lunes, 25 de noviembre de 2013

Personalidades cardenenses: Pino con nombre de mujer.

Por: MSC Lorena Martínez La actividad teatral de Haydee Pino no ha cesado desde los cuarenta del pasado siglo hasta la actualidad. Controversia, música popular, teatro y raíz de una familia especial estructuran a esta señora cardenense para quien ha sido la cultura quien le ha dado alas para sobrevivir los avatares más difíciles de su cotidianidad.
Conocí a Haydee Pino como la instructora que atendía a los aficionados de teatro del instituto de mi ciudad. Con ella y sus promotores naturales trabajamos teatro los muchachos de la Enseñanza Media y Media Superior del territorio durante los setenta, ese lejano quinquenio gris que nunca creímos nos afectara directamente a nosotros estudiantes buscadores de creación en esos años. Con ella y con nosotros mismos montamos, entre otras, La esquina de los concejales (N. Dorr), La querida de Enramada (E. Hernández) y hasta osamos representar Réquiem por Yarini (), La casa vieja (A. Estorino) y Santa Camila de La Habana Vieja (J. R. Brene). Luego de años y avatares volvió a tratar de hacerme actuar en el grupo teatral aficionado Patria o Muerte, al abandonar este, la perdí de vista hasta hace poco más o menos un mes. No olvidó avisarme del homenaje que la peña Rufo Caballero, del museo Casa Natal José A. Echeverría, iba a ofrecerle. Ausentarme era algo imposible de asumir. “Siempre queda algo por decir” Hija de una familia “farandulera”, amantes del teatro, la música y la controversia popular Haydee Pino Delgado, nace en Cárdenas el 5 de abril de l932, de padres y hermanos aprendió a cantar, bailar a recordar textos y declamar, allí también escribió sus primeros textos al aprender a leer y escribir. Con su padre José A. Pino, integró un trío que actúo en el teatro Modernista y Obrero de la ciudad, en bateyes y zonas rurales cercanas, en las embajadas artísticas donde participaban, los desfiles radiales, las paradas de la bandera, en la emisora local Radio Ciudad Bandera, en la CMGE y en otras emisoras del país como CMQ y Mil Diez .De joven y adulta mantuvo intactos sus cualidades juveniles, participa en controversias, es la simpática rumbera del reparto, canta con el padre o haciendo o en trío con las hermanas, incluso de manera eventual canta como solista diferentes ritmos populares. Al revisar programas culturales de El Liceo, Radio Ciudad Bandera y en zonas cercanas de la ciudad los nombres de los Pino, aparecen constantemente en el quehacer artístico territorial. Muy joven se enamora y decidió con los suyos, hacer crecer la familia. Es entonces que, junto a su esposo José Manuel López Almeida, integra la compañía teatral de Rafael Bueno, en los años que van de l950 y l958. Al triunfo de la Revolución pone su arte popular y sus conocimientos en manos de todo el pueblo; entre l967 y l968 obtiene el Premio Nacional de Teatro actuando junto a sus hijos como actores. Se convierte en instructora de teatro de la casa de cultura Gonzalo Roig, asesorando hasta el momento de su jubilación al grupo de teatro Patria o Muerte, con el que obtiene incontables reconocimientos y premios. Hijos y nietos han seguido la tradición artística familiar, sobre todo en música y artes teatrales. En estos días mantiene su quehacer a nivel de comunidad, sus nuevos actores son parte del barrio y con ellos experimenta el uso de los títeres tradicionales o los llamados de papel, participan con sus interlocutores como partes del escenario comunitario, casi todos son personas bastante adultas, a quienes ella brinda un poco de su alegría inagotable, gente que, como Haydee, no quieren encasillarse en esa llamada Tercera Edad. “¿Qué más puedo esperar?” Un homenaje, más allá de aciertos o no del mismo, es ante todo un acto de fe, de amor y respeto a la persona que se homenajea y eso fue el familiar encuentro que tuvo Haydee con la familia grande que ha creado y crea a lo largo de más de setenta décadas de vida artística. La llamada “mejor voz de la radio” en los programas de la época todavía canta y mantiene en su decir cierta picardía que viene de antaño. Todavía escribe décimas jacarandosas y llenas del humor campesino y citadino popular, esas que hablan de los hechos cotidianos, del barrio, de “los guapos pistoleros” y de ratones que enamoran a las gatas sin necesidad de exagerar. Muchos recordamos la magia con que Haydee era capaz de hacer actuar de manera aceptable a muchos aficionados, sin grandes posibilidades, por eso se nos hace tan difícil encasillarla en las palabras grandilocuentes, las historias encabritadas leídas por algunos de los presentes. Haydee, la que conozco, es esa que canta y vive, la que precisa el gesto, alza una nota y atiende a los muchachos propios y adoptados por igual, quien un poco emocionada ante el cariño de tarde dominguera, agradezca nuestra presencia en el lugar y concluya sin protocolos diciendo ante el cariño de todos, que considera su vida como productiva, si ustedes me quiere y acompañan, ¿qué más puedo esperar?.


"De amar las glorias pasadas se sacan fuerzas para adquirir las glorias

nuevas".

José Martí



“… la HISTORIA NOS AYUDARÁ A DESCUBRIR LOS CAMINOS DE HOY Y DE MAÑANA, A MARCHAR POR ELLOS CON PASO FIRME Y CORAZON SERENO Y A MANTENER EN ALTO LA ESPERANZA (...)”.

RAMIRO GUERRA