miércoles, 25 de diciembre de 2013

Con la misma sorpresa que ayer.

Por: MSC Lorena Martínez. Radio Ciudad Bandera ha acompañado buena parte de mi vida cardenense ya sea como oyente, guionista, alumna, asesora, amiga o jurado de algún certamen, además de mi presencia ocasional en cualquier actividad de la emisora. Creo deberle unas líneas de cumpleaños. Esta es la oportunidad.
Me sucede en innumerables ocasiones, al escribir de temas cardenenses, no puedo dejar de hablar desde mí, defecto que quizás la literatura permita pero en periodismo nunca suele ser adecuada opción. Vuelve a ocurrirme con RCB, la radio de mi pueblo, la cual me ha acompañado buena parte de mi vida. Por eso, voy a acudir a la academia, a las historias ya escritas para no sumergirme en repetitivas añoranzas finiseculares, trataré de ser objetiva e impersonal para recoger en esta última semana de diciembre, su hacer constante por construir desde la década del veinte del pasado siglo, un nuevo tipo de cultura, manera diferente de llegar, a través del éter. Lo que, a estas alturas, todos deben saber La radio nace como un paradigma urbano propio de la modernidad, ricos y pobres, jóvenes y viejos, guajiros y ciudadanos, mujeres u hombres; se adaptan a ella con una rapidez espectacular, conformando un entramado singular. La caracterizan, en sus primeros tiempos, la presencia publicitaria de ritmos, canciones, jingles, consejos, seriales e informaciones, ilusiones prefabricadas en una realidad donde persuadir es una de sus funciones. En dicho entorno sociocultural nace la radio en Cuba (1922) y cinco años después tres entusiastas jóvenes cardenenses (Juan Hurtado de Mendoza, Atilano de la Fe y Ramón Pruneda) unen esfuerzos y conocimientos para construir una pequeña planta de transmisión. Desde la residencia del primero de ellos salen por primera vez al aire. A los pocos días se trasladan a casa de Genaro Sabater, dueño de un taller local de acumuladores, cuyas baterías garantizan la permanencia de cada trasmisión. No hay esfera de la vida de la ciudad que se libre de la influencia y fabulación de este medio, el cual queda en manos de Sabater adquiriendo nuevas dimensiones: todos quieren verse promocionados estar reflejados, en él. Tal es así que el 24 de febrero de 1930 se inaugura legalmente como emisora de radio comercial, de horario flexible y con el indicativo: CMGE, la voz de la clínica de los acumuladores. Sus primeros locutores Juan Caparó y Esther Sabater. Tradiciones campesinas y repentismo conformaron en parte su creciente popularidad: Eusebio Sánchez, El Sinsonte Matancero, mantiene por casi cuatro décadas un programa de puntos cubanos de gran audiencia. Cobra tal notoriedad que su propietario considera necesario trasladarse a un lugar más céntrico. Alquila un local de dos plantas (Céspedes # 470 entre Industria y Obispo), donde instala su taller de acumuladores. En los altos vivirá con su familia, junto a dos cabinas (locución/presentaciones artísticas). Las personas que iban a presenciar algún programa tenían que hacerlo de pie. Allí, muchos años después, teniendo trece o catorce años creo, entré por vez primera a Radio Ciudad Bandera, invitada a un programa estudiantil, allí me hicieron saber de mis pocas cualidades como locutora y la posibilidad de escribir para el mismo, lo que a su momento comencé a hacer. Sabater atendía el taller y el negocio radial; nuevos programas salieron al aire como el periódico Noticioso del Aire, silenciado por las autoridades, al igual que ocurre con otro espacio noticioso: Radio Cadena Informativa. Ambas suspensiones y otros incidentes trajeron consigo que la emisora estuviera clausurada entre el 23 de enero y el 16 de febrero de 1935. Al reabrir su dueño aprovecha experiencia y creatividad para manejar a un público que aún no ha perdido la capacidad de asombro; utiliza sus espacios no sólo para promocionar y vender, sino para educar mediante informativos musicales y apoyar causas civiles como la campaña por el abaratamiento de los servicios públicos, el Comité Pro- calles, la defensa de la cultura local. Alrededor de la década del cincuenta inicia una escasa programación nocturna. Pronto empezará a identificarse como RADIO CIUDAD BANDERA. En 1952, gracias a la aparición de un joven grupo de creativos, la influencia de la recién llegada televisión y la posible competencia amplía sus horarios de trasmisión entre las once de la mañana y las diez de la noche. Los recién llegados aportan el diseño de nuevos programas, iniciativas y esfuerzos con un significativo grado de comunicabilidad, dinamismo y respetabilidad. De ellos, Roberto Bueno llegará a convertirse en protagonista de la historia del periodismo matancero y de la investigación de la cultura local, Argilio Rodríguez lo será, fundamentalmente, en la esfera radial. Con la misma sorpresa que ayer El triunfo de la Revolución, marca una nueva etapa para Radio Ciudad Bandera, la cual es adquirida por el estado cubano a fines de diciembre de 1961. Poco a poco las condiciones laborales varían notablemente, la emisora cambia visión y misión, su objeto social se centra en el seguimiento de la labor informativa a favor del pueblo, en la educación y formación de las jóvenes generaciones. Múltiples son los ejemplos, tal y como ocurre durante la zafra del setenta, cuando origina sus transmisiones desde un campamento cañero (La Fresa) en el Central José Smith Comas y sus periodistas (Roberto Bueno y Argilio Rodríguez) realizan entrevistas, el noticiero Zafra y otros espacios. A principios de la década del setenta la emisora cambia de local para Calzada # 121, esquina a Calzada. Ya para entonces su antena de trasmisión se encuentra enclavada en Sáez entre Aranguren y Jerez. RCB es la única emisora territorial matancera que transmite en dos frecuencias (AM y FM). Concierne a la emisora formar una conciencia en los receptores, la historia y la cultura local, destacar sus principales acontecimientos, ser su constante en el dial. Programas de todas sus etapas intentan hacer realidad estos intereses. Es característico de los periodistas y realizadores de RCB el uso de recursos lingüísticos y sonoros, para recrear los géneros periodísticos, motivando la comprensión de hechos, sucesos e informaciones históricas, políticas y culturales potenciando el nivel intelectual del pueblo Por ello, premios, profesionalidad y alegrías les acompañan. Primeros lugares, menciones y lugares destacados alcanzan con sus programas, ha ostentado en reiteradas ocasiones la condición de Vanguardia Provincial del Sindicato de Trabajadores de la Cultura e incluso una de sus trabajadores alcanza la distinción de Vanguardia Nacional. Para su trabajo la emisora cuenta, actualmente con un Departamento de Programación e Información donde el reporte de noticias está a cargo de seis periodistas cuyos trabajos llenan los espacios informativos de la parrilla de programación. Un especialista en divulgación se encarga de divulgar el conocimiento de todas las informaciones según lo establecido. La investigación en la radio se realiza por un especialista que indaga en las inquietudes surgidas por el Departamento de Programación. Su dirección dirige, controla, supervisa y aprueba todos los planes o proyectos de la emisora. RCB, la radio de mi pueblo, me ha acompañado buena parte de mi vida como refería, incluso en una oportunidad me permitió ganar un premio de investigación a partir de un análisis de sus menciones radiales, tema al que posteriormente he vuelto una y otra vez. Técnicos, periodistas y realizadores de RCB se capacitan para mantenerse al día de las tecnologías más actuales, cubren periodísticamente no solo el municipio de Cárdenas y el Consejo Popular Santa Marta e Hicacos sino Martí, Perico, Jovellanos y Limonar. Sus ondas llegan a provincias vecinas. En cualquiera de sus actividades sea el Festival Municipal de la Radio, el cumpleaños de la radio, eventos científicos radiales, compañeros de algún diplomado o como profesora de alguno de sus realizadores graduados de la carrera de Comunicación Social, Radio Ciudad Bandera se encuentra en mi ámbito profesional. Allí, en RCB, aprendí a amar el radio y a amar dicha profesión, respeto a sus profesionales y a su quehacer, cada vez que entró en sus espacios siento la misma sorpresa de ayer, aquel día que siendo poco más que una adolescente me senté frente a un micrófono soñando encontrar allí el instante de mi definición mayor. Bibliografía • ECURED RCB • Documentos de RCB • Documentos de la Oficina de Historia de la localidad ofrecidos por el museólogo Ernesto Álvarez Blanco • Página web RCB • Aylet Rodríguez UMCC Departamento de Periodismo (2013). Trabajo de diploma: Un cronista de su tiempo. Acercamiento a la labor periodística de Roberto Bueno desde 1978-2002


"De amar las glorias pasadas se sacan fuerzas para adquirir las glorias

nuevas".

José Martí



“… la HISTORIA NOS AYUDARÁ A DESCUBRIR LOS CAMINOS DE HOY Y DE MAÑANA, A MARCHAR POR ELLOS CON PASO FIRME Y CORAZON SERENO Y A MANTENER EN ALTO LA ESPERANZA (...)”.

RAMIRO GUERRA