de la ciudad cubana de San Juan de Dios de Cárdenas.


Pablo Espriu y Llobet, un areñense que participó en la fundación de la ciudad cubana de San Juan de Dios de Cárdenas.


Por: Ernesto Álvarez Blanco.
Historiador de la Ciudad de Cárdenas

El areñense que mayor éxito comercial, social y económico alcanzó durante el transcurso del siglo XIX en la ciudad cubana de San Juan de Dios de Cárdenas fue Pablo Espriu y Llobet, devenido ilustre benefactor de dicha población, la cual – luego de su muerte, suceso ocurrido en 1846 - le puso su nombre a una plaza y a una calle, testimonio invaluable de aprecio y gratitud hacia su persona.
Pablo Espriu y Llobet, marino y comerciante nacido en Arenys de Mar, Cataluña, España, el 25 de enero de 1770, ingresó el 24 de agosto en 1796 en la Escuela de Náutica de Arenys de Mar. Dos años más tarde, el 20 de mayo de 1798 contrajo matrimonio con Josefa Gallart y Pollés, miembro de una influyente familia de comerciantes y patrones de embarcaciones y con la cual tuvo 6 hijos.
Como parte de sus estudios viajó Cádiz el 28 de febrero de 1799 como aprendiz – agregado del bajel Santa Victoria. En agosto de 1800 es aprobado como Pilotín o Tercer Piloto para los mares de Europa y poco después, el 3 de septiembre de 1800 embarcó como Pilotín agregado en la fragata La Paz en una de las tantas expediciones secretas de corso que se organizan en esta época como parte de la guerra entre Inglaterra y España.
El 6 de marzo de 1802 viajó como Pilotín en la pollacra Santa Ana con rumbo a Cartagena de Indias. Al regresar de este viaje fue nombrado Tercer Piloto de todos los mares. En 1804 se estableció en Cuba trabajando como Mayoral en un ingenio azucarero de la provincia de Matanzas. En 1816 adquirió con sus ahorros una factoría de tabaco en las cercanías del pueblo de Cantel. En 1817 trabajó incansablemente, junto a otros vecinos de la comarca, para lograr el establecimiento de una iglesia en el referido poblado matancero.
Pablo Espriu asistió el 8 de marzo de 1828 al acto oficial de fundación del poblado de San Juan de Dios de Cárdenas, sitio en el que adquirió terrenos para edificar un almacén y una bodega. En 1836 adquirió de una Orden Religiosa, a través de una compra – venta efectuada en La Habana, varios terrenos en las inmediaciones del sitio de fundación del poblado de Cárdenas, los cuales parceló y vendió a censo. Donó los útiles, materiales y terrenos necesarios para dotar a Cárdenas de un hospital y de un Asilo para niños desamparados.
En 1840 construyó en Cárdenas un alambique para la fabricación de rones y aguardientes a partir de la caña de azúcar. Edificó una gran casa en Cárdenas para él y los suyos y varias para alquilar o vender. Regresó a Arenys de Mar, convertido en un rico y respetado indiano, en la década del 40 del siglo XIX, dejando en Cárdenas, a cargo de sus negocios, a dos de sus hijos: Pedro Mártir y Pablo Nicolás Espriu y Gallart, quienes se retiraron también a Arenys, pocos años después, con objeto de disfrutar de la fortuna acumulada en Cuba por ellos y sobre todo, por su padre.
Al recordar a los Espriu desde las páginas de este Blog, lo hacemos con la íntima satisfacción de evocar a una familia areñense que no solo participó en la fundación de Cárdenas sino que también contribuyó a su historia y acelerado desarrollo socioeconómico.


"De amar las glorias pasadas se sacan fuerzas para adquirir las glorias

nuevas".

José Martí



“… la HISTORIA NOS AYUDARÁ A DESCUBRIR LOS CAMINOS DE HOY Y DE MAÑANA, A MARCHAR POR ELLOS CON PASO FIRME Y CORAZON SERENO Y A MANTENER EN ALTO LA ESPERANZA (...)”.

RAMIRO GUERRA