viernes, 16 de agosto de 2013

Entrevista mambisa con Elpidio Valdés.

Entrevista mambisa con Elpidio Valdés. Por: Ernesto Alvarez Blanco. Desde que supimos que hoy se estrenaría en la Mesa Redonda, conocido espacio de la Televisión Cubana, un documental sobre el Coronel Elpidio Valdés y Valdés y su padre, el destacado historietista y realizador cinematográfico cardenense Juan Padrón Blanco, nos propusimos entrevistarlo para El Cardenense. Aunque estábamos convencidos que lograrlo sería una tarea difícil, desde el hace varios días comenzamos a realizar los trámites pertinentes. Con la ayuda de varios agentes del Servicio Secreto cardenense del Partido Revolucionario Cubano logramos enviar un mensaje al Coronel Valdés, en el que le rogábamos que nos concediera un encuentro. Vencidos los primeros obstáculos, el siguiente paso era esperar su respuesta.
Hace pocas horas sentimos bajo nuestras ventanas un galopar conocido. ¡Era Palmiche! El caballo, luego de varios relinchos de alegría, nos entregó una nota que contenía el siguiente mensaje: “Elpidio Valdés lo espera”. Poco después, a lomos del valiente animal cruzamos las desiertas calles de la dormida Ciudad Bandera. Luego de burlar la vigilancia de los fortines españoles y de dar la contraseña indicada a varios centinelas, los cuales se hallaban apostados entre el follaje o sobre los árboles del camino que seguíamos, llegamos en la medianoche de ayer al campamento del Coronel Valdés. De inmediato, nos fundimos en un fuerte abrazo con nuestro primo Elpidio y sus amigos. - “Bienvenido compatriota, te presento a María Silvia y a Marcial”. - “Encantada”. - “¡Hola!”. - “Pruebe este café endulzado con miel de abeja – nos dijo el Coronel Valdés, mientras nos ofrecía una jícara con el sabroso néctar -. Y por favor tome asiento en la hamaca que más les guste. Ahora sí creo que estamos listos para comenzar. ¡Usted dirá!”. Después de advertirle que la entrevista se basaría fundamentalmente en la vida y la obra de su papá Juan Padrón, le hicimos la primera pregunta: - ¿Cómo fue la infancia de su progenitor? - “Padroncito – como se le conoce en el mundo del humorismo – pasó parte de su infancia y adolescencia entre el central “Carolina”, hoy “Granma”, ubicado en las cercanías del poblado de Coliseo. Sus padres, tíos y demás familiares lograron crear un ambiente familiar en el que abundaron las iniciativas, lo cual de seguro influyó en la creatividad y personalidad de mi papá” - Tenemos entendido que desde entonces hacía sus pininos en el dibujo. - “Sí, precisamente ese ambiente familiar posibilitó que él y su hermano Ernesto, creador, entre otros, del personaje infantil Yeyín, dibujaran desde muy pequeños en los blocks de papel que su mamá les daba para que se estuvieran tranquilos. Algunos de sus maestros, incluso, guardaron las libretas escolares de ambos, ya que en ellas había más dibujos que hojas de clases”. Aprovechamos que Elpidio toca este tema, para preguntarle si es cierto, que por esta época intentaban ya realizar cine. - “Efectivamente, además de las historietas que desde pequeños dibujaban, comenzaron a producir películas con las tiras de dibujos hechos por ellos y que pasaban luego por una pantalla construida con una caja de zapatos y una vela por detrás. También, cuando tenían 10 o 11 años hicieron películas de aviación con su primo Jorge Pucheaux – años más tarde especialista del Departamento de Truca del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica (ICAIC) – con una cámara de 8 milímetros, la misma con la cual filmaron en 1959 el paso de la Caravana de la Libertad por Coliseo. Como curiosidad les cuento que sus primeras producciones nacieron bajo el rubro de La Troya Sono Films, nombre con el cual bautizaron a su infantil y rudimentaria productora cinematográfica”. - ¿Por esa época nació usted?, preguntamos impacientes. - “No, yo nací después, en 1970 y casi por accidente. Resulta que a mi papá, que vivía por entonces en Leningrado, le hacía falta un personaje cubano para las historietas de Kashibashi, las cuales se desarrollaban en Japón, y me dibujó a mí, sin pensarme mucho. Por entonces, investigaba acerca de unas armas que los españoles fabricaban en ese país asiático en combinación con unos personajes japoneses que eran los malos. Me bautizó con el nombre de Elpidio Valdés – el apellido es el mismo que el de Cecilia, el personaje de la novela homónima del novelista cubano Cirilo Villaverde – e incluso, yo tenía por esa época una prima que se llamaba de este modo. Sin embargo, cuando terminó la historieta, se dio cuenta que yo era un personaje simpático y sabroso de trabajar, ya que los japoneses eran demasiado solemnes. Inmediatamente hizo un pionero una historieta en la que ya yo era mambí, y luego otra en la que ya era el personaje principal, y otras... Y así Kashibashi quedó al campo” - Creemos que ha llegado el momento de preguntarles a ustedes, que lo conocen mejor que nadie, cómo es Juan Padrón. - “Miren compatriotas – toma la iniciativa Marcial, aprovechando que Elpidio ha tenido que dejarnos solos un instante, para atender a un ordenanza que le ha traído un mensaje de un Coronel amigo – aunque pudiéramos contarles muchas cosas sobre nuestro padre, prefiero que sea el mismo el que les diga como es. Sí se esperan un minuto, voy a buscarles la entrevista que le hicieron en la Revista Somos Jóvenes en 1984, la cual contestó a través de varios dibujos cargados de humor”. Mientras Marcial corre a su hamaca para buscar un ejemplar de la mencionada publicación, María Silvia – primer personaje femenino de las historietas de Elpidio, la cual nació a petición de las niñas cubanas y que por cierto, lleva combinado los nombres de la suegra y de la madre de Padrón - nos brinda un Cuba Libre, sabrosa bebida preparada con agua caliente, limón y miel de abeja, y que tenía numerosas variantes y nombres de acuerdo con los productos que se utilizaban para confeccionarla. Al regresar Marcial, nos muestra la revista y nos dice: - “Papá se ve a sí mismo siempre colando, pues es un tomador empedernido de café; su fiesta preferida es la terminación de una película; cuando va de campismo o excursión jamás se le olvidará El Decamerón; afirma que entre las cosas más hermosas que le han sucedido está el nacimiento de mis hermanos Ian y Silvia y que su piropo preferido, haciendo gala de su pasión por los vampiros, es: ¡Buenísimas noches! ... No me importa su grupo sanguíneo”... Además, por experiencia personal puedo decirles, que es excesivamente trabajador; no le gusta mucho hablar de él ni de su obra y, contrario a lo que muchos creen, en la intimidad del hogar e incluso en las fiestas, se muestra bastante serio y no hace un chiste casi cinco minutos. Como realizador admira al polifacético Fiódor Jitrúk, soviético; al búlgaro Donio Dónev; al italiano Bruno Bozzeto; al yugoslavo Bokotic y a los norteamericanos Chunk Jones, Tex Avery y Clampett”. Nos despedimos de María Silvia, Marcial, Pepe, Eutelia y de otros miembros de su tropa, los cuales se han ido acercando para escuchar nuestra conversación con el Coronel. Elpidio y Palmiche, por su parte, posan para el genial inventor mambí Oliverio Medina, quien les toma una foto, a petición nuestra, con una cámara fotográfica creada por él en la manigua. Casi al montar en Palmiche, que nos retornará a Cárdenas, abrazamos al Coronel Valdés y le pedimos que se cuide, pues a la ciudad han llegado noticias de que el General Resóplez ha jurado que en la próxima aventura lo hará picadillo o peor aún, puré de talco. -“¡Eso habría que verlo, compay!” – nos grita machete en alto, dándole a Palmiche la orden de partida. Epílogo: Correo mambí. Casi al concluir la redacción de esta entrevista, recibimos la visita de un ordenanza de nuestro primo, el General Juan Padrón, quién, enterado de que su hijo había estado conversando con nosotros de su vida y de su obra, nos enviaba las respuestas a un cuestionario que le habíamos remitido días antes. - Padrón, cuándo y dónde comenzó en realidad a ser Elpidio Valdés el personaje principal de una historieta. - “En el semanario Pionero en 1970. La primera historieta se titulaba Elpidio Valdés contra los ninjas”. - ¿Cuál es el momento más feliz y el más infeliz que le proporcionado el Coronel Valdés? - “El más feliz cuando estrenamos el primer largometraje (Elpidio Valdés) en la Ciudad de los Pioneros José Martí en 1979, y 10. 000 niños empezaron a gritar y a disfrutar de la película. El más infeliz es ver cómo se usa sin mi permiso para cosas que no tienen que ver con el personaje”. - ¿Cuál de los numerosos premios nacionales o internacionales otorgados a su obra le agrada recordar a menudo? ¿Por qué? - “El del jurado infantil del Festival de Cine de Moscú de 1979, precisamente por haber sido otorgado por un jurado de niños”. - ¿Cómo será Elpidio Valdés dentro de unos años? - Posiblemente igual. En el largometraje Elpidio Valdés contra el águila y el león y en Más se perdió en Cuba, su versión televisiva, se pudo ver de cincuenta y pico de años, calvo y con espejuelos. A partir de entonces les prometo que su historia avanzará o retrocederá en el tiempo. - Elpidio me confesó lo que usted está haciendo, ahora le pido que me diga qué hará él en el futuro. - “Aparecer en nuevos cortos, largometrajes e historietas. Celebrar con alegría varios años de contacto con el público infantil”.


"De amar las glorias pasadas se sacan fuerzas para adquirir las glorias

nuevas".

José Martí



“… la HISTORIA NOS AYUDARÁ A DESCUBRIR LOS CAMINOS DE HOY Y DE MAÑANA, A MARCHAR POR ELLOS CON PASO FIRME Y CORAZON SERENO Y A MANTENER EN ALTO LA ESPERANZA (...)”.

RAMIRO GUERRA