lunes, 16 de junio de 2014

Vida e infortunios de la música campesina.

Por Jorge Rivas Tomado del periódico Trabajadores.
Dentro de la múltiple programación artística de la Casa de la ACAA (Asociación Cubana de Artesanos Artistas), ubicada en el centro de la norteña ciudad matancera de Cárdenas, asistimos a la Peña campesina donde disfrutamos del grupo aficionado Unión campesina, cultor de este género e integrado por siete músicos y cantantes que hicieron de aquella mañana dominical inolvidable momento de remembranzas y nostalgia en torno a la décima cantada, la guajira, el son montuno, el bolero y la guaracha. Dirigidos por Andrés Díaz Díaz, quien toca el tres desde la mocedad —tiene 74 años—, la agrupación, integrada por miembros de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), está compuesta además por Rolando Fernández Carmona (güiro y cantante), Lázaro Mena Molina (campana y coro), Arturo Rodríguez Montalvo y Luis Uyola (guitarra 6), Ángel Baldón Calderón (bongó), la intérprete Migdalia Suárez Benítez, y los poetas Rodobaldo Arián Alonso y Amado Villavicencio García. Ellos sienten especial amor por esta música, fundamental para el estudio de nuestra cultura. Sin embargo, esta expresión actualmente no cuenta con suficiente apoyo institucional, sobre todo en su promoción. Esa situación ha incidido en que los jóvenes —incluso los nacidos y radicados en zonas campestres— expresen rechazo hacia la difusión de esta música en diferentes espacios de sus comunidades, declinando su interés hacia los grupos cultivadores del reggaetón, rap, hip hop, house y otros, la mayoría de ellos propagados aquí por disqueras foráneas; en tanto cada vez son menos los programas de la radio dedicados al género, mientras que en la televisión nacional solo se ha impuesto, por más de 30 años, la revista Palmas y Cañas, cuya mayor teleaudiencia se encuentra en los campos del archipiélago. “Nuestra emisora (Radio Ciudad Bandera) tenía una transmisión radial con tema campesino y nunca más salió al aire”, dijo Arturo Rodríguez (guitarra seis), quien afirmó que la dirección municipal de Cultura no apoya este tipo de música. Nunca nos programan. Debemos buscar por nuestra cuenta los lugares donde actuar. Gracias a la ACAA tenemos este espacio para la peña”. En realidad, fueron pocos los asistentes al alegre encuentro en la ACAA, situación también relacionada con la pobre promoción. “Todos somos miembros de la ANAP, pero esta organización no puede sostenernos. Antes, la Casa de cultura nos facilitaba instrumentos y mejor atención, ahora tenemos que hacer las cuerdas de las guitarras con alambras desechados de las alzadoras de caña”, precisó Andrés. Pese a los reveses, el folclor campesino se ha atesorado de generación en generación a través de los exponentes del género en sus más diversas expresiones. Unión campesina es una muestra de ello. Según afirma María Teresa Linares1, “son muchos los grupos que consolidan la expresión del punto cubano hoy. Estos poetas son el baluarte actual del punto cubano y la décima improvisada2”. Entre los números que interpreta Unión… se encuentran el popurrit de boleros con clásicos de Cuba y Latinoamérica; la célebre canción Los ejes de mi carreta, de Atahualpa Yupanqui, y la afamada Guantanamera, de Joseíto Fernández, en las que sobresale el particularísimo sello de la agrupación, caracterizada además por la actuación de Fernández Carmona con simpáticas ejecuciones de un improvisado instrumento consistente en una botella de cerveza vacía cuyos acordes semejan a los de la flauta. Las controversias son el momento clímax del espectáculo, en el que la sátira y el doble sentido, dan vida al tórrido diálogo entre los poetas. Entre canciones y alegrías trasciende el guateque campesino conducido en la ACAA por el experimentado joven Luis Enrique Pérez González, quien desde muy temprano comienza a promocionarlo con la ayuda del versátil trabajador de esa institución, Roger Rufin Valenzuela, en el impecable manejo del audio. En Cárdenas, y a través de Unión campesina, vive y trasciende, a fuerza de voluntades, un género auténticamente cubano, surgido en las comunidades rurales del archipiélago con evidente herencia hispánica, el cual alcanzó su identidad nacional a mediados del siglo XVIII. Allí corroboramos la sentencia de María Teresa Linares de que “el punto cubano, la manifestación musical más antigua en la nacionalidad cubana, tiene hoy plena vigencia y un porvenir seguro3”. 1 María Teresa Linares (La Habana, 1920). Musicóloga y pedagoga. Una de las más prestigiosas musicólogas cubanas de su generación y de las que le sucedieron. 3María Teresa Linares.Dossier: La música campesina cubana. Posible origen. La Jiribilla. Año IX. La Habana. 29 de mayo al 4 de junio de 2010. Ver más: Vida e infortunios de la música campesina http://www.trabajadores.cu/20140613/vida-e-infortunios-de-la-musica-campesina/


"De amar las glorias pasadas se sacan fuerzas para adquirir las glorias

nuevas".

José Martí



“… la HISTORIA NOS AYUDARÁ A DESCUBRIR LOS CAMINOS DE HOY Y DE MAÑANA, A MARCHAR POR ELLOS CON PASO FIRME Y CORAZON SERENO Y A MANTENER EN ALTO LA ESPERANZA (...)”.

RAMIRO GUERRA